Artículo: "El Poder Mediático: Algunas Breves Consideraciones." 20-3-2008.
Por: Samuel Prado Franco.
Lic. en Filosofía, Ética y Valores.
Especialista en Docencia Superior.
Investigador Político y Social.
Contacto: samuelpradof@gmail.com
Por: Samuel Prado Franco.
Lic. en Filosofía, Ética y Valores.
Especialista en Docencia Superior.
Investigador Político y Social.
Contacto: samuelpradof@gmail.com
El Poder Mediático de los Medios de Comunicación en nuestro país y el mundo está al servicio y son parte de la superestructura y aparato de la clase política, económica y socialmente dominante. Nos referimos a la gran mayoría de los Medios, ya que existe una minoría que no lo es. El control, el servilismo, la entrega, la parcialidad y la subordinación de la información a los intereses de la clase dominante; la deformación de la realidad política, económica y social del país y el mundo para distorsionar la forma de pensar y actuar de los ciudadanos y pueblos y evitar toda movilización, organización y lucha de los mismos por mejores condiciones de vida es parte de lo que vivimos. Los Medios de Comunicación se convierten en el instrumento predilecto de los burgueses para seguir la dominación mental del pueblo. Los principios y valores de objetividad, imparcialidad, independencia, seriedad, verticalidad, honestidad, profesionalismo, transparencia y ética y moral quedan a un lado por el factor económico y financiero de los dueños de los Medios de Comunicación. A parte de la regular, mala y pésima calidad y tratamiento de la información por parte de los Medios.
Los Medios Alternativos de Comunicación que se organizan desde el pueblo con el objeto no sólo de criticar o cuestionar, sino de aportar propuestas, principios e ideas son parte de la “Batalla de Ideas” que se está dando en nuestro país y el mundo por la construcción de Otro Panamá y Mundo Posible con Democracia, Justicia Social, Igualdad, Libertad, Fraternidad y Solidaridad y para llevar un mensaje de cambio y transformación. Los Medios Alternativos de Comunicación no están exentos de errores, limitaciones y fracasos, pero su esencia es distinta a la de las Grandes Transnacionales Mediáticas que en algunos casos sirven abierta y públicamente para el ataque, la mentira, el engaño y la inmoralidad al igual que las nacionales. Consideramos que ningún Medio de Comunicación debe erigirse en trinchera para la desestabilización de la moral ciudadana o en un baluarte de anti-valores, bajo la libertad de expresión que se convierte en una justificación jurídica y legal para la inmoralidad y la politiquería.
Los Medios de Comunicación deben servir a la verdad y no a la mentira y el engaño. El Poder Mediático de los Medios de Comunicación se han convertido en una de las avanzadas más peligrosas y terribles del Gran Poder Imperialista para dominar a los pueblos y naciones. No se trata de un cuento, una fantasía o de un alarmismo. Es una realidad que se vive. Guerras, golpes de estado, elecciones, formas de pensar y actuar han sido moldeados a través de este Poder para hacer del control del mundo algo total y absoluto en manos de una minoría que nos lleva al desastre como civilización humana. El bombardeo permanente de mentiras y no sólo de naciones y pueblos hace que muchos crean que son verdades al final. Se puede por este medio justificar lo injustificable. Los malos son los buenos y los buenos son los malos. Cruzados modernos que llevan espadas, cañones, fusiles, tanques, aviones, mentiras y Medios de Comunicación con el objeto de dominarnos y oprimirnos y hacernos esclavos fieles y subordinados a su Poder y dinero.
De esta realidad parte que los Medios de Comunicación deben ser un Poder al servicio de la humanidad, la patria y el pueblo fundamentados en principios y valores humanistas, sociales, ecológicos y morales. Y no estar al servicio del interés individual que nada tienen que ver con el interés colectivo. Pero esto se dará en la medida en que la sociedad y el país cambien a un modelo de desarrollo nacional, propio y sostenible en que la riqueza y no la pobreza sea igualmente repartida, en que los derechos y libertades democráticas sean respetados y practicados y no sólo consagrados en leyes y constituciones y en que el ser humano sujeto de dignidad sea el centro de la sociedad y no el lucro, la ganancia o el mercado. La humanización y moralización de los Medios de Comunicación será parte de los cambios estructurales postergados por una clase dominante incapaz de hacer los cambios. La historia y la realidad política, económica y social demandan que sea la clase dominada la protagonista y artífice de su propia historia y liberación.
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