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"Instrúyanse, porque necesitaremos toda nuestra inteligencia. Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo. Organícense, porque necesitaremos toda nuestra fuerza." Antonio Gramsci. Político, Pensador y Escritor Italiano (1891-1937). http://www.gramsci.org.ar/

martes, 31 de enero de 2012

Ensayo: "Biografía y Escritos Fundamentales del Doctor José Daniel Crespo." 31-1-2012.


Ensayo: "Biografía y Escritos Fundamentales del Doctor José Daniel Crespo." 31-1-2012.*

Por: Samuel Prado Franco.
Lic. en Filosofía, Ética y Valores.
Mgter en Ciencias Sociales.
Profesor e Investigador en Filosofía y Ciencia Política.


Dedicatoria: A los maestros, filósofos, historiadores y escritores panameños Ricaurte Soler Batista (1932-1994), José de Jesús Martínez (1929-1991) y Herbert George Nelson Austin (1946-2007) motivadores e inspiradores de mí estudio crítico y materialista de la filosofía e historia panameña.

Agradecimiento: A mi familia, a mis padres Samuel e Iris y a mi hermana Marlen por su ayuda en estos años de estudios, al profesor Pedro Pineda González por su sabio y dedicado asesoramiento de este trabajo, al profesor Franz Poveda por sus consejos y enseñanzas, al historiador, pensador y escritor César del Vasto por su enseñanza crítica y materialista de la historia panameña y a todas las personas que de una u otra forma ayudaron para la elaboración de este trabajo.

Índice.

Introducción.

Capitulo I: Vida y Formación del Dr. José Daniel Crespo.

1.1 Vida.
1.2 Formación.

Capitulo II: Escritos Fundamentales del Dr. José Daniel Crespo.

2.1 Escritos.

Capitulo III: Filosofía Política del Dr. José Daniel Crespo.

3.1 Manifiesto Liberal


Conclusión.

Notas.

Bibliografía.

Introducción.

En este trabajo hacemos un estudio donde planteamos los aportes filosóficos, políticos y educativos de uno de los pensadores liberales más destacados de los primeros cincuenta años de época republicana, el Dr. José Daniel Crespo, esto sin negar que hubo otros pensadores y políticos liberales, pero por motivos del tema, extensión, profundidad y tiempo no vamos a considerar estudiarlos. Nuestro trabajo no es un juicio histórico al liberalismo como doctrina filosófica, política, ideológica, social, económica, educativa y cultural; es la búsqueda de la profunda convicción de este hombre que inspirado en los más nobles sentimientos patrióticos, nacionalistas y morales constituyó una especie de constructor político, ideológico, moral e intelectual de la joven república que aún se debatía en su nacimiento apresurado, sin derramamiento de sangre, pero sí lleno de motivos e intereses políticos-económicos no del todo altruistas y desprendidos. Nuestro trabajo es un intento de adentrarnos de la manera más objetiva, profunda, veraz y crítica no sólo al pensamiento y la obra, sino a la vida de este insigne maestro que constituye un referente ineludible para el estudio de la educación y la filosofía de la educación panameña. Esperamos cumplir con está humilde y delicada tarea de la mejor forma y manera posible. En el primer capitulo trataremos en una forma breve y concreta la vida y formación del Dr. José D. Crespo, donde mencionamos sus cargos en el gobierno y sus títulos académicos obtenidos; en el segundo capitulo trataremos los escritos fundamentales del Dr. José D. Crespo, encontrando que su obra no sólo se limita al tema educativo, sino a la política y la economía, demostrando una faceta intelectual polifacética y por último, en el tercer capitulo trataremos la filosofía política del Dr. José D. Crespo que se encuentra principalmente en su Manifiesto Liberal que es un ensayo de programa y plataforma política, filosófica e ideológica que escribe cuando era Presidente del Directorio del Partido Liberal. En este último capitulo desarrollamos una análisis detallado, profundo y crítico de sus aportes e ideas políticas y su enorme contribución a la renovación del pensamiento liberal.

Es el Dr. José Daniel Crespo que en su preocupación por ver a una joven república sin instituciones fuertes y asentadas en todos los ámbitos político, económico, social, administrativo y educativo, dedico sus esfuerzos a la consecución de tan magna obra y que en la actualidad se yerguen como monumentos viejos, pero con la solidez, presencia y vigencia necesaria con que fueron creados y organizados. Su obra es extensa y multifacética y no sólo se limita a lo que hemos planteado en este trabajo. La economía, la literatura, la historia y la geografía son otras áreas del pensamiento humano que tocó a través de sus obras. En estos tiempos en que el liberalismo panameño sufre la desorientación, la desideologización y la casi extinción como proyecto político-ideológico unitario y coherente y que se debate en la unión con otros partidos políticos, nuestro trabajo quiere sustentar la necesidad histórica de rescatar del olvido los aportes, filosóficos, políticos, educativos, entre otros, que hizo el Dr. Crespo desde el liberalismo panameño, y que gracias a su inteligencia, claridad y visión realista de los acontecimientos históricos y políticos que se suscitaban en su época, logró modernizar, actualizar, regenerar y socializar una doctrina que dejó su huella imborrable en el pensamiento político panameño. Es la inmensa estatura moral e intelectual del Dr. Crespo la que debería ser ejemplo moral para las actuales generaciones de ciudadanos panameños, que en medio de escandalosos actos de corrupción, robo, nepotismo, narcotráfico y violencia que afectan gravemente a la sociedad en su conjunto y que en muchos de los casos se convierten en paradigmas negativos a seguir y que lamentablemente siguen una parte considerable de nuestra niñez y juventud. Fue el firme compromiso de ver una joven república moderna, adelantada y fuerte la que inspiro al Dr. Crespo que siguiendo el camino fecundo de una serie de pensadores y políticos liberales, algunos incluso de la época que le tocó vivir, fue uno de los que, sin lugar a dudas, participó e influyó decisivamente en la vida política, social, administrativa, institucional y cultural de los primeros cincuenta años de época republicana, dejando una huella imborrable y fecunda en cada uno de sus aportes y obras materiales y morales.

Que la obra material y moral del Dr. José Daniel Crespo no sea olvidada por causa del paso del tiempo, la ignorancia, el sectarismo y el desinterés es un compromiso y deber de las autoridades primeramente, pero en especial de nosotros la juventud pensante y actuante que busca y construye una sociedad justa, igualitaria, fraterna y libre como el soñó y trató de construir. El mayor acto de justicia, reconocimiento y honor que las generaciones presentes de panameñas y (os) pudiéramos hacer a este maestro de juventudes, es practicar su ejemplo lleno de virtudes cívicas, patrióticas y morales, en una sociedad en la que faltan más referentes morales buenos a seguir, vivir y practicar.

Capitulo I : Vida y Formación del Dr. José Daniel Crespo.

1.1 Vida.

El Dr. José Daniel Crespo nació en Pesé, provincia de Herrera el 2 de agosto de 1890 y falleció el 7 de junio de 1958. Se desempeño primero en el cargo de Inspector de las Escuelas de la Capital y luego en el cargo de Sub-Inspector General de Enseñanza y de Inspector General de Enseñanza. Paso luego al Profesorado de Pedagogía en el Instituto Nacional, Sección Normal, con las asignaturas de Pedagogía Teórica y Práctica, Sicología, Historia de la Pedagogía, Inglés y Química. Dictó ocasionalmente Pedagogía en la Escuela Normal de Señoritas. En 1932 fue elegido diputado por la provincia de Herrera, pero se vio obligado a exiliarse y en los siguientes años vivió en Centroamérica y México. Desempeño el cargo de Sub-Secretario de Instrucción Pública cuando era Secretario de Instrucción Pública el Licenciado Jeptha B. Duncan. Se reinsertó en la vida educativa del país en 1941 y en 1945 el Presidente Enrique A. Jiménez lo nombró Ministro de Educación. Fue Embajador en México y Ministro de Gobierno y Justicia durante el mandato del Presidente Domingo Díaz e Inspector de Educación, además académico correspondiente de la Academia Nacional de Historia y Geografía de México. El maestro Crespo es parte de una generación que le dio a nuestra patria grandes maestros y valores en materia educativa como: Octavio Méndez Pereira, Cirilo Martínez y Alejandro Tapia Escobar. El maestro Crespo fue un hombre inclinado al debate, y su gestión como Ministro de Educación no estuvo exenta de dificultades.

Era el período en que el movimiento estudiantil hacia exigencias al gobierno nacional sobre la autonomía de la cátedra, como consecuencia de las arbitrariedades de los gobiernos anteriores, que sin respetar al profesor universitario habían provocado una serie de choques que dieron motivo a repetidos movimientos de huelga. Con gran sabiduría el Presidente Enrique A. Jiménez convocó una mesa redonda de la educación, presidida por el Ministro de Educación, José Daniel Crespo, pero con la participación de dirigentes estudiantiles, educadores y técnicos de la educación nacional. De ese comité salió el diseño de todo un programa de la educación nacional, por el cual se establecieron conquistas básicas como la autonomía de la Universidad de Panamá, el respeto a la autonomía de la cátedra, y la Ley 47 de 1946, Orgánica de la Educación Nacional tal vez su mayor contribución en ese terreno. Hombre de ideas renovadoras y progresistas, se introdujo repetidamente en el campo del periodismo con en el ánimo de pronunciarse sobre diversos temas en torno a los problemas políticos, sociales y educativos.

1.2 Formación.

Se graduó de maestro en la Escuela Normal de Varones en 1908. Después de ejercer el magisterio durante varios años, se hizo acreedor en 1910 a una beca, en el primer grupo de estudiantes que estudio pedagogía en el extranjero. Estudio en Inglaterra de donde pasó a la Universidad de Columbia en Nueva York donde obtuvo el Bachiller en Ciencias, con Diploma de Capacitación para la Enseñanza y Especialización en Pedagogía. Recibió el grado de Master of Arts con Diploma de Supervisor y Especialización en Pedagogía. Luego, obtuvo el Doctorado en Filosofía con Especialización en Pedagogía. Su tesis de doctorado versaba sobre la educación en Panamá. Fue el primer educador panameño en graduarse de Pedagogía de los Estados Unidos. Fue influenciado por las teorías pedagógicas pragmáticas de los norteamericanos John Dewey y William Kilpatrick y las teorías pedagógicas socialistas de los rusos Máximo Gorki, Anatoli Lunacharski y Antón Makarenko.

Capitulo II : Escritos Fundamentales del Dr. José Daniel Crespo.

2.1 Escritos.

El Dr. José Daniel Crespo escribió una gran cantidad de obras y artículos sobre temas políticos, filosóficos, educativos, geográficos, literarios y económicos que demuestran su interés, análisis, estudio e investigación por una variedad increíble de temas distintos unos de otros, pero que se hayan interconectados con la realidad. Entre sus obras y escritos se destacan: Políticos: “Manifiesto Liberal” (1951); “El Retorno al Ideal Bolivariano. Conferencia dictada en la Sociedad Bolivariana de Panamá” (1957); Educativos: “La Democratización de las Escuelas y Otros Discursos” (1921) junto al Lic. Jeptha B. Duncan; “Geografía de Panamá” (1928); “En el Día del Maestro. Discursos” (1929); “El Lector Panameño” (1935); “Fundamentos de la Nueva Educación” (1942); Cartas Circulares escritas cuando fungía como Ministro de Educación (1945); “¿Sobre Quién Recae la Responsabilidad de la Educación Nacional?. Conferencia dictada en la Mesa Redonda sobre los Problemas de la Educación Nacional de la Escuela de Temporada de la Universidad de Panamá” (1957); Económicos: “Los Bancos Extranjeros en Panamá (Vistazo a Vuelo de Pájaro)” s.f.; “La Moneda Panameña y el Nuevo Tratado del Canal” (1936); “Sugerencias Hacia un Plan de Reconstrucción Económica en Panamá” (1952) y “La Moneda Panameña” (1953). 

En un discurso pronunciado cuando era Sub-Secretario de Instrucción Pública en 1921 con motivo de la distribución de Diplomas a los alumnos graduados de la Escuela de Artes y Oficios preocupado por la angustiosa situación financiera por la que se atravesaba en el país y la falta de interés de producir y exportar productos de nuestra rica tierra. Señala la positiva influencia educadora del trabajo en la Rusia de los Soviets en general y en particular en el pensamiento y la obra de Anatoli Lunacharsky, Comisario de Educación. Para el educador Crespo, la importancia y la influencia de las profesiones manuales en la transformación social del país se refleja en estas palabras:

“Todos los pedagogos más avanzados de nuestra época están acordes en reconocer la influencia educadora del trabajo manual no sólo como medio de bienestar personal sino como elemento indispensable a la buena organización y a la estabilidad de nuestros organismos sociales y por consiguiente como elemento cultural de gran valor.” (1)

Señala el educador Crespo la necesidad de aprender y poner en práctica la nueva experiencia educativa que se estaba dando en la Rusia de los Soviets. El trabajo en el sistema capitalista es entendido como la forma de explotación y enajenación del trabajador, mientras en el sistema comunista es entendido como la forma de dignificación y transformación humana del trabajador. El trabajador no seria más esclavo y siervo de su trabajo, sino dueño y artífice del mismo. El trabajo no seria la forma de enriquecimiento inmoral de una minoría (burguesía y oligarquía), sino la forma de enriquecimiento moral de una mayoría (proletariado). Para entender con mayor profundidad y claridad está experiencia educativa interesante e innovadora, citamos lo siguiente:

“La educación laboral es la base, la medula de la educación comunista, porque en el trabajo se desenvuelven todas las cualidades intelectuales, morales y estéticas del hombre. Sin el trabajo creador son imposibles tanto el progreso de la producción, de la técnica y cultura, como el desarrollo del propio individuo. Lo más importante en la educación laboral es inculcar el aprecio a todo trabajo socialmente útil, sea manual o intelectual...” (2)

Su preocupación por que la educación laboral o vocacional fuera aceptada con el mismo rango que la educación literaria o libresca es patente. La educación teórica debe tener su contraparte práctica. Si esto no sucede educaremos personas inútiles y parásitas que sólo buscaran trabajos fáciles en una oficina. En nuestras sociedades no sólo se necesitan doctores, ingenieros o abogados. Se necesitan carpinteros, soldadores o electromecánicos por ejemplo. Lamentablemente, en nuestras sociedades se le da mayor privilegio, status o rango social a las profesiones liberales o teóricas y se desprecia a las profesiones manuales o técnicas. Aunque esto no es una regla o situación absoluta, pero en la gran mayoría de las ocasiones se da está lamentable discriminación laboral y profesional. Más adelante en la misma línea afirma:

“No parece sino que nuestra escuela inculcara la errónea creencia de que el fin último de la educación, tanto primaria como secundaria, es capacitar al individuo para que viva del trabajo de los demás. Esta es la dolorosa conclusión a que por fuerzas se llega al ver que, sistemáticamente, como si obedeciesen a una consigna mágica, todo joven que se educa en nuestras escuelas y colegios no aspira a otra cosa que a vivir del empleo que menos fatigas proporcione. Todo joven que recibe nuestra educación en vez de ser un elemento de prosperidad, de producción, es una fuerza viva que se resta a las verdaderas energías de la nación: es quizás un agricultor, un zapatero, un albañil, un buen artesano menos; y en cambio es un parásito más.” (3)

“LA CULTURA y no la EFICIENCIA SOCIAL es el fin ultimo de la educación; y, como si la cultura de los pueblos fuera algo estático, quieren medir las aspiraciones de la vida moderna de hoy día por ideales humanistas del renacimiento y aun de anteriores épocas”. La preocupación del educador Crespo por que nuestra educación humanista, y nosotros agregaríamos escolástica en muchos casos, no llenaba las aspiraciones ni las realidades cambiantes de su época lo conducían a este señalamiento. No podemos negar en ningún momento el papel de avance y mejoramiento que jugo la educación humanista y escolástica, pero está ya no reunía en todo caso las necesidades de nuestros jóvenes. Por consiguiente, la educación se encontraba estancada entre lo viejo y lo nuevo, y de está manera no podía haber avance alguno. La educación técnica o científica no niega la parte humanista de los fines de la educación. Es importante señalar, que el concepto de eficiencia social debe estar presente siempre en la educación, ya que no se puede invertir económica y materialmente, en materia educativa sin esperar que los estudiantes y luego los profesionales no devuelvan a la sociedad con su conocimiento, conducta, trabajo, sacrificio y dedicación este dinero y material invertido en ellos.

“Yo no aspiro a privar a nuestra juventud de ideales, sino por el contrario, aspiro a que nuestra juventud los forme mediante su mayor participación en la vida social de la comunidad. Esto les dará a estos ideales valor real, los convertirá en verdaderos reguladores de la conducta y hará de ellos algo más de lo que han sido hasta aquí, meras formulas teóricas sin trascendencia alguna en la conducta y por consiguiente desprovistos de todo valor”. Para Crespo es en el medio social que las ideas tomarían un valor real y trascendente. Es por medio del trabajo en que el hombre podrá poner en práctica los principios, ideales, valores y conocimientos enseñados y aprendidos en la escuela y trascenderán a su conducta consigo mismo y los demás, permitiéndole ser participe directo de los cambios necesitados por nuestra sociedad. Es para el maestro José Daniel Crespo, la juventud idealista la portadora y ejecutora de los cambios sociales siempre y cuando posea una educación integral y eficiente en lo físico, mental y moral como la garantía segura de su felicidad, bienestar, progreso y engrandecimiento humano. Es la apuesta permanente de la educación como forma de superación y solución de muchos de nuestros problemas políticos, económicos, sociales y morales.

Para el maestro Crespo, la Escuela de Artes y Oficios sería el modelo a seguir en lo que respecta a modernidad, eficiencia y progreso para todas las instituciones educativas ya sean públicas o privadas. La realidad de hoy nos hace reflexionar de cómo una escuela que tuvo tan alto nivel moral y material en otras épocas y que era ejemplo de cultura, patriotismo y disciplina para toda la sociedad ha pasado a ser una escuela tomada por bandas que han traído desorden, droga, violencia y anarquía a sus aulas, afectando gravemente a los que si quieren estudiar, formarse y aprender en el espíritu del maestro Melchor Lasso de la Vega quien en vida fuera uno de sus más ilustres regentes. La educación manual y técnica debe ser más apoyada a nivel gubernamental. En la actualidad, el abandono y descuido de las infraestructuras, talleres, herramientas y materiales de las escuelas técnicas es evidente y lamentable. La improvisación en materia de planeamiento, ejecución y dirección de nuestra educación nos aleja e impide salir no sólo del sub-desarrollo socio-económico, sino cultural. La necesidad de educar y formar estudiantes con un alto grado de conocimiento, calificación y profesionalismo en materia técnica-científica debe ser una prioridad del Ministerio de Educación, ya que por este medio ayudaríamos a una gran cantidad de jóvenes para que accesaran a trabajos dignos y estables y con está opción los sacaríamos de la pobreza en que viven.

Capitulo III : Filosofía Política del Dr. José Daniel Crespo.

3.1 Manifiesto Liberal.

Hay varios ensayos del Dr. José Daniel Crespo que merecen especial atención: en primera instancia está el Manifiesto Liberal (1951), donde plantea todo un programa de gobierno, dentro de la concepción del liberalismo. Se quejaba el maestro Crespo de que en nuestras campañas electorales abundaban los discursos, pero sin que ellos representaran un programa formal para atender los problemas nacionales que debían ser atendidos por quienes aspiraban a alcanzar el poder. Le preocupaban los problemas políticos, económicos, sociales y educativos, pero de igual manera, los compromisos de hacer respetar y cumplir los derechos fundamentales del sistema de la democracia liberal. Crespo no podía concebir otro gobierno que el que resulta como consecuencia de un sufragio transparente que represente las mayorías nacionales; sin embargo, expresaba el temor de que quien llegase al poder por contar con la mayoría del electorado, no resultase por ello lo suficientemente capaz para asumir tal responsabilidad. Consideraba que el éxito de toda gestión gubernamental estaba en el reclutamiento de los más capaces por medio de los meritos académicos y personales y no del amiguismo y el compadrazgo: “El hombre para el puesto, no el puesto para los amigos”.

“Cuantas veces, los compromisos políticos llevan al gobernante a depender de gente improvisada e incapaz”. Para Crespo constituía una ecuación irremplazable el respeto al sistema democrático mediante el respeto a la autonomía de los poderes públicos. Se sentía insatisfecho con el sistema establecido para la selección de los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y del Procurador General de la Nación, por su temor de que ello pudiese establecer un vínculo de compromiso con el primer magistrado de la Nación. Se refería, además, a la Contraloría General de la República y al Ministerio Público, que aún cuando no son órganos del Estado deben exhibir una plena autonomía en el ejercicio de sus funciones. Apelando a las teorías de Roberto McIver en su obra El Monstruo del Estado, Crespo señala que no se concibe la democracia política, sin una democracia social y una democracia económica. El liberalismo debía tener una concepción humanista de la sociedad, y establecer leyes que garantizasen la seguridad social y el trabajo para todos los ciudadanos. En su ensayo llamado Manifiesto Liberal expone, analiza y propone los principios políticos, filosóficos e ideológicos del liberalismo, cuando era Presidente del Directorio Nacional del Partido Liberal.

Motivó este trabajo la convicción inaplazable y urgente del ilustre ciudadano de esclarecer el significado ideológico de democracia y liberalismo dado un incidente en que el Presidente del Directorio Nacional de un Partido Político rechazó el calificativo de liberal y acepto el de demócrata, demostrando la carga ideológica que el calificativo liberal tenia en nuestra sociedad. En su primera parte, plantea la necesidad de precisar los conceptos de democracia y liberalismo producto de la falta de precisión con la cual la mayoría de la población los empleaba. Sin ser un especialista en la materia, realiza un esfuerzo por delimitar dos conceptos que durante su época eran igualmente empleados por la derecha como por la izquierda y que cada grupo, partido o corriente política-ideológica se sentía heredera y depositaria. Aunque para el Dr. Crespo no entra en su análisis los conceptos derecha o izquierda, y al contrario coloca en la misma línea al fascismo, nazismo y al comunismo oponiéndoles a estas corrientes el liberalismo. La publicación del ensayo escrito por el Dr. Crespo en el año de 1951 es muestra clara y precisa de que apenas Panamá en lo particular y el mundo en lo general salían de la nefasta y horrible segunda guerra mundial y el triunfo decisivo de los países aliados.

En su segunda parte, define el concepto democracia en su forma etimológica del griego (demos, pueblo y kratos, autoridad o gobierno) y de la forma clásica como lo definiría el presidente norteamericano Abraham Lincoln “el gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo” y las diversas clases de democracia entre las cuales anota: “Democracia Caníbal”, “Democracia Esclavista”, “Democracia Teocratica”, “Democracia Discriminatoria Racista”, “Democracia Oligárquica Aristocrática o Cesarista”, “Cesarismo Democrático”, “Liberalismo Ejemplar”, “Otras Seudo-Democracias” y “¿Democracia Revolucionaria?”. Sólo por el nombre de algunas de las distinciones sobre democracia que hace nos llama a la curiosidad intelectual por su manera extraña de ligarlas unas a otras. Nos mostramos en desacuerdo con la validez y viabilidad de algunas, ya que evidentemente la democracia no tiene que ver ni por forma ni por contenido con este tipo de corrientes político-ideológicas autoritarias, aristocráticas y fascistas que menciona. Más adelante en su tercera parte expone la evolución democrática y liberal desde los estados-ciudades del norte de Italia, pasando por los enciclopedistas, las revoluciones norte-americana, francesa, española y latino-americana y científico-industrial.

El liberalismo nace en el siglo XII en las ciudades-estados del Norte de Italia como la forma de pensamiento político e ideológico de un naciente grupo social que sustituiría a los señores feudales y que seria conocida como la burguesía. Su poder político, económico y social rivalizo abiertamente con el poder de la iglesia que era considerada el verdadero poder temporal y eterno en el mundo. Los liberales promovieron la división entre el estado y la iglesia. El estado no podía tener una inclinación, simpatía o participación dentro de una religión o iglesia, manteniendo la separación de sus instituciones y obligaciones. La educación en un estado liberal debía ser laica o libre, basada en una moral racional e individual frente a una moral dogmática y colectiva religiosa. La religión debía ser mas una manifestación o vivencia individual e interior que colectiva y externa. El estado liberal laico estaría en la obligación de respetar la libertad religiosa o de culto al igual que la libertad de no profesar ninguna religión o culto como los agnósticos, ateos y no creyentes. En México, por ejemplo, se vivió una de las revoluciones liberales más profundas, sangrientas y largas donde se dio una abierta persecución a la Iglesia Católica y sus miembros, despojándola de bienes materiales y hasta el derecho de usar en público la indumentaria propia de sacerdotes, religiosos y religiosas.

Sobre la libertad política nos comenta el Maestro Crespo una serie de situaciones históricas desde la antigüedad, pasando por el medioevo hasta llegar al siglo XIX, con respecto a la evolución del mundo y de la sociedad, gracias al liberalismo y su influencia política e ideológica. La lucha de lo nuevo y lo viejo, y en este caso de lo liberal y conservador fue un avance para la humanidad en gran medida, sin negar tampoco que lo conservador ayudo a formar toda una época. El utopismo que tiene sus raíces más profundas en la obra República del filósofo griego Platón y se despliega a lo largo de la historia con la Ciudad de Dios del filósofo argelino San Agustín, la Utopía del filósofo inglés Tomas Moro o la Ciudad del Sol del filósofo italiano Tomás Campanella, entre otras, es de suma importancia para el estudio de las ideas políticas o de la ciencia política por su influencia determinante al crear en la mente del hombre preguntas, respuestas, inquietudes o espacios de discusión y teorización al problema de constituir una sociedad y un estado que buscaran la felicidad, el bienestar material, moral y espiritual y la prosperidad general de los hombres, de acuerdo a un plan o programa trazado. Aún en nuestra época las utopías modernas se presentan como salidas u opciones a los problemas generales no resueltos de los hombres, y entre estas la utopía liberal.

En el periodo de los Enciclopedistas y la Revolución Inglesa y Francesa comenzó a constituirse el pensamiento liberal tal cual lo conocemos. La influencia de John Locke, Francois Marie Aurouet Voltaire, Jean Jacques Rousseau y Charles Louis Montesquieu fue decisiva a la hora de esta constitución. La delegación soberana del pueblo de su poder a los gobernantes, la división de los poderes en ejecutivo, legislativo y judicial, la voluntad del pueblo como fundamento único y legitimo de la acción política, entre otras ideas, es un legado de suma importancia al pensamiento liberal en lo particular y a las ideas políticas en lo general. Como afirma Crespo más adelante: “El pensamiento liberal tuvo pues, en los enciclopedistas franceses su máxima y más brillante expresión.” Para el Dr. Crespo, la revolución norte-americana es uno de los pilares más fuertes y elocuentes de la importancia y la vigencia del pensamiento liberal en el mundo, ya que producto de la imposición y la persecución a los habitantes de la colonia que no soportaron más el abuso de las autoridades inglesas y se rebelaron y lucharon contra ellas. George Washington, Thomas Jefferson, Benjamin Franklin, entre otros, tuvieron la visión, la genialidad y la claridad de que la independencia era la única vía para liberar a su pueblo de ese duro y pesado yugo colonial.

La influencia de las revoluciones norte-americana y francesa en las revoluciones latino-americanas es fundamental. Mientras se nos condenaba a ser esclavos y súbditos de reinos que nunca habían solucionado nuestros problemas y que no nos ayudaban en el avance político, social, económico y material de nuestros pueblos y al contrario su único objetivo era el robo de nuestros preciados recursos naturales, las ideas liberales vinieron a ser el soporte o fundamento teórico de nuestras reivindicaciones y luchas por la libertad, igualdad e independencia. La lucha fue sangrienta y dura, y que costo la pérdida irreparable de miles de vidas que fueron entregadas en los campos libertarios de muchas batallas, pero el espíritu indomable y valiente de nuestros pueblos se alzo con la victoria real y definitiva frente a las tropas realistas. Mientras en Europa los movimientos libertarios se alzaban contra la opresión, exigiendo a sus respectivos gobiernos algunos incluso despóticos y feudales como en el caso de Rusia, democracia, libertad y constitución. La Comuna de Paris de 1848 seria el primer intento moderno en la historia de los trabajadores, la nueva clase emergente no sólo de defender sus derechos, conquistas y libertades, sino de aspirar políticamente a la toma del poder. Más que orientados por el liberalismo, serian inspirados e influenciados por una nueva concepción política, filosófica e ideológica conocida como el socialismo.

La libertad económica fue parte integral en el discurso político del pensamiento liberal. La libertad económica que ayudo al enriquecimiento de una floreciente y pujante clase media, pero que no contemplaba el aspecto social. La evolución del sistema capitalista hizo que se introdujera el aspecto social dentro del pensamiento liberal, reconociéndose los derechos sociales del hombre. La revolución científico-industrial acompaño la evolución del pensamiento liberal. La ciencia, la sociología, la economía y la biología que bajo la influencia e impulso de Adam Smith, David Ricardo, Augusto Comte, Charles Darwin y Herbert Spencer hicieron avanzar tremendamente al pensamiento liberal. El nacimiento, fortalecimiento y proyección política, económica y social de los trabajadores como clase social determinó a los pensadores liberales a asumir la tarea de llevar las reivindicaciones de esta clase a la teoría y práctica liberal. La explotación y pauperización tenía que ser resuelto frente a los problemas de convivencia y estabilidad de muchas sociedades y gobiernos que sentían la fuerza y la presencia de los trabajadores en las calles. La falta de soluciones a los problemas de los trabajadores traería consigo una serie de revoluciones y convulsiones sociales sin precedentes.

Las malas condiciones de trabajo en las fabricas y empresas trajo consigo la puesta en práctica de una serie de medidas de reforma social tendientes a humanizar las condiciones de trabajo, pero en sus inicios eran apenas paliativos que no atacaban el fondo de la cuestión. Frente a la influencia política, económica y social de Inglaterra, la filosofía continuaba preservando un lugar de importancia a nivel nacional e internacional. La influencia que comenzaba a ejercer el socialismo como teoría y práctica revolucionaria era evidente y palpable. Karl Marx y Friedrich Engels lanzan su famoso Manifiesto Comunista en 1848 como un escrito que recogía las ideas principales del socialismo y como un programa político, filosófico e ideológico de los trabajadores del mundo para la búsqueda de su liberación y progreso material y moral. El mundo político cambiaba a pasos agigantados por la influencia del socialismo al abrir la oportunidad confiable y real de una opción para los trabajadores. En Francia, Alemania, Italia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, entre otros países, el socialismo tomaba espacios frente a los conservadores que defendían el sistema de explotación, robo, miseria y hambre para los trabajadores y buscaban las formas para mantenerlo así.

En la cuarta parte entra a definir el liberalismo, sus contenidos, normas, el objetivo, la correlación con la democracia, la dialéctica liberal, limitaciones, entre otras. Define el contenido político e ideológico del concepto liberalismo desde un punto de vista moderno y actual desde la siguiente forma:

“El liberalismo en su moderna concepción es, pues, esa actitud mental de selección progresiva, esta tendencia o modalidad espiritual en todos los aspectos de la vida, pero particularmente en materia político-social, amplia, receptiva, plástica, que utiliza en los resultados de la ciencia, apoyada en la técnica de la investigación y aplicación de tales resultados, para la solución de los problemas de la convivencia humana y promover el progreso social, con el bienestar común como única meta.” (4)

Señala la esencia anti-dogmática, anti-estática y evolutiva del liberalismo y que su contenido y normas estarán definidas por los resultados de las ciencias sociales y “puestas al servicio de los problemas de la convivencia humana.” El liberalismo no es una actitud o conducta política concebida como “estrategia oportunista”, “vacía de contenido ideológico” y carente de “normas definidas de acción”. Todo lo contrario, el liberalismo es una concepción política, filosófica, ideológica, económica y social completa y no constituye “un cuerpo estático de dogmas”, sino que siempre se está enriqueciendo con el avance de la humanidad. El liberalismo no debe ser entendido como libertinaje o una forma de escapar de las responsabilidades y deberes. Al contrario, busca que cada individuo sea responsable consigo mismo y los demás. Aquí encontramos una gran similitud con el comunismo. Afirma uno de sus creadores el filósofo alemán Karl Marx que el comunismo estaría siempre evolucionando con el avance de las ciencias y la técnica. El contenido político e ideológico del liberalismo avanzaría de un individualismo a un colectivismo, ya que la exigencia de la historia, el tiempo, la realidad y la sociedad así lo determinaría y exigiría. Para poder acceder a los avances de la tecnología y de las ciencias el mejor camino sería la educación según el liberalismo:

“Y sólo la cultura, producto de una educación adecuada del pueblo, pública, única, gratuita y obligatoria, en síntesis LIBERAL, puede proporcionar, sin violencias ni estridencias sociales, que contrarían su propia finalidad, estas normas evolutivas de feliz convivencia que la humanidad necesita.” (5)

La propuesta educativa liberal buscaba que todas las personas tuvieran acceso a la educación primaria, secundaria y universitaria, ya que está ofrecería la autonomía y personalidad académica, intelectual, cultural y artística necesaria para la emancipación del hombre y la sociedad. Situación que vive nuestro país, ya que los pensadores y políticos liberales promovieron la construcción de escuelas primarias y secundarias, al igual que la constitución de los primeros cursos de nivel universitario en el país. La preocupación de los liberales se vio reflejada en los intentos continuados desde la Secretaria de Instrucción Pública (Ministerio de Educación), la dirección de escuelas secundarias o la Rectoría de la Universidad de acrecentar, fortalecer y modernizar material, moral y pedagógicamente el sistema educativo panameño. Sin lugar a dudas a los liberales se les debe un reconocimiento importante en materia educativa. La correlación y complementariedad entre democracia y liberalismo es importante y no hay contradicción de ninguna especie. Para el maestro Crespo, la relación entre democracia y liberalismo es tan estrecha y firme que el uno no puede existir sin el otro. La relación entre democracia y liberalismo para el Dr. Crespo se da de la siguiente forma:

“El liberalismo es una ideología científica, social, en estrategia de progreso. La democracia es una forma técnica de organización social y política, sin la cual ese progreso no tendría expresión. La democracia es el campo de batalla en que se pone en juego la estrategia del liberalismo para impulsar el progreso social. En efecto, la democracia se refiere más a la forma, al sistema de vida y gobierno. El liberalismo se refiere más al fondo ideológico y doctrinario a que ese sistema da expresión. La democracia es el arte. El liberalismo es la ciencia. Y ambos se confunden en la teoría política, por que la política es la ciencia y el arte de gobernar.” (6)

En el aparte sobre el “Liberalismo, Socialismo, Comunismo” nos mostramos en desacuerdo con el liberal Crespo cuando afirma: “Pero aun aceptando las palabras del gran estratega comunista, (Vladimir Ilich Ulianov Lenín) es preciso advertir que el socialismo y aun su interpretación rusa, el comunismo, miran los problemas sociales a través tan sólo del prisma económico, como si el factor económico fuese el único elemento existente en la vida social de los pueblos”. Si bien es cierto la “estructura económica” en la teoría comunista es un factor determinante en las relaciones sociales, la historia y el avance del hombre no es el único factor que determina las mismas, ya que existe una superestructura filosófica, ideológica, jurídica, religiosa, cultural y artística que interviene en estas relaciones decisivamente. Así que afirmar lo primero es equivocado a pesar de que el pensador alemán Karl Marx afirmara que el hombre es un ser económico por excelencia, ya que la teoría comunista no niega en el hombre los sentimientos, las pasiones o los ideales como parte actuante en el mismo. El comunismo reconoce la parte idealista, moral y subjetiva en el hombre y le da un lugar de importancia a la misma para su desarrollo, crecimiento y evolución. De ninguna manera el comunismo afirma que el hombre es un ser mecánico o sólo sujeto a la estructuras económicas. Crítica al marxismo por la afirmación de que “no es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia”.

A pesar de que las condiciones de vida, afirma Crespo afectan al hombre no son estas las que determinan su conciencia finalmente. Crítica el método que utiliza el socialismo para impulsar el progreso social basado en la imposición y la violencia. No concordamos con el maestro Crespo, ya que revoluciones liberales como la francesa o norteamericana se dieron con violencia y con un saldo tremendo de muertos, heridos y desterrados. A lo largo de la historia, los liberales en Panamá, Colombia, Nicaragua, Cuba, entre otras naciones han creado, dirigido, participado y consumado revoluciones sangrientas y violentas en nombre de la libertad y la democracia. Así que afirmar que el método de la imposición y la violencia es exclusivo del socialismo es falso y anti-histórico. Sólo tenemos que abrir los libros de historia para corroborar que el liberalismo y el socialismo han utilizado la imposición, la guerra, la violencia y la fuerza para tomar, defender y perpetuar sus principios e ideales en aras de la toma del poder político y económico. Para el marxismo, la violencia y la guerra son los productos inevitables de la lucha de clases, ya que la burguesía y la oligarquía en el poder se quieren mantener por todos los medios posibles en el mismo, impidiendo el avance político, económico y social del pueblo, sin importar las muertes, los heridos o las perdidas materiales.

Es la violencia y la guerra revolucionaria y popular el último recurso del pueblo para conseguir y defender sus derechos y conquistas frente a los ricos y poderosos. Son estos los que utilizan el poder estatal y burocrático para perseguir, arrestar, condenar y matar a los que en las aulas, tribunas o las calles se muestran contrarios a su política. Sobre la propiedad privada, el liberalismo reconoce su existencia y defiende la misma constitucionalmente, reglamentando su función social, en base a la justicia. Frente a esto el socialismo busca la abolición de la propiedad privada, ya que esta busca el lucro y la ganancia desmedida e injusta perjudicando a la mayoría y sólo beneficia a una minoría. La socialización de los medios de producción y de la propiedad privada es la solución que presenta el socialismo que busca el beneficio de la mayoría basado en la justicia, la igualdad y el progreso. Para buscar la nivelación y la estabilidad política y social, el liberalismo propone que servicios como el agua, la luz, las comunicaciones, el transporte, entre otros, deben estar en manos del estado o el municipio y no en manos de la empresa privada por lo sensitivo, necesario y esencial en la vida de las personas. Para garantizar que el pueblo tenga la participación política y social en igualdad de condiciones y que sus derechos sean respetados, el liberalismo propone el sufragio universal, el voto secreto, la representación proporcional de las minorías, la libertad de palabra y de reunión, el respeto a la dignidad humana y el derecho y la subordinación de la policía y el ejercito al poder civil.

Todas estas son garantías fundamentales y necesarias para que el ciudadano pueda vivir con libertad, justicia e igualdad sin temor a persecuciones y violaciones de sus derechos y libertades. Es importante mencionar estas palabras del Presidente de Panamá, el liberal Don Domingo Díaz Arosemena en el marco de un discurso que nos habla sobre la democracia económica como complemento de la democracia política:

“Pero convencido el liberalismo de que las mismas libertades políticas son meras fórmulas vacías si no tienen contenido económico, en otras palabras, que la democracia política, carece de sentido, si no existe democracia económica, el liberalismo lucha, y continuará luchando, por la equidad en las oportunidades de educación, trabajo y empresa para todos los panameños, por igual, sin discriminación alguna; y porque el hombre que trabaja, disfrute íntegro del fruto de su trabajo, justamente apreciado, como medio de equitativa distribución de la riqueza.” (7)

Reconoce el Dr. Crespo el aporte del marxismo a las ciencias económico-sociales. La exaltación y dignificación del trabajo realizado por el marxismo que luchó contra la idea del trabajo que era considerado durante siglos como un castigo por los pecados hacen del filósofo alemán Karl Marx uno de los genios del pensamiento y de los más grandes benefactores de la humanidad. Señala más adelante el educador José Daniel Crespo que el liberalismo o democracia liberal no ha podido menos que incorporar en su ideología político-social esta dignificación del trabajo y este anhelo del trabajador por realizar su destino, dentro de las normas funcionales de la democracia. En el aparte “Liberalismo, Fascismo y Nazismo” hace una breve y concreta síntesis de cuales son los principios e ideales fundamentales del mismo y una crítica donde señala los errores y equivocaciones del fascismo. Señala el irracionalismo, el instinto y el pasionismo en que se basa la teoría y práctica fascista que se vuelve una religión que venera la fuerza, la disciplina, el orden, el estado y el líder. Su desconfianza en la ciencia y la razón es evidente al igual que su confianza absoluta en la elite gobernante y el líder visto como un hombre con poderes casi sobrenaturales, déspota y autoritario que gobierna con mano de hierro y sin piedad dominado por el odio racista.

Para el Dr. Crespo el liberalismo no puede ponerse al servicio de los instintos y las bajas pasiones humanas y debe estar al servicio de la razón y los ideales. El liberalismo no niega la parte espiritual del hombre, pero deja está parte a la religión como problema e inquietud. El liberalismo o democracia liberal es sencillamente idealista, no espiritualista. Para el liberalismo, la religión y la fe son problemas e inquietudes individuales y no colectivas y frente a esto el estado es laico o no confesional o sea que el estado protege e instituye constitucionalmente y legalmente el derecho o la libertad de religión o culto, pero no abraza, promueve, defiende y se hace parte de ninguna en particular. Es por esto que la educación pública es laica o no confesional. Más adelante crítica lo que denomina “el mito racista” y tilda como falsa la teoría política, social y biológica de una pretendida superioridad racial de los blancos nórdicos frente a los judíos, gitanos, rusos, entre otros y que constituyó la base o fundamento para la persecución, arresto, deportación y aniquilamiento sistemático en campos de concentración de millones de hombres, mujeres, niños, ancianos y civiles por su raza, religión o nacionalidad.

Para el maestro Crespo, a pesar de la vocación democrática, cívica y pacífica del liberalismo, no ha eximido ni exime de que los liberales defiendan con sacrificio y valor los derechos y las libertades hasta con la vida si es necesario con armas, piedras, palos y golpes. Con estas palabras que hace suyas, el Dr. José Daniel Crespo defiende está firme posición política:

“El precio de la libertad, sostiene el LIBERALISMO, no sólo es constante vigilancia: es además altiva y valiente defensa, en caso necesario. La libertad es derecho; y los derechos no se mendigan, se ejercen y se defienden.” (8)

El partido liberal, señala el educador Crespo, ha recogido y recogerá la rebeldía de la clase media y baja por liberarse de la opresión ejercida por la burguesía y la oligarquía. Sólo en la capacitación de las masas en la justicia de la causa liberal, radica el factor esencial del triunfo del liberalismo, que por su propia ideología rechaza toda sumisión ciega y toda violencia para esclavizar al hombre, aun para su propia felicidad y bienestar. No es la imposición o el autoritarismo, aunque basados en causas justas, renovadoras y nobles los caminos para la felicidad, bienestar y progreso del hombre, sino hacer entender y comprender al pueblo que es el debate, la educación, la cultura y la razón los caminos que nos permitirán a todos el verdadero disfrute de la felicidad, el bienestar y el progreso. Para el liberalismo en teoría y en la práctica, el progreso social y moral se conseguirá sólo por medio de la educación, la cultura y la razón. Con respecto a la educación y su importante papel social y transformador para el progreso y bienestar del pueblo de una forma esclarecedora, el maestro José Daniel Crespo nos señala lo siguiente:

“De aquí que la democracia liberal ponga tanto empeño en la educación del pueblo, pero eso sí, en su educación integral, según las capacidades físicas y mentales de cada cual; es decir, la educación que capacite al individuo para ejercer las funciones de ciudadano libre, en un pueblo libre. La diferencia entre esta educación LIBERAL y la enseñanza impartida en las oligarquías o regímenes totalitarios, estriba en que estos regímenes al ciudadano no se le educa en el verdadero concepto del vocablo: se le instruye, se le entrena, o se le adoctrina, por mejor decir, en el cumplimiento sumiso de las funciones que, como a miembro pasivo de la comunidad se le han conferido.” (9)

La educación como liberación del hombre y de la sociedad de todo tipo de cadenas y ataduras donde se eduque y forme ciudadanos libres y pensantes y no siervos ni vasallos como lo que quiere la oligarquía para seguir gobernando sin ningún tipo de problemas e inconvenientes. Para Crespo, la libertad del hombre se logra cuando lo es en el aspecto mental y espiritual. A su vez, de aquí igualmente, se desprende su confesado pavor (la burguesía y la oligarquía) por la cultura porque hace del hombre un ser libre mental y espiritualmente. Y ser libre espiritualmente es requisito indispensable para serlo política y económicamente, es decir, integralmente en el verdadero sentido del vocablo. Tomando estas palabras que recoge de una forma atinada el maestro Crespo, señalamos que la esclavitud no es sólo física sino mental. Con razón decía el doctor Llorent: “La esclavitud no consiste en arrastrar la cadena. Está en la sangre”. Aboga Crespo por el sistema pluralista de partidos políticos como forma saludable en que la democracia se regenera y se da la alternabilidad en la dirección y orientación del estado, pero lamentablemente la existencia de variedad de partidos políticos no es garantía absoluta de pluralismo ni alternabilidad, ya que los mismos son dirigidos por oligarcas emparentados unos con otros o que tienen negocios en común y que responden siempre a sus intereses familiares y de clase y que en la práctica no responden por las promesas electorales por las cuales la sociedad los eligió.

Los partidos políticos son sus feudos personales y no tienen más utilidad que la toma del poder para ellos y sus allegados. La división de poderes del estado en ejecutivo, legislativo y judicial garantiza la estabilidad y distribución equitativa del poder para que no este en manos de un líder o de un grupo minoritario de personas, según Crespo. La participación de especialistas en temas científicos y técnicos en la toma de posición y decisión de los políticos es necesaria, ya que para tomar las mismas se necesita el debido asesoramiento en temas que por la complejidad y especialidad de los mismos se requiere de conocimiento y experiencia. Nos presenta el maestro Crespo más adelante una posición interesante sobre la tendencia abierta o encubierta de algunos presidentes que bajo la figura del presidencialismo se convierten de hecho en dictadores civiles. El gobierno personalista debe ser superado por un gobierno de instituciones que garantice el retorno al poder político del único, absoluto y verdadero soberano del mismo, el pueblo. El liberalismo plantea la figura del presidente no como un mandamás que todo la sabe y ordena sin consultar, sino de un director, orientador, conductor y coordinador de las instituciones gubernamentales basado y guiado en el fiel y cuidadoso cumplimiento y respeto de las leyes, la constitución, el estado de derecho y la democracia.

Más adelante señala con visión futurista y de avanzada el Dr. José Daniel Crespo, la constitución y organización de una serie de instituciones como por ejemplo, una Junta o Comisión Nacional de Carreteras que estaría integrada por una serie de ingenieros especializados y que tuviera como objetivo principal el trazar y construir las carreteras a nivel nacional, quitando está función al Presidente de la República o de una Junta o Comisión Nacional de Salubridad que estaría integrada por una serie de médicos especializados y que tuviera como objetivo velar y orientar la higiene y la medicina a nivel nacional. Resalta el papel fundamental de los especialistas y técnicos en el fortalecimiento de la funcionalidad y eficiencia del estado. Para la democracia liberal, el pueblo es aparte del soberano, la mayor riqueza, valor y factor económico fundamental de toda la nación. El problema fundamental que nuestro país no ha querido encarar todavía científicamente, es convertir estos ciudadanos teóricos en ciudadanos activos de la nación, sumándolos a su corriente económica y cultural. Propone visionariamente el Dr. José Daniel Crespo la creación y organización de un Instituto de Rehabilitación Campesina para la construcción de viviendas higiénicas y económicas, el cultivo científico del suelo, la venta de sus productos y el establecimiento de pequeñas industrias rurales.

Propone la creación de un Instituto de Capacitación Obrera para levantar el nivel moral, cultural y técnico de la clase obrera. Comparable está institución al actual Instituto Nacional para el Desarrollo Humano que forma en cortos períodos en distintas carreras técnicas a panameños para trabajar en sus pequeñas empresas o industrias. Una preocupación latente en el pensamiento liberal de José Daniel Crespo es en relación a la calidad del material humano y la falta del mismo en el pueblo panameño debido a la pobreza, enfermedad e ignorancia. No importa que tengamos sabios, escritores o artistas importantes, riquezas naturales en abundancia o una posición geográfica envidiable, sino tenemos un horizonte como nación claro, lleno de confianza y optimismo. La falta de desarrollo material y moral de nuestro pueblo impide un avance rápido para unirnos al conjunto de naciones desarrolladas. Una solución práctica, para el Dr. José Daniel Crespo sería exportar de México la idea de un Instituto del Maíz con el fin de solucionar los problemas inherentes a su mayor producción y su abaratamiento. El problema del maíz en México en aquella época ha sido solucionado gracias a las investigaciones y experimentos realizados con semillas híbridas para el cultivo, producción y exportación del maíz.

Para el maestro Crespo, el sistema educativo panameño es uno de los mejores a nivel continental, sino mundial. La ley orgánica de educación es una de las mejores y más avanzadas que existen opina Crespo. En el aspecto reivindicativo de los educadores se dio un gran avance a sus demandas de prerrogativas profesionales y laborales. La creación del Consejo Nacional de Educación, las Juntas Distritoriales de Educación, la Comisión Nacional de Monumentos Históricos y Arqueológicos, el Fondo de Bienestar Estudiantil, entre otras medidas, que se establecieron en la ley orgánica de educación son muestras evidentes del trabajo, dedicación, preocupación e interés del liberalismo en materia educativa. Sobre la Universidad de Panamá, el Dr. Crespo nos señala que los gobiernos liberales realizaron amplios esfuerzos para su consolidación, crecimiento y modernización y al importante papel de transformación social que le asignaron frente a gobiernos oligárquicos y reaccionarios que poco o nada hicieron por nuestra educación superior:

“Dentro del mismo sistema educativo nacional el éxito feliz alcanzado por la Universidad de Panamá se debe, sin duda alguna, a que funciona como institución autónoma independiente, con fondos propios y amplitud y libertad de acción; y todo ello merced a la legislación propugnada y sancionada por el Partido Liberal en el poder cuando le da oportunidad a los especialistas y no esta dominado por el nepotismo de los jerarcas de la oligarquía.” (10)

El fortalecimiento y consolidación del trabajo de atención al niño mediante el Instituto del Niño para evitar y prevenir la delincuencia, el vicio y la miseria desde edad tan sensitiva y delicada. Propone el Dr. Crespo, la creación de un Instituto Marítimo de Explotación Industrial que estudie los problemas correlativos que nuestra condición casi insular y nuestra posición geográfica nos ofrecen y el estudio y presentación de la legislación adecuada a fin de preservar nuestros recursos marinos del contrabando. Con visión futurista cree conveniente el uso de los fondos de la marina mercante que ingresan al fisco en concepto de impuestos para hacer científica la pesca y la conservación y exportación de sus productos y la construcción de naves de cabotaje. Para el maestro Crespo, cada problema que se resuelve, tanto en la vida personal como en la vida de los pueblos, solo consigue abrir nuevas aspiraciones a su espíritu. Desestima a aquellos que creen muerto y caduco el liberalismo, ya que su esencia es renovación y evolución lo que le permite estar siempre vigente y a la par de los tiempos políticos e históricos. Lamentablemente, algunos dirigentes políticos que se consideran o hacen llamar liberales en nuestros tiempos no tienen o no entienden de una manera clara y precisa este pensamiento y mucho menos lo ponen en práctica a la hora de dirigir su partido. Termina este manifiesto el Dr. José Daniel Crespo con las siguientes palabras que muestran su amor, creencia, esperanza y optimismo en la vigencia permanente del liberalismo y del partido liberal: El liberalismo no puede morir, mientras aliente un soplo de humanidad sobre la tierra.

Conclusión.

En este trabajo hemos encontrado a través de nuestra investigación y por lo tanto, concluimos y afirmamos que en general los principales aportes en materia filosófica, política y educativa de los pensadores y políticos liberales en los primeros cincuenta años de época republicana fueron: la lucha por el establecimiento, consolidación y crecimiento de la educación laica, gratuita y universal frente al conservadurismo que luchaba por una educación religiosa; la defensa y el respeto de la libertades y derechos del individuo en materia política, económica, social, educativa, cultural y religiosa contemplada en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano; la separación de la Iglesia del Estado; la modernización, organización, renovación y creación de las instituciones estatales en materia de salud, educación, vivienda, trabajo, bienestar social, obras publicas, entre otras. En particular, el principal aporte del Dr. José Daniel Crespo en materia política, filosófica e ideológica, fue darle al liberalismo panameño un nuevo programa y plataforma de teoría y acción, basado en la tradición histórica del liberalismo, pero tomando en cuenta las particularidades de la realidad panameña. En materia educativa su principal aporte, fue darle a la educación panameña una filosofía moderna y renovadora, basada en el pragmatismo y el socialismo, pero tomando en cuenta las particularidades de la realidad panameña. Su pensamiento liberal y demócrata fue ejemplo de visión de largo alcance para buscar solución a los problemas nacionales y de renovación y mejoramiento para la vida política panameña. Sin lugar a dudas, el liberalismo panameño contribuyó enormemente en la consolidación y crecimiento de la institucionalización no sólo material, sino moral del estado y la sociedad panameña. Pero, el liberalismo panameño como doctrina e ideología filosófica, política, social, económica, educativa y cultural, gracias a la visión adelantada de estos pensadores y políticos que hemos estudiado entra en una fase de renovación, ya que en el mundo se consolidaba el socialismo como una opción política, ideológica, social, económica de una forma atrayente a los trabajadores, campesinos, artesanos, profesionales y oprimidos de la sociedad.

El liberalismo panameño tuvo que incluir en su teoría y práctica las reclamaciones, inquietudes y necesidades de los trabajadores y campesinos en lo que respecta a la igualdad política, económica y social. La preferencia del bienestar económico al bienestar político era latente. El liberalismo paso de ser eminentemente individualista a colectivista, de un liberalismo político a un liberalismo social. Pero, a pesar de los esfuerzos teóricos y prácticos de estos hombres para renovar y poner a la altura de los tiempos históricos que se estaban viviendo la división, fragmentación, la desideologización y degeneración del liberalismo se estaba dando. Pasando de ser el protagonista y actor principal de la vida política, social, educativa y cultural del país quedo siendo un factor de no avance y obstáculo para el desarrollo político de nuestro país. La corrupción, la inmoralidad, el caudillismo, el autoritarismo y el personalismo hicieron mucho daño a la imagen y credibilidad del liberalismo panameño. La gran cantidad de partidos que se auto denominaban “liberales” y que participan en las elecciones era impresionante y aberrante. La unidad y la coherencia de la teoría y práctica liberal se perdía cada vez más en las luchas sectarias, estériles y personalistas. Los aportes del Dr. José Daniel Crespo al pensamiento político, ideológico y educativo panameño son innegables y tangibles aún en nuestros tiempos. El rescate de los principios, ideales, valores e instituciones aportadas por el liberalismo es un deber para las actuales y futuras generaciones. Esperamos que con este trabajo demos nuestro humilde aporte para la consecución de tan noble tarea. Que su vida, obra y pensamiento deba constituirse en la savia ideal, espiritual y moral que debemos beber como agua esclarecedora y vital como la de los grandes patriotas, revolucionarios y pensadores políticos latinoamericanos y panameños Andrés Bello, Francisco Miranda, Simón Bolívar, José Martí, César Sandino, Justo Arosemena, Victoriano Lorenzo, Floyd Britton, entre otros, que como estrellas en el firmamento se nos presentan iluminándonos para el cumplimiento de tan sagrado, necesario, moral y patriótico deber. Que nuestras palabras y discursos pasen a los hechos y las acciones es la tarea inmediata para rescatar del olvido el legado de este gran maestro de la educación.

*Ensayo presentado por Samuel Prado Franco en el Seminario de Filosofía: La Política o Lo Político: Consideraciones desde la Filosofía Política, dirigido por el Prof. Pedro Pineda González para optar por el Título de Licenciado en Humanidades con Especialización en Filosofía, Ética y Valores. Escuela de Filosofía, Ética y Valores. Departamento de Filosofía. Facultad de Humanidades. Universidad de Panamá. 2005.

Notas.

(1) CRESPO, José y DUNCAN, Jephta. La Democratización de las Escuelas y Otros Discursos. Tipografía “Diario de Panamá”, 1921. Pág. 31.

(2) AFANASIEV, Víctor. Fundamentos del Comunismo Científico. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1982. Pág. 252. La cursiva es del autor.
 
(3) CRESPO, José y DUNCAN, Jephta. La Democratización de las Escuelas y Otros Discursos. Tipografía “Diario de Panamá”, 1921. Pág. 33 y 34.

(4)  CRESPO, José. Manifiesto Liberal. Editora La Nación, Panamá, 1951, Pág. 40. El subrayado es del autor.

(5) Ibíd. Pág. 41.

(6) Ibíd. Pág. 42. El subrayado es del autor.

(7) Ibíd. Pág. 47. El subrayado es del autor.

(8) Ibíd. Pág. 56. El subrayado es del autor.

(9) Ibíd. Pág. 58. El subrayado es del autor.

(10) Ibíd. Pág. 73 y 74. El subrayado es del autor.

Bibliografía.

1. AFANASIEV, Víctor. Fundamentos del Comunismo Científico. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1982.

2. CRESPO, José. Manifiesto Liberal. Editora La Nación, Panamá, 1951.

3. CRESPO, José. El Retorno al Ideal Bolivariano. Departamento de Bellas Artes y Publicaciones del Ministerio de Educación, Panamá, 1957.

4. CRESPO, José. Ponencia: ¿Sobre Quién Recae la Responsabilidad de la Educación Nacional? En: La Educación en Panamá. (Mesa Redonda sobre los Problemas de la Educación Nacional) Imprenta Nacional, Panamá, 1957.

5. CRESPO, José y DUNCAN, Jeptha. La Democratización de las Escuelas y Otros Discursos. Tipografía “Diario de Panamá”, Panamá, 1921.

6. MINISTERIO de Educación. Ideario Pedagógico de José Daniel Crespo. Centro de Impresión Educativa del Ministerio de Educación, Panamá, 1990.

1 comentario:

  1. El Dr. José Daniel Crespo perteneció al primer grupo de estudiantes que hizo uso de la disposición legal dictada por el año 1910 de optar beca para hacer estudios en el exterior.

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