Artículo: “Las Tesis de Febrero: Un Análisis Concreto de Una Situación Concreta.” 28-2-2012.
Por: Samuel Prado Franco.
Lic. en Filosofía, Ética y Valores.
Mgter en Ciencias Sociales.
Profesor e Investigador en Filosofía y Ciencia Política.
Contacto: samuelpradof@gmail.com
“Lo que es la esencia misma, el alma viva del Marxismo: el análisis concreto de una situación concreta.” Vladimir Ilich Ulianov Lenin. Político, Pensador y Escritor Revolucionario Ruso. 1920.
Frente a la situación concreta escribo estas tesis al calor de la batalla, resumen de mis principales ideas en torno a la izquierda y a los movimientos sociales y populares, esbozadas ya en artículos anteriormente escritos y publicados, y que aquí concretizo de una manera sucinta, clara y crítica, con algunas pequeñas adiciones y modificaciones.
1- Rechazar la Política como ciencia, arte, instrumento y arma de lucha por sí misma alegando que es sinónimo de corrupción, robo y maleanteria es confundir el agua con el aceite. Una cosa es la Política y otra muy distinta es la politiquería. Dejarle el terreno y la cancha a los partidos tradicionales oligárquicos y a los (as) politiqueros (as) de turno, es el objetivo de ellos (as) para seguir robando y desgobernándonos. Aquí cabe es la participación militante a nivel político de los actores, movimientos y grupos sociales y populares y de los (as) ciudadanos (as) para la retoma de ese terreno y cambiar y transformar las cosas de raíz, radicalmente (uso “radical” en el sentido martiano del término).
2- Seguir luchando separada y fragmentadamente por un lado unos y otros, jóvenes, ecologistas, feministas, indígenas, afro descendientes, trabajadores, campesinos, educadores, profesionales, intelectuales, artistas, entre otros, solo conduce al final de este largo camino de lucha es al desanimo, el cansancio y el agotamiento. ¿Por qué? Tan sencillo como que separados y des-unidos somos muchísimos más rápidos de vencer, pero unidos y luchando colectivamente somos una fuerza política y moral poderosa frente al enemigo de clase. Tampoco se trata de negar la agenda propia de cada actor en mención, ya que cada una tiene sus propias particularidades, sino de ver de forma más integral y holística los procesos de lucha, ya que el triunfo o fracaso, avance o retroceso de unos y otros afecta el resto. Igualmente no se trata de la unidad por sí, como si estuviéramos invocando un discurso de unidad nacional patriótico por ejemplo, si no de una unidad consciente en la acción, en el trabajo y en la praxis, conociendo y respetando las diferencias, pero buscando y realizando objetivos y fines comunes por la construcción de Otro Panamá y Mundo Posible con Democracia, Justicia Social, Igualdad, Fraternidad, Solidaridad y Libertad plenas.
3- Hay que ver la lucha no solo en función de la coyuntura, hay un más allá, un país que requiere ser cambiado y transformado de raíz, radicalmente. Coyunturas van, vienen y vendrán. Si no caeríamos en el coyunturalismo y el inmediatismo.
4- No es un voluntarismo ciego, ni un activismo frenético, ni un apoliticismo absurdo, ni una bohemia permanente, ni un horizontalismo que raya en la dispersión, el que nos llevará a cambiar y transformar radicalmente el país, más bien sería una acción y praxis científica, politizada, coordinada y organizada.
5- Dejar los miedos, temores y prejuicios al escuchar, leer y estudiar conceptos tales como: Política, Ideología, Izquierda, Socialismo, Clases Sociales o Lucha de Clases. Después de Marx, Engels y Lenin hay un desarrollo posterior al denominado socialismo científico, después llamado marxismo-leninismo, hay muchos autores marxistas actuales que aportan desde la ecología, el feminismo o la cultura. Así que afirmar de buenas a primeras que después de los clásicos marxistas no hay nada, es un autoengaño. Hay que recodar igualmente las luchas, procesos y movimientos sociales y populares pasados y presentes, que nos pueden servir de guía para aprender, desaprender y poner en práctica las cosas que hayan funcionado y para no cometer los mismos errores del pasado.
6- Seguir apoyando a un candidato o partido tradicional oligárquico en base a un calculo personal/individual/egoísta/mezquino por un trabajo, prebenda, canonjía, beca u otro favor, es ser participe del problema y no de la solución.
7- Hay que basar la participación militante en principios, ideales y valores a nivel individual y colectivo. La falta de identidad política e ideológica para en teoría caer bien a todo el mundo y mantener una imagen falsa y equivocada de que se puede ser todo y nada a la vez solo conduce a la distracción, a la confusión y a la inacción. Hay que estar primero claros de lo que somos y queremos ser y hacer para poder cambiar y transformar las cosas de raíz, radicalmente.
8- Por último, hay que educarnos, formarnos y apertrecharnos cotidiana y permanentemente en el espíritu de lucha y acción de nuestro pueblo, de sus héroes y mártires, de nuestra historia, sus protagonistas y procesos. Si no lo hacemos solo seremos susceptibles al engaño, a las mentiras y a los cantos de sirena de los que ayer como hoy nos roban y desgobiernan. Armarnos teóricamente, para luchar consciente y coherentemente y retomar el terreno de la batalla de ideas cedido de gratis a los medios de (in) comunicación y (des) información sociales (en manos del gobierno de turno y la falsa oposición=oligarquía y burguesía), a los charlatanes, opinologos (as), apologistas y propagandistas del régimen autoritario y represivo de turno y a la propaganda oficial y oficiosa. Tienen de hecho el control de todos los periódicos, canales de televisión y emisoras de radio. El trabajo de informar desde un punto de vista alternativo, progresista y social está en manos de algunos blogueros, periodistas y sitios y páginas de Internet. También el tema de la cultura y el arte desde un punto de vista alternativo, progresista y social ha sido retomado con la pinta de murales y grafitis en varios sitios de la ciudad de Panamá. (Ver el trabajo realizado por el grupo político-cultural “El Kolectivo”).
Estas Tesis de Febrero están escritas al calor de la batalla con las virtudes y defectos que conlleva escribir en estas circunstancias. Las mismas no pretenden ser disquisiciones teóricas super elaboradas. Pero a raíz de analizar la situación concreta del país y de algunas conversaciones e intercambios de ideas he decidido esbozar estas tesis para contribuir a la lucha y para esclarecer algunas formas de pensar y actuar de cara a la lucha. Aprovecho como crítica y autocrítica que el papel del intelectual orgánico comprometido (el que quiere o pretende serlo) es poner su cerebro y pluma al servicio permanente de la clase trabajadora y campesina y de los movimientos sociales y populares. Es luchar en el terreno de la batalla de ideas con nuestra pluma/fusil, tirando certeras y mortales ráfagas políticas e ideológicas sobre el enemigo de clase. Así sea.
Gracias, bueno como documento de discusión.
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