Dr. Octavio Méndez Pereira (1887-1954) Gestor, Fundador y Primer Rector de la Universidad de Panamá.
Artículo: “Vivi en el Monstruo. Una Aproximación Crítica al Movimiento Estudiantil Universitario”. 3-8-2009.
Por: Samuel Prado Franco.
Lic. en Filosofía, Ética y Valores.
Especialista en Docencia Superior.
Investigador Político y Social.
Contacto: samuelpradof@gmail.com
“Yo he querido, desde que la concebí, y lo he dicho repetidas veces que la Universidad de Panamá, llegue a ser esto, la casa de la cultura del pueblo, la antena de sus afanes, dolores, alegrías y esperanzas, la fragua encendida de nuestro destino, el centro de estudio de los problemas panameños, la atalaya y fortaleza de nuestras libertades, la fuente de rebeldías sanas y de serenidad espiritual de los jóvenes por su recia contextura moral e intelectual, pueden emprender la obra de nuestra regeneración”. Dr. Octavio Méndez Pereira (1953) Discurso “Misión de la Universidad y la Cultura”.
Como egresado de una Licenciatura, un Postgrado, haber militado 8 años en el movimiento estudiantil universitario de izquierda y haber sido escogido en puestos de eleccion puedo decir como el Apóstol de Cuba y Nuestra América José Marti “Vivi en el monstruo (la Universidad de Panamá) y le conozco las entrañas”. Con el último caso de la posible expulsión del profesor Dr. Miguel Antonio Bernal, la Universidad de Panamá, mi Alma Mater volvió a estar en la palestra pública. Pero, en vez de estar presente por algún descubrimiento de un científico o la publicación de un nuevo libro por un profesor que enriquezca la bibliografía o la investigación nacional, estaba por un acto de abierta persecución política por parte del actual Rector. La Casa de Octavio Méndez Pereira, nuestro Fundador y Primer Rector esta dirigida por un grupo mediocre, anquilosado, corrupto y politiquero. Colina se ha convertido en el castillo de un señor feudal que ha convertido junto a este grupo (Movimiento 2025) a la Universidad en un feudo. Lo mas triste, lamentable y vergonzoso es la actitud y comportamiento del movimiento estudiantil universitario en general: su entrega completa a la administración del “Rector Magnifico” por prebendas, canonjías, puestos y espacios para kioscos, fotocopiadoras e Internet cafés. La pérdida de autonomía, identidad, de conciencia, pensamiento y acción crítica y combativa por parte del movimiento estudiantil en estos últimos años se ha acelerado y profundizado aun más bajo este esquema que yo denomino: la Universidad Corporativa. La Universidad de Panamá se ha convertido en una corporación medieval donde los estamentos mantienen a la cúpula gobernando sin cambio de ninguna especie en sus figuras principales a cambio de prebendas, canonjías y puestos y a la hora de las elecciones votan como cuerpos cerrados (profesores, administrativos y estudiantes) sin el análisis, debate y la reflexión de otras propuestas o candidatos a Rector.
La línea es votar por el “Rector Magnifico”. Según este razonamiento, el único ungido para ser Rector se llama: Gustavo García de Paredes. Bajo este esquema corporativo la “Autonomía Universitaria” se convierte en una forma de autodefensa y autoprotección frente al gobierno central para preservar las prebendas y canonjías. La Autonomía Universitaria esta instituida para preservar a la institución de la injerencia político partidista, para tener un presupuesto y una administración propios y de que pueda existir el libre y universal debate de ideas y propuestas, aunque estas fueran contrarias al gobierno de turno en el marco del pluralismo y la tolerancia. La Libertad de Cátedra se nulifica con la actitud de muchos profesores catedráticos que se convierten en fieles serviles acriticos y entregados a la administración y el Rector a cambio de puestos administrativos con aumentos de salarios. La Libertad de Cátedra esta instituida como la libertad que tiene el profesor de poder dictar sus clases sin intromisiones e injerencias externas y de que no se le pueda perseguir por sus ideas políticas o ideologia. Los administrativos se convierten en tropa de choque de la administración para insultar, atacar y perseguir a los que ellos consideran disidentes y enemigos. En este esquema corporativo no se premia ni se estimula la meritocracia, sino la mediocridad, el oscurantismo, la indiferencia y la apatía.
La institución es deformada y manipulada por este grupo para preservar y defender intereses mezquinos y egoístas, utilizando figuras tan nobles, valiosas y fundamentales como la Autonomía o la Libertad de Cátedra. Votar por otra opción a Rector implica la traición y la disidencia dentro de la Universidad, porque según este grupo la Universidad es un partido, esto según rezaba la propaganda pegada por ellos dentro de los edificios universitarios. Esto lo viví y experimente cuando participe activamente en mis últimas elecciones universitarias, primeras en que participaba apoyando a un Candidato a Rector, el Profesor de Filosofía Dr. Roberto Arosemena Jaén en el 2006. Fue en estas elecciones que muchas de mis intuiciones, sospechas y dudas de cómo se estaba dirigiendo, administrando y manejando la Universidad por parte de este grupo se confirmaron y de cómo sus acciones están en total y abierta contradicción con la misión, visión, objetivos y esencia de la Universidad al igual que con el pensamiento y acción del Dr. Octavio Méndez Pereira.
Las elecciones universitarias se habían convertido en una elección politiquera donde no existía el debate de ideas, pensamientos y acciones para la transformación y cambios que necesita y requiere la institución, sino la imposición de líneas, cobro y venta de favores por parte del Movimiento 2025 y el desconocimiento del Dr. Gustavo García de Paredes durante toda la campaña de que estuviera en una competencia con otros candidatos a Rector demostrando su prepotencia. Lo peor fue ver a los dirigentes, cuadros y militantes del movimiento estudiantil entregados a un grupo y a un candidato politiquero que fue impuesto por los militares y los cuarteles después del año en que estuvo cerrada la Universidad y que desde allí ocupo los cargos de Decano de la Facultad de Filosofía, Letras y Educación (actual Facultad de Humanidades), Vicerrector y por 4 ocasiones como Rector.
La lumpenizacion, desideologización, falta de autonomía, perdida de identidad, baja formación político e ideológica, el desconocimiento y la ignorancia de la historia del movimiento estudiantil, social y popular, el oportunismo, el clientelismo, el electorerismo y la corrupción hicieron que el movimiento estudiantil universitario que había sido artífice y protagonista en las luchas nacionales, sociales, populares y patrióticas desde la década del 40, 50, 60 por la recuperación del canal y la soberanía en todo el territorio nacional y en las décadas del 70 y 80 en contra de la dictadura militar, hayan perdido el rumbo y el camino. Entrada la década del 90 hasta la actualidad el movimiento estudiantil universitario esta en un proceso de desgaste, fraccionamiento y debilitamiento. La inexistencia de la Unión de Estudiantes Universitarios U.E.U. y de la Federación de Estudiantes de Panamá F.E.P. en la actualidad, que habían sido los espacios colegiados donde los estudiantes universitarios del país tenían un frente unitario de lucha, expresión, incidencia y acción y que fue luego tomada por una seudo dirigencia de estudiantes quienes eran apoyados por los militares y los cuarteles, los cuales mediatizaron, cooptaron y corrompieron este espacio para legitimar a una dictadura represora ha sido un gran problema. Este espacio hace falta para poder reconstruir, reconstituir y rearticular un proyecto estudiantil universitario nacional, democrático, autónomo, combativo, consciente, critico, propositivo y pluralista.
Sin negar las luchas y acciones combativas del movimiento estudiantil universitario en la década del 90 en el país, no puedo dejar de ser crítico de la situación actual. La universidad como institución de la cual forma parte el movimiento estudiantil está en crisis al igual que las asociaciones de profesores y administrativos. El apoyo acritico, ciego, entregado y corporativo del movimiento estudiantil a la actual administración y el Rector han hecho que dicho movimiento haya degenerado en la situación que actualmente esta. En la actualidad los grupos estudiantiles son débiles, minoritarios, fragmentados, sectarios, fanáticos, dogmáticos, oportunistas, clientelistas y electoreros con dirigentes nombrados en la administración que tienen papel de estudiantes y administrativos a la vez; grupos que se han convertido en sectas fanáticas y dogmáticas donde el socialismo se ha convertido en una religión y culto de fe en vez de ser una ideología y un instrumento para la acción y la lucha; grupos donde se practica la imposición y la persecución a quienes no siguen la “línea de la dirigencia” y no se practica el debate y la democracia; grupos donde se da formación panfletaria y de manuales enseñando la “verdad iluminada” sin el examen critico previo, la discusión y la búsqueda de la verdad en la practica; grupos electoreros que se presentan en cada elección a asociación o centro de estudiantes promoviendo únicamente la fiesta y el licor, sin propuestas ni programas; grupos que tienen como único objeto y propósito obtener cuotas de poder, nombramientos y puestos dentro de la administración y grupos relacionados con los partidos tradicionales.
La situación actual del movimiento estudiantil universitario es verdaderamente crítica, preocupante, triste y lamentable. No se puede ser complaciente, acritico o neutral frente a la situación. El movimiento que fuera vanguardia y timbre de orgullo del movimiento popular y social panameño ha perdido el rumbo y el camino lo reitero. Sin la autocritica, ni la revisión profunda y concreta por parte de su dirigencia y militancia de su situación su fin será la desaparición y la extinción. El camino de la autonomía frente a esta y futuras administraciones; la conciencia crítica de si misma; la ética en las actuaciones políticas; la formación y la creación de escuelas de cuadros; el conocimiento de sus orígenes e historia y la renovación de su dirigencia será una salida digna, viable y potable a su situación actual. Si la Universidad de Panamá como institución no entra en una fase y proceso de renovación y reforma de sus autoridades; planes de estudio; de su papel dentro de la sociedad y su vuelta al papel de ser “Conciencia Critica de la Nación” por parte de los mismos universitarios (profesores, administrativos y estudiantes) sus enemigos internos y externos que están deseosos de destruirla lo harán y lamentablemente la culpa será de quienes en nombre de todos han cogobernado la Universidad para beneficiar a una minoría.
Mi critica y mis palabras sobre el movimiento del cual fui parte durante 8 años se que son duras y fuertes, pero lo hago con el interés, inspiración y motivo de presentar no solo mi apreciación subjetiva y particular, sino plantear una situación que puede ser cambiada y transformada. Seré defensor de un movimiento estudiantil universitario que sea nacional, democrático, autónomo, combativo, consciente, critico, propositivo y pluralista, que luche por los principios y valores de justicia social, igualdad, fraternidad, solidaridad y libertad y por las reivindicaciones y demandas de los trabajadores, campesinos, indígenas, profesionales y del pueblo en general. La Universidad como lo he planteado en otros artículos y escritos deber ser ante todo una Universidad Libre, Académica, Científica y Cultural, una Casa y un Templo del Saber, el Conocimiento, la Ciencia, la Investigación y la Extensión y un Centro de Debates, Propuestas y Búsquedas de Soluciones de los problemas nacionales, políticos, económicos, sociales y culturales y no el feudo ni el partido de ningún grupúsculo, cúpula politiquera o persona con afanes mesiánicos o de ungido. El único partido por el cual debe tomar la Universidad es la Academia, la Ciencia y la Cultura. Las instalaciones y los edificios universitarios no pueden ni deben seguir siendo la extensión de un “poder” que desde la Colina quiere hacer gala de corrupción, mediocridad, anti-academia y anti-cultura para perpetuarse por siempre.
Es la hora definitiva en que la comunidad universitaria emprenda urgentemente las tareas pendientes y necesarias de auto crítica y auto renovación. La ciudadanía demanda y requiere una Universidad democrática, dinámica, participativa y proactiva al igual que los universitarios combativos, conscientes y críticos. Termino este artículo con estas palabras del Maestro de la Juventud Panameña Dr. Octavio Méndez Pereira: “La Universidad debe ser no solo una ciudad de edificios construidos de acuerdo con un moderno plan arquitectónico, sino mas que todo, un núcleo revolucionario de cultura, con sentido nacional y sentido universal, con poder de atracción constante para el pueblo, fuente constante, también de integración social y de germinaciones fructíferas en el porvenir”.
Por: Samuel Prado Franco.
Lic. en Filosofía, Ética y Valores.
Especialista en Docencia Superior.
Investigador Político y Social.
Contacto: samuelpradof@gmail.com
“Yo he querido, desde que la concebí, y lo he dicho repetidas veces que la Universidad de Panamá, llegue a ser esto, la casa de la cultura del pueblo, la antena de sus afanes, dolores, alegrías y esperanzas, la fragua encendida de nuestro destino, el centro de estudio de los problemas panameños, la atalaya y fortaleza de nuestras libertades, la fuente de rebeldías sanas y de serenidad espiritual de los jóvenes por su recia contextura moral e intelectual, pueden emprender la obra de nuestra regeneración”. Dr. Octavio Méndez Pereira (1953) Discurso “Misión de la Universidad y la Cultura”.
Como egresado de una Licenciatura, un Postgrado, haber militado 8 años en el movimiento estudiantil universitario de izquierda y haber sido escogido en puestos de eleccion puedo decir como el Apóstol de Cuba y Nuestra América José Marti “Vivi en el monstruo (la Universidad de Panamá) y le conozco las entrañas”. Con el último caso de la posible expulsión del profesor Dr. Miguel Antonio Bernal, la Universidad de Panamá, mi Alma Mater volvió a estar en la palestra pública. Pero, en vez de estar presente por algún descubrimiento de un científico o la publicación de un nuevo libro por un profesor que enriquezca la bibliografía o la investigación nacional, estaba por un acto de abierta persecución política por parte del actual Rector. La Casa de Octavio Méndez Pereira, nuestro Fundador y Primer Rector esta dirigida por un grupo mediocre, anquilosado, corrupto y politiquero. Colina se ha convertido en el castillo de un señor feudal que ha convertido junto a este grupo (Movimiento 2025) a la Universidad en un feudo. Lo mas triste, lamentable y vergonzoso es la actitud y comportamiento del movimiento estudiantil universitario en general: su entrega completa a la administración del “Rector Magnifico” por prebendas, canonjías, puestos y espacios para kioscos, fotocopiadoras e Internet cafés. La pérdida de autonomía, identidad, de conciencia, pensamiento y acción crítica y combativa por parte del movimiento estudiantil en estos últimos años se ha acelerado y profundizado aun más bajo este esquema que yo denomino: la Universidad Corporativa. La Universidad de Panamá se ha convertido en una corporación medieval donde los estamentos mantienen a la cúpula gobernando sin cambio de ninguna especie en sus figuras principales a cambio de prebendas, canonjías y puestos y a la hora de las elecciones votan como cuerpos cerrados (profesores, administrativos y estudiantes) sin el análisis, debate y la reflexión de otras propuestas o candidatos a Rector.
La línea es votar por el “Rector Magnifico”. Según este razonamiento, el único ungido para ser Rector se llama: Gustavo García de Paredes. Bajo este esquema corporativo la “Autonomía Universitaria” se convierte en una forma de autodefensa y autoprotección frente al gobierno central para preservar las prebendas y canonjías. La Autonomía Universitaria esta instituida para preservar a la institución de la injerencia político partidista, para tener un presupuesto y una administración propios y de que pueda existir el libre y universal debate de ideas y propuestas, aunque estas fueran contrarias al gobierno de turno en el marco del pluralismo y la tolerancia. La Libertad de Cátedra se nulifica con la actitud de muchos profesores catedráticos que se convierten en fieles serviles acriticos y entregados a la administración y el Rector a cambio de puestos administrativos con aumentos de salarios. La Libertad de Cátedra esta instituida como la libertad que tiene el profesor de poder dictar sus clases sin intromisiones e injerencias externas y de que no se le pueda perseguir por sus ideas políticas o ideologia. Los administrativos se convierten en tropa de choque de la administración para insultar, atacar y perseguir a los que ellos consideran disidentes y enemigos. En este esquema corporativo no se premia ni se estimula la meritocracia, sino la mediocridad, el oscurantismo, la indiferencia y la apatía.
La institución es deformada y manipulada por este grupo para preservar y defender intereses mezquinos y egoístas, utilizando figuras tan nobles, valiosas y fundamentales como la Autonomía o la Libertad de Cátedra. Votar por otra opción a Rector implica la traición y la disidencia dentro de la Universidad, porque según este grupo la Universidad es un partido, esto según rezaba la propaganda pegada por ellos dentro de los edificios universitarios. Esto lo viví y experimente cuando participe activamente en mis últimas elecciones universitarias, primeras en que participaba apoyando a un Candidato a Rector, el Profesor de Filosofía Dr. Roberto Arosemena Jaén en el 2006. Fue en estas elecciones que muchas de mis intuiciones, sospechas y dudas de cómo se estaba dirigiendo, administrando y manejando la Universidad por parte de este grupo se confirmaron y de cómo sus acciones están en total y abierta contradicción con la misión, visión, objetivos y esencia de la Universidad al igual que con el pensamiento y acción del Dr. Octavio Méndez Pereira.
Las elecciones universitarias se habían convertido en una elección politiquera donde no existía el debate de ideas, pensamientos y acciones para la transformación y cambios que necesita y requiere la institución, sino la imposición de líneas, cobro y venta de favores por parte del Movimiento 2025 y el desconocimiento del Dr. Gustavo García de Paredes durante toda la campaña de que estuviera en una competencia con otros candidatos a Rector demostrando su prepotencia. Lo peor fue ver a los dirigentes, cuadros y militantes del movimiento estudiantil entregados a un grupo y a un candidato politiquero que fue impuesto por los militares y los cuarteles después del año en que estuvo cerrada la Universidad y que desde allí ocupo los cargos de Decano de la Facultad de Filosofía, Letras y Educación (actual Facultad de Humanidades), Vicerrector y por 4 ocasiones como Rector.
La lumpenizacion, desideologización, falta de autonomía, perdida de identidad, baja formación político e ideológica, el desconocimiento y la ignorancia de la historia del movimiento estudiantil, social y popular, el oportunismo, el clientelismo, el electorerismo y la corrupción hicieron que el movimiento estudiantil universitario que había sido artífice y protagonista en las luchas nacionales, sociales, populares y patrióticas desde la década del 40, 50, 60 por la recuperación del canal y la soberanía en todo el territorio nacional y en las décadas del 70 y 80 en contra de la dictadura militar, hayan perdido el rumbo y el camino. Entrada la década del 90 hasta la actualidad el movimiento estudiantil universitario esta en un proceso de desgaste, fraccionamiento y debilitamiento. La inexistencia de la Unión de Estudiantes Universitarios U.E.U. y de la Federación de Estudiantes de Panamá F.E.P. en la actualidad, que habían sido los espacios colegiados donde los estudiantes universitarios del país tenían un frente unitario de lucha, expresión, incidencia y acción y que fue luego tomada por una seudo dirigencia de estudiantes quienes eran apoyados por los militares y los cuarteles, los cuales mediatizaron, cooptaron y corrompieron este espacio para legitimar a una dictadura represora ha sido un gran problema. Este espacio hace falta para poder reconstruir, reconstituir y rearticular un proyecto estudiantil universitario nacional, democrático, autónomo, combativo, consciente, critico, propositivo y pluralista.
Sin negar las luchas y acciones combativas del movimiento estudiantil universitario en la década del 90 en el país, no puedo dejar de ser crítico de la situación actual. La universidad como institución de la cual forma parte el movimiento estudiantil está en crisis al igual que las asociaciones de profesores y administrativos. El apoyo acritico, ciego, entregado y corporativo del movimiento estudiantil a la actual administración y el Rector han hecho que dicho movimiento haya degenerado en la situación que actualmente esta. En la actualidad los grupos estudiantiles son débiles, minoritarios, fragmentados, sectarios, fanáticos, dogmáticos, oportunistas, clientelistas y electoreros con dirigentes nombrados en la administración que tienen papel de estudiantes y administrativos a la vez; grupos que se han convertido en sectas fanáticas y dogmáticas donde el socialismo se ha convertido en una religión y culto de fe en vez de ser una ideología y un instrumento para la acción y la lucha; grupos donde se practica la imposición y la persecución a quienes no siguen la “línea de la dirigencia” y no se practica el debate y la democracia; grupos donde se da formación panfletaria y de manuales enseñando la “verdad iluminada” sin el examen critico previo, la discusión y la búsqueda de la verdad en la practica; grupos electoreros que se presentan en cada elección a asociación o centro de estudiantes promoviendo únicamente la fiesta y el licor, sin propuestas ni programas; grupos que tienen como único objeto y propósito obtener cuotas de poder, nombramientos y puestos dentro de la administración y grupos relacionados con los partidos tradicionales.
La situación actual del movimiento estudiantil universitario es verdaderamente crítica, preocupante, triste y lamentable. No se puede ser complaciente, acritico o neutral frente a la situación. El movimiento que fuera vanguardia y timbre de orgullo del movimiento popular y social panameño ha perdido el rumbo y el camino lo reitero. Sin la autocritica, ni la revisión profunda y concreta por parte de su dirigencia y militancia de su situación su fin será la desaparición y la extinción. El camino de la autonomía frente a esta y futuras administraciones; la conciencia crítica de si misma; la ética en las actuaciones políticas; la formación y la creación de escuelas de cuadros; el conocimiento de sus orígenes e historia y la renovación de su dirigencia será una salida digna, viable y potable a su situación actual. Si la Universidad de Panamá como institución no entra en una fase y proceso de renovación y reforma de sus autoridades; planes de estudio; de su papel dentro de la sociedad y su vuelta al papel de ser “Conciencia Critica de la Nación” por parte de los mismos universitarios (profesores, administrativos y estudiantes) sus enemigos internos y externos que están deseosos de destruirla lo harán y lamentablemente la culpa será de quienes en nombre de todos han cogobernado la Universidad para beneficiar a una minoría.
Mi critica y mis palabras sobre el movimiento del cual fui parte durante 8 años se que son duras y fuertes, pero lo hago con el interés, inspiración y motivo de presentar no solo mi apreciación subjetiva y particular, sino plantear una situación que puede ser cambiada y transformada. Seré defensor de un movimiento estudiantil universitario que sea nacional, democrático, autónomo, combativo, consciente, critico, propositivo y pluralista, que luche por los principios y valores de justicia social, igualdad, fraternidad, solidaridad y libertad y por las reivindicaciones y demandas de los trabajadores, campesinos, indígenas, profesionales y del pueblo en general. La Universidad como lo he planteado en otros artículos y escritos deber ser ante todo una Universidad Libre, Académica, Científica y Cultural, una Casa y un Templo del Saber, el Conocimiento, la Ciencia, la Investigación y la Extensión y un Centro de Debates, Propuestas y Búsquedas de Soluciones de los problemas nacionales, políticos, económicos, sociales y culturales y no el feudo ni el partido de ningún grupúsculo, cúpula politiquera o persona con afanes mesiánicos o de ungido. El único partido por el cual debe tomar la Universidad es la Academia, la Ciencia y la Cultura. Las instalaciones y los edificios universitarios no pueden ni deben seguir siendo la extensión de un “poder” que desde la Colina quiere hacer gala de corrupción, mediocridad, anti-academia y anti-cultura para perpetuarse por siempre.
Es la hora definitiva en que la comunidad universitaria emprenda urgentemente las tareas pendientes y necesarias de auto crítica y auto renovación. La ciudadanía demanda y requiere una Universidad democrática, dinámica, participativa y proactiva al igual que los universitarios combativos, conscientes y críticos. Termino este artículo con estas palabras del Maestro de la Juventud Panameña Dr. Octavio Méndez Pereira: “La Universidad debe ser no solo una ciudad de edificios construidos de acuerdo con un moderno plan arquitectónico, sino mas que todo, un núcleo revolucionario de cultura, con sentido nacional y sentido universal, con poder de atracción constante para el pueblo, fuente constante, también de integración social y de germinaciones fructíferas en el porvenir”.
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