Artículo: “Porno-política o del Arte de Desnudar a la Oligarquía que nos Des-Gobierna.” 6-5-2012.

Artículo: “Porno-política o del Arte de Desnudar a la Oligarquía que nos Des-Gobierna.” 6-5-2012.

Por: Samuel Prado Franco.

Lic. en Filosofía, Ética y Valores.

Mgter en Ciencias Sociales.

Profesor e Investigador en Filosofía y Ciencia Política.

Contacto: samuelpradof@gmail.com

En Panamá vivimos tiempos de transfugismo, traiciones, ventas y compras de conciencias, demagogia y de contrabando político e ideológico. El Partido Cambio Democrático (C.D. por sus siglas) en el poder aparte que controla el aparato del Estado, controla medios de comunicación (televisivos, radiales y prensa escrita). El canal de televisión 35 Plus se ha convertido en la avanzada y tribuna del gobierno para atacar a todo potencial adversario. Su programación basada en llamados “programas de opinión” es en realidad la voceria del gobierno, donde solo se escucha la voz de periodistas y otros que no lo son, dedicados a defender a capa y espada la gestión gubernamental.

Sospechosamente quienes participan con sus llamadas al aire son personas que apoyan y simpatizan con el gobierno, igualmente los invitados son funcionarios de gobierno, miembros del Cambio Democrático o sus aliados. La demagogia con que defienden al Presidente y el gobierno, presentándolo como un “Robin Hood Moderno” que lucha contra los empresarios que no pagan impuestos o una suerte de gran reformador que moderniza el país frente a “partidos políticos de oposición, sociedad civil, movimientos sociales, sindicales, gremiales y sus dirigentes” que lo quieren impedir son parte de la campaña de ataque, exclusión, persecución, mentira y engaño del actual gobierno.

La pretensión de que Cambio Democrático sea el único partido, la continúa represión y persecución a todo disidente y opositor y la campaña de compra de diputados en la Asamblea Legislativa son claras muestras que nos deslizamos a una dictadura de derechas, autoritaria, personalista y centralista con un corte de mafia al mejor estilo italiano. Solo faltan dos años para las elecciones. Con un gobierno envuelto en casos de corrupción de perfil internacional, una oposición atrapada en un laberinto de peleas intestinas y un movimiento popular, social y de izquierda sin consolidarse para ser real opción de poder nos enfrentamos a un futuro incierto y abierto a cualquier posibilidad.

Los mafiosos de turno se quieren perpetuar en el poder y tal vez ni siquiera el desgaste natural de los cinco años de gobierno o los interminables escándalos y sobresaltos hagan la mella suficiente para impedir que repitan. En anteriores artículos, notas y reseñas terminó con un llamado a la unidad, a que el pueblo reaccione, se quite la venda de los ojos y que construya una real opción de poder. No lo haré. Sencillamente la gran mayoría del pueblo no aprende ni ha aprendido la lección. Vuelvo a ver y escuchar a conocidos y amistades que aún se mantienen en estos partidos politiqueros viendo a quien apoyan. Creo que hay un casi generalizado masoquismo, oportunismo, falta de autoestima e identidad y un primitivo y elemental análisis de que este o el otro candidato hay que apoyarlo por que así salgo beneficiado con un algún puesto, prebenda o canonjía. Parece que en el 2014 la gran mayoría escogerá a su nuevo verdugo. Por lo tanto, hago un llamado a que pongan su cabeza rápido en la guillotina y en buen panameño aguanten callados los próximos cinco años de des-gobierno. He dicho.