1- Artículo: "Juche (Socialismo al Estilo Coreano) y Songun (Priorización de los Asuntos Militares)."*
¿Qué es la clave del socialismo coreano que ha venido registrando en su historia sólo las victorias y las glorias? Después de la II Guerra Mundial en la escena internacional existió durante largo tiempo la guerra fría entre el socialismo y el capitalismo, pero no hubo un país como Corea que enfrentó a EE. UU., cabeza del imperialismo mundial, por más de 60 años. Para colmo del mal se concentró en este país asiático la ofensiva general de las fuerzas aliadas imperialistas encaminada a exterminar completamente el socialismo en la tierra después de su desmoronamiento en varios países. Así la península coreana vivió continuamente los momentos críticos de inminente estallido de la guerra. Es precisamente Songun (Priorización de los Asuntos Militares) que posibilitó sobrepasar esta larga y grave prueba histórica.
El Presidente coreano Kim Il Sung (1912-1994) que tempranamente presentó la original idea del Songun de que el destino del país, de la nación y las masas populares depende del fusil y preparó las tradiciones de Songun fortaleciendo de esta manera a las fueras armadas y dirigiendo a la victoria el socialismo de Corea. Según la línea de desarrollar paralelamente la edificación económica y la de defensa se preparó una poderosa industria de guerra y se llevó cabalmente a la práctica la línea militar de convertir todo el ejército en un ejército de cuadros, modernizarlo, armar a todo el pueblo y fortificar todo el país. Con esta poderosa fuerza militar el pueblo coreano pudo construir magníficamente un Estado socialista a su modo en medio de las invasiones y provocaciones militares imperialistas ininterrumpidas que continuaron por decenios.
El Dirigente Kim Jong Il estableció como el principal modo de política socialista el Songun cuya justeza y vitalidad fueron comprobadas a través de un largo trayecto histórico. Esto quiere decir que fue preparada la eterna garantía para la victoria del socialismo coreano. La política del Songun es una espada poderosa que permite a Corea lograr siempre victorias en el enfrentamiento con el imperialismo. Esta política considera el fortalecimiento de las fuerzas militares como el más importante de los asuntos del Estado y gracias a ella el ejército coreano se ha preparado como el más fuerte e invencible en lo ideológico y su convicción, dotado de las armas modernas de defensa y ataque, haciendo del país un baluarte inexpugnable.
Por contar con tan poderosas fuerzas militares Corea lleva a su modo la revolución y la construcción según su ideología y decisión y de acuerdo con su realidad concreta y sus intereses en la situación compleja y aguda del mundo. De ahí que ni EE.UU. que se autodenomina “única superpotencia” e invade a su albedrío a los países que le desagradan ignorando el derecho y costumbres internacionales reconocidos, se atreve a tocarla. EE.UU. se vale de todos los métodos y remedios para aislar y estrangular a Corea, pero la posición y autoridad de ésta se eleva día tras día en la escena internacional.
En los últimos años más de 20 países incluyendo los de la Unión Europea U.E. que antes le volvían espaldas a Corea o la veían con hostilidad, establecieron con ésta las relaciones diplomáticas. En las tribunas mundiales, sobre todo de la O.N.U., pesan mucho las voces coreanas que acusan severamente la hegemonía y la arbitrariedad del imperialismo y abogan por la independencia de cada país y nación.
La política de Songun es un arma poderosa de la construcción de una gran potencia socialista próspera en Corea.
En estos últimos años el derrumbe del mercado socialista mundial, el bloqueo económico por EE.UU. y las catástrofes naturales sin precedentes puso a Corea en pésima condición, pero su pueblo no se empeñó sólo en superar las dificultades económicas o activar la economía. Cuando el mundo la miraba con preocupación el Dirigente Kim Jong Il presentó, a partir del principio de Songun, la meta de lucha de construir una gran potencia socialista próspera y la nueva línea de la edificación económica de dar prioridad al desarrollo de la industria de defensa y paralelamente promover la industria ligera y la agricultura. Enarbolando más alto la bandera del Songun los coreanos se levantaron como un solo hombre en la construcción de una patria próspera.
Al materializarse plenamente la política de Songun que presenta al Ejército Popular como la fuerza medular y el núcleo central, fue creado entre los soldados el espíritu del militar revolucionario, caracterizado por el de defensa con la vida al Líder, de materialización incondicional de las órdenes del Comandante Supremo y de sacrificio heroico. Al seguir todo el pueblo la idea y el estilo de lucha del ejército, en el país prevalecen el ímpetu revolucionario y la voluntad de superar dificultades, que trae alivio al pueblo y la activación de la economía. Gracias a que el ejército se encarga de las ramas difíciles e importantes de la economía y construye innumerables creaciones monumentales ejemplares del nuevo siglo, se registran grandiosas transformaciones. Las tierras cultivables del país se arreglaron como parcelas estandarizadas de gran dimensión y por doquier se levantaron las centrales eléctricas. Se construyeron muchas fábricas modernas y las ciudades y las aldeas se convierten en un paraíso socialista. Ahora en Corea despunta el alba de la gran potencia próspera. Con la política del Songun la Corea socialista logrará para siempre victorias.
2- Artículo: "Los Buques Piratas Norteamericanos “Sherman”y “Pueblo”en el Río Taedong."
En el río Taedong que corre por la parte céntrica de Pyongyang, capital de la RPD de Corea, salta a vista un barco espía armado estadounidense “Pueblo”, anclado cerca de donde se halla la lápida al hundimiento del buque invasor igualmente yanqui “Sherman.”
El “Sherman” sepultado en el río Taedong.
La agresión de Estados Unidos a Corea tiene una historia de no menos de 140 años. Se inició a mediados de agosto de 1866 con la irrupción del barco “Sherman” en el río Taedong. Los invasores yanquis que llegaron por el río hasta las cercanías de la ciudadela de Pyongyang, en lugar de aceptar la exigencia de la parte coreana de retirarse de inmediato, se entregaron con cañonazos y disparos a asesinatos y saqueos. Los pyongyaneses, muy indignados, acabaron por hundirlo a través de un ataque con fuego. La lápida al hundimiento del barco “Sherman” erguida a la orilla del río Taedong es un monumento histórico que transmite la victoria en el primer enfrentamiento contra los norteamericanos.
El “Pueblo” llevado al río Taedong.
El 23 de enero de 1968 el barco espía armado estadounidense “Pueblo” fue capturado en las aguas jurisdiccionales de la RPD de Corea. Tan pronto como se produjo el caso, todo el mundo hirvió como si fuera una caldera. Estados Unidos amenazó a la RPD de Corea con “propinar ‘represalia’ si no se lo devolviera de inmediato” y tomó medidas militares de movilizar tres portaaviones y otras enormes fuerzas armadas. No pocos países se preocuparon por el destino de la RPDC, y hasta un país grande considerado aliado de éste le “aconsejó” la devolución del barco. Pero, la RPDC declaró que respondería a la “represalia” con la represalia y a la guerra total con la guerra total.
Todo el mundo se puso a observar cómo sería resuelto el problema del barco.
Hoy se transmite una parte de conversaciones sostenidas entonces entre los dirigentes de Corea en materia de ese problema. El Presidente Kim Il Sung, Comandante Supremo de las fuerzas armadas coreanas preguntó al Dirigente Kim Jong Il que hacía pocos años había comenzado a trabajar en el CC del Partido del Trabajo de Corea qué decisión tomaría al respecto si era el Comandante Supremo. A lo cual éste respondió enseguida. No pondré jamás en libertad a los tripulantes antes que los yanquis nos presenten el acta de capitulación. En cuanto al barco, no se lo devolveré aunque nos la entreguen, puesto que es nuestro botín. Lo llevaré en el futuro al museo para explicar a las generaciones venideras que es un barco yanqui que hemos capturado.
El asunto del barco se resolvió según su decisión. Estados Unidos entregó a la RPD de Corea la carta de disculpa en que le daba la garantía de no repetir la irrupción en sus aguas jurisdiccionales; los tripulantes fueron puestos en “libertad” en forma de deportación y la embarcación se quedó como trofeo en posesión de Corea. Este navío fue llevado al río Taedong y es anclado cerca del lugar donde está la lápida al hundimiento del barco “Sherman”.
Lecciones que dan los casos de dos embarcaciones.
La lápida al hundimiento del “Sherman” y el barco “Pueblo” a su lado son “famosos” objetos de visita tanto de los coreanos como de los turistas y otros extranjeros. En el curso de la visita, ellos se dan cuenta de que la agresión de Estados Unidos a Corea tiene una larga historia, en esta ininterrumpida invasión los yanquis sufrieron cada vez derrotas ignominiosas; si no desiste de su política hostil y de su intento de intervención y agresión aumentará cada vez más el número de tan singulares “objetos exhibidos” en el río Taedong. En particular, los gobernantes de Estados Unidos deberán tener bien presentes las lecciones que dan los casos de sus embarcaciones.
3- Artículo: "Previsión del Presidente Kim Il Sung y la Corea Socialista."
Al margen de la orientación clarividente del Presidente Kim Il Sung (1912-1994) es inconcebible la realidad actual de la Corea socialista que avanza triunfalmente desafiando todo tipo de pruebas y dificultades.
Con miras al lejano futuro de la construcción socialista.
En los primeros días de la edificación de la patria el Presidente presentó y realizó la línea de construir un Estado socialista centrado en las masas populares por primera vez en la historia nacional de cinco milenios, y la RPD de Corea ha podido marchar por el camino socialista durante más de 60 años desde su fundación.
Después de la Guerra Coreana (1950-1953) desatada por Estados Unidos y que redujo todo a cenizas, el Presidente trazó la línea principal de la construcción económica socialista consistente en dar prioridad al desarrollo de la industria pesada y al mismo tiempo desarrollar la ligera y la agricultura a fin de levantar un poderoso Estado socialista sobre las ruinas de la guerra. En aquel entonces EE. UU. decía que Corea no podría ponerse de pie ni en cien años. El pueblo coreano realizó proezas milagrosas al terminar en 3 años la rehabilitación y la industrialización socialista en 14 años.
En la segunda mitad del siglo pasado, cuando varios países socialistas menospreciaban la labor ideológica atribuyendo gran importancia solo al estímulo material en la construcción económica, el Presidente, en consideración a las consecuencias negativas de esa tendencia, hizo priorizar en su país la labor ideológica, la transformación del hombre. Como resultado Corea ha podido mantener la bandera socialista, aun después del fracaso del socialismo en aquellas naciones.
En virtud de la previsión que tuvo el Presidente al trazar entre otras la línea de construir el Estado independiente, autosostenido y autodefensivo, Corea ha podido avanzar triunfalmente por el camino socialista. Todas las estrategias y políticas presentadas por él incluyendo la línea de las tres revoluciones ideológica, técnica y cultural testimonian su clarividencia y sirven de guía imperecedera en la realización de la causa socialista.
Combinación de los intereses inmediatos y fundamentales de la revolución.
El Partido del Trabajo y el pueblo de Corea tropezaron con difíciles y complejos problemas en el proceso revolucionario para la construcción del socialismo centrado en las masas populares, por primera vez en la historia humana. El Presidente Kim Il Sung los arrostró teniendo en cuenta no solo las demandas inmediatas de la realidad sino hasta las perspectivas de la construcción socialista.
A raíz de la liberación de la ocupación militar japonesa él efectuó una serie de reformas democráticas tales como la reforma agraria y la nacionalización de industrias importantes, conforme al deseo popular y la situación de aquel tiempo y con miras al futuro de la revolución. Como resultado las tareas de la revolución socialista como la cooperativisación agrícola y la transformación socialista del comercio y la industria privados pudieron realizarse en 4 ó 5 años después del cese del fuego a comienzos de la década de 1950.
En los 1960 los imperialistas intensificaron las maquinaciones agresivas contra los países socialistas, al provocar la crisis del Caribe y el incidente del Golfo de Tonkin, y en el seno del movimiento socialista del mundo apareció el oportunismo. Frente a la situación creada el Presidente planteó la línea de desarrollar paralelamente la construcción económica y la de defensa nacional e hizo mantener con firmeza los principios socialistas en la administración económica desarrollando con rapidez la economía, al conjugar estrechamente los intereses inmediatos y los fundamentales de la revolución.
Es muy impresionante el hecho de que la RPD de Corea se puso a aplicar el sistema de asistencia médica gratuita en el período de la guerra pasada. El Presidente se atrevió a hacer grandes inversiones a este fin cuando necesitaba movilizar todas las potencialidades del país para la victoria en la guerra. E hizo reiterar del frente a los estudiantes universitarios para que reanudaran el estudio y elaborar diseños de la rehabilitación y construcción posbélica. En todo el proceso revolucionario el Presidente no se limitó a resolver solo los problemas apremiantes que esperaban el pueblo y la realidad, sino también las perspectivas para la prosperidad eterna de la nación y la victoria de la causa socialista.
Preparación de los fundamentos eternos del país.
Los poderosos fundamentos político, militar y económico de la Corea socialista no se alcanzaron fácil y espontáneamente. Desde el primer período de la construcción de la nueva sociedad el Presidente Kim Il Sung fortaleció y desarrolló continuamente el Partido del Trabajo de Corea como el organizador e orientador de todas las victorias del pueblo. Asimismo dirigió mucha fuerza al incremento de las fuerzas de defensa nacional convirtiendo al Ejercito Popular en un ejército invencible. Logró hacer que la unidad del Partido, el Ejército y el Pueblo alcanzara el máximo nivel. Las fuerzas políticas y militares de la Corea socialista le permitieron vencer cualesquier pruebas y dificultades.
A mediados del siglo pasado, cuando los chovinistas de gran potencia le forzaron la incorporación al “CAME”, el Presidente no lo aceptó y mantuvo de modo consecuente la línea de construcción de la economía nacional independiente. Así fue como se preparó la firme base de la economía independiente, capaz de superar cualquier “sanción” y “bloqueo” del exterior. El poderío del cimiento echado por el Presidente en todos los terrenos político, militar y económico se manifestó plenamente en la realidad coreana: Este país mantiene la bandera socialista arrostrando con valentía a la ofensiva antisocialista que intensifican más las fuerzas aliadas imperialistas a partir de fines del siglo pasado. El lanzamiento de su satélite artificial de la Tierra es una muestra de su gran poderío político y militar, su potencial científico - técnico y su capacidad económica. Hoy se le abre un nuevo período de viraje en la construcción de la gran potencia próspera.
4- Artículo: "Balance de Bush en el Enfrentamiento Nuclear con Corea."
Han terminado los ocho años de mandato de Bush, que eran la continuación de insoportables días para mucha gente del mundo. Fue registrado en la historia de su país como el presidente más deplorable y fracasado. Dejó serias lecciones en muchas cosas, incluyendo en el enfrentamiento nuclear con Corea.
Cambió de cuajo de la política de su precedente sobre Corea.
Antes de que Bush tomara el poder, o sea a fines de la administración de Clinton, las relaciones Estados Unidos – Corea eran optimistas. El Acuerdo Básico EE. UU. – Corea aprobado en octubre de 1994 para resolver pacíficamente el “problema nuclear de la Península Coreana” estaba en cumplimiento. En octubre de 2000 el enviado especial del Máximo Dirigente coreano Kim Jong Il visitó Washinton y después la secretaria del Estado norteamericano Albright visitó Pyongyang para gestionar una visita de Clinton a ese país asiático. Parecía que empezaban a deshelar las relaciones de enemistad de ambas naciones, que perduraban por más de medio siglo.
Pero esa tendencia se desvió con la aparición de la administración Bush. Tan pronto como ocupó la casa blanca, el nuevo inquilino ofendió a Corea calificándola de “Estado villano” y comenzó un “reexamen total” de la política sobre Corea. La declaró como “enemigo No.1” tratando de anular el Acuerdo arriba citado. No vaciló incluso en abusar del “incidente de 11 de septiembre” contra Corea. A pesar de que ésta hizo pública su posición de principio de oponerse a todo tipo de terrores la tildó de “país patrocinador de terror” y declaró a la prensa que el próximo objeto de su “represalia antiterrorista” después de Afganistán “podía ser Corea del Norte”. Desde el primer año de su mandato ha llevado las relaciones de ambos países de mal en peor. Al respecto Albright dijo que “la política sobre Corea de la administración de Bush la desilusionó”.
Consecuencias de las palabras “eje del mal”.
En 2002 Bush, en su “mensaje por el Año Nuevo”, definió a Corea como “país que forma parte del eje del mal”. Poco después la definió con objeto de ataque nuclear y anuncio lanzarle el primer golpe. Las maquinaciones norteamericanas para aplastarla llegaron a su cenit en octubre del mismo año con motivo de la visita a Pyongyang de Kelly como enviado especial de Bush.
El insistió sin ton ni son en que Corea impulsaba un “plan de uranio concentrado”. La parte coreana afirmó que ella tenía el derecho a poseer no solo armas nucleares sino también otras más poderosas ya que EE. UU. la amenaza con armas atómicas. EE. UU. lo interpretó como el reconocimiento por Corea de un plan de armas nucleares. Esta insistencia, siendo tan porfiada como era, produjo en el mundo sospechas sobre el fin que perseguía.
A mediados de noviembre del mismo año Norteamérica publicó la suspensión del envío de aceite pesado a Corea, el único artículo que venía ejecutando del convenio, lo que dio lugar a que Corea levantara la congelación de sus equipos nucleares. A principios del año siguiente, o sea 6 de enero de 2003 la OIEA, bajo la instigación estadounidense, aprobó una “resolución” contra Corea abandonando el principio de la imparcialidad que debe observar como organismo internacional. Seguidamente su jefe dirigió un ultimátum a Corea diciendo que si no la ejecutaba dentro de algunas semanas, pasaría el problema al Consejo de Seguridad de la O.N.U. para aplicarle sanciones. Enseguida (10 de enero) el país amenazado respondió declarando oficialmente su retirada del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. El periódico norteamericano “Washington Post” escribió: “La política sobre Corea de la administración Bush es una chabacanería, un gran fracaso, un bulto de errores. Es la revelación de una diplomacia afectada por una desición errónea y ejecución inmadura”.
Acabaron de hablar como rozando sobre el abandono nuclear anticipado.
Corea opuso la super dureza a la dureza norteamericana y le exigió reconocer y corregir sus errores políticos. Hizo propuestas magnánimas e innovadoras para resolver por vía pacífica el “problema nuclear”. Como resultado en agosto de 2003 se iniciaron negociaciones a seis bandas (Norte de Corea, EE. UU., China, Rusia, Japón y Sur de Corea”.
El Norte afirmó su voluntad de abandono nuclear según el proyecto de solución simultánea y global cuya meta final era la desnuclearización de la Península Coreana, y aclarando que él podía pasar a cumplir medidas de la primera etapa, expuso una serie de medidas racionales, lo que recibió la simpatía y comprensión de la mayoría de los participantes.
Pero EE. UU. insistió solo en “el abandono nuclear anticipado” que la parte coreana no podía aceptar nunca jamás. En realidad el problema nuclear entre EE. UU. y Corea es el producto directo de la política de enemistad del primero contra Corea. Como la “crisis nuclear” fue producida debido a la amenaza nuclear norteamericana es lógico que terminen esa amenaza para la solución pacífica del problema.
Sin embargo, EE. UU. repitió solo el abandono nuclear anticipado y tras el telón de negociaciones aceleraba preparativos para aplastar al Norte con la fuerza. Tal vez ignorara que tal método no pasaba para amedrentarlo. El periódico norteamericano “Herald Tribune” escribió que “la administración Bush no tiene un plan ideal aceptable para el Norte de Corea sino un erróneo conocimiento sobre su gobierno”, y continuó que “le era necesario conocer exactamente a su Dirigente y su sistema político”.
Debida consecuencia de la traición a la buena voluntad.
La administración Bush debía haber sacado lecciones del fracaso de su política sobre Corea en el primer mandato y hacer una nueva partida. El gobierno coreano manifestó que si EE. UU. reconociera el régimen político de Corea y no interviniera en sus asuntos internos abandonaría la posición antinorteamericana tratándolo amistosamente y le exigió al entrar en el segundo mandato, que aclarara su postura pero parecía que lo tomó como una expresión de la debilidad pues en su discurso de toma de poder y el “mensaje por el Año Nuevo” él tildó a Corea de “base delantera de la tiranía” y señaló que contra ella no descartaba el uso de fuerza. Fue la declaración de que no coexistiría nunca con ese país peninsular.
Corea tomó una revolución drástica. El 10 de febrero de 2005 declaró que puesto que EE. UU. patentizó su propósito de acabar con el régimen de Corea con armas nucleares, tendría su propio parque nuclear para defender su ideología, su régimen, la libertad y la democracia. ¿Qué trajo el rechazo a la benevolencia? El Instituto de Problemas Políticos Internacionales de EE. UU. en un articulo de su órgano “Foreign Policy Focus”, comentó: “Bush trató muy groseramente a Corea en el terreno militar y diplomático lo que la hizo poseedora de armas nucleares”.
Golpes sufridos al amenazar a Corea.
Entrando en el 2006 la administración Bush apretó más a Corea. Trazó un nuevo plan de operación militar muy aventurero con ataques anticipados como el contenido principal y aceleró preparativos para llevarlo a la práctica. Lo más peligroso era que inició los ejercicios bélicos conjuntos “RIMPAC-2006” efectuados con la movilización de enormes fuerzas militares aliadas y equipos bélicos sofisticados precisamente el 25 de junio, día en que desató la Guerra Coreana hacía 56 años. Parecía que Bush pensó que Corea cedería y se rendiría ante su “diplomacia de buque de cañón” y la estrategia de temor. Como respuesta a la extremación de esa política de enemistad, Corea realizó un ensayo de lanzamiento de mísiles. El hecho llevado a cabo el 4 de julio, “día de la independencia norteamericana” puede decirse que era una advertencia de que un ataque norteamericano le sería fatal.
El 9 de octubre, antes de que se recuperara de ese golpe, Corea hizo un ensayo nuclear subterráneo. Ante las medidas autodefensivas coreanas, EE. UU. aturdido, propuso al Consejo de Seguridad de la O.N.U. aprobar una “resolución” de sanción y bloqueo contra ella, mostrándose tan frenéticamente como si iba a producir un gran evento. Pero no se atrevió a prender fuego a la mecha de la guerra pro el temor a la fuerza disuasiva de guerra de Corea.
La prensa norteamericana hizo mucho despliegue de esas cosas y comentaron que “El Presidente del Comité de Defensa Nacional Kim Jong Il es el primero de los destacados dirigentes de potencias militares” y “El Presidente del Comité de Defensa Nacional Kim Jong Il es un Dirigente que defiende sus opiniones con dignidad ante EE. UU., emergido como superpotencia en el mundo capitalista, sin tener miedo a lo que saliera”.
Excluir a Corea de la lista de “países patrocinadores del terror”.
Inválida su dureza ante la super dureza coreana, Bush no tenía otra alternativa que la negociación. Era demasiado evidente que no la podía doblegar con fuerza ni violencia. Así el 31 de octubre de 2006 hubo un contacto EE. UU. – Corea en Beijing, China y se reiniciaron negociaciones a seis bandas. Las conversaciones no fueron con el viento en la popa y a toda vela. Washington negó tercamente el abandono de su política de enemistad sobre Corea. Firmaba a desgana declaraciones conjuntas o acuerdos por no poder evitar propuestas racionales coreanas presionado por otros participantes, pero dándose vueltas las negaban. Según el Acuerdo del 3 de octubre de 2007, EE. UU. tenía que poner fin a la aplicación a Corea de la ley de comercio con países enemigos y excluirla de la lista de “países patrocinadores del terror”, pero intentaba evadir su cumplimiento presentando condiciones injustas.
La actitud vil e insolente de la superpotencia imperialista, que no apreciaba los acuerdos internacionales para no hablar de la confianza bilateral, indignó mucho a Corea. En agosto de 2008 ésta por no quitarla de la relación de “países patrocinadores del terror”, declaró que interrumpiría inmediatamente las labores para incapacitar sus instalaciones nucleares y que estaba considerando su rehabilitación. Bush se vio obligado a firmar esa exclusión al cabo de los 8 años, a fines de su mandato, reconociendo su derrota, con tachar con sus propias manos lo que hizo él mismo. El periódico norteamericano “New York Times” reportó que Bush fue derrotado en los 8 años de enfrentamiento nuclear EE. UU. – Corea, citando las palabras del profesor de la Universidad de Harvard Graham Alison de que su resultado fue 0 a 8. Bush dejó mucho que pensar al nuevo presidente y su administración.
* Estos artículos me fueron enviados desde la República Popular Democrática de Corea RPDC. Los mismos fueron traducidos del coreano al español.
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