Aproximación Filosófica al Amor. 19-10-2011.
Por: Samuel Prado Franco.
Lic. en Filosofía, Ética y Valores.
Mgter en Ciencias Sociales.
Profesor e Investigador en Filosofía y Ciencia Política.
Contacto: samuelpradof@gmail.com
“También es bueno amar, porque el amor es difícil. Tener amor un ser humano por otro: esto es quizá lo mas difícil que nos ha sido encomendado; es lo supremo, la ultima prueba y examen, el trabajo ante el cual todos los otros trabajos no son mas que preparación.” Rainer María Rilke. Cartas a un Joven Poeta.
En esta aproximación filosófica al amor no hare una revisión histórica del concepto “amor”, sino hare una reflexión personal de lo que es el “amor”. Parto del hecho de ser un amante de la sabiduría (Filos: amor, Sophia: sabiduría) y de dedicarme al cultivo de la poesía y que a través de estos años de vida universitaria me he impuesto a mi mismo la difícil tarea de definir para mi el amor no solo contando con mi análisis sino con la experiencia de ello. Tomo esta profunda y bella definición que nos da el poeta Rainer María Rilke como punto de partida. Voy a definir el amor de pareja no el amor a Dios, a la patria, a la familia o a uno mismo. Para mi el amor de pareja es el acto supremo del ser humano, es el complementarse, entregarse y unirse dos seres humanos sin egoísmos o individualismos de una manera radical, intima, intensa y profunda. Su nacimiento u origen es divino y humano. Divino en tanto es un sentimiento o pasión que Dios nos ha puesto en el corazón, alma y espíritu para compartir con otro ser humano y Humano en tanto es acción concreta y material que se demuestra a través de palabras, gestos, intercambios y experiencias. Es un sentimiento puramente irracional, noble, bello, apasionado, intenso, vivo, profundo y estremecedor que va más allá de racionalismos, teorizaciones o conceptualizaciones frías y se presenta en lo más íntimo y hondo de cada ser humano.
Amor es complemento cuando la pareja necesita ayuda o auxilio en momentos buenos o malos; es entrega cuando la pareja comparte el acto sexual, los sentimientos, pasiones o intimidades en la totalidad y es unirse cuando la pareja decide convertirse en uno solo para la eternidad. Se puede amar a distintas personas en el transcurso de la vida si, pero cada amor es distinto al igual que cada ser humano amado. No podemos olvidar que cada ser humano es único y distinto en el universo al igual cada amor será único y distinto. Aunque de los amores en general habrá uno en particular que causara una tremenda e inolvidable experiencia y recuerdo y que marcara un antes y después en la vida sentimental de cada uno. Cuando se ama se vive en la totalidad de lo que esto significa. Se puede uno enamorar en días, meses o años entendiendo que esto no significa que ha terminado todo. No se trata solo de un problema de temporalidad sino de espacialidad. Se da en el espacio de la empatia, del conocerse, del compartir, y del quererse. Para mi el amor es un proceso ininterrumpido y permanente y no se consume en la fase del conocerse sino hasta la muerte y mas allá.
Va más allá de la atracción física o el gusto sino es el encontrarse con la parte a la cual uno le falta o tiene carencias. Es como encontrarse con su yo perdido. El amor es una acto libre y voluntario, pero entendiendo que tiene su compromiso, responsabilidad y valor. Muchas veces sucede que por fracasos de pareja anteriores, desilusiones o sufrimientos los seres humanos por autodefensa algo que es normal y entendible se cierran mental y sentimentalmente a volver a amar o sacrifican este sentimiento por una relación de estabilidad y seguridad sin amar a la otra persona. Para amar se tiene que estar en disposición para ello y requiere un autoexamen primero individual y luego de la pareja de que se siente y piensa verdaderamente sin presiones internas o externas. El amor nace de repente y espontáneamente sin ser previamente determinado o pensado. Nace y crece sin pedir permiso. Hay que entregarse a este sentimiento con naturalidad y autenticidad con la firmeza y creencia que es una fuerza poderosa y estremecedora que nace sin avisar. Amar en un mundo como este implica un sacrificio.
Lamentablemente, las condiciones objetivas generales y subjetivas particulares nos impiden amar y reconocer que podemos amar y ser amados. La materialidad, la superficialidad, la banalidad, la falta de principios y valores éticos y morales son los enemigos declarados del amor y a veces nos impiden entregarnos a este sentimiento. Para mi el amor no se reduce a rosas, arreglos florales, chocolates, dulces, un beso, un abrazo, un agarrarse de manos o algunos versos. Esto es apenas una parte del todo. El amor es figurativa y poéticamente para mí “un río de alegría y felicidad de aguas mansas y fuertes que inunda y desborda el alma, espíritu y corazón con temor y temblor llevando la intensidad y la profundidad de la divinidad y la humanidad juntas.” Me he hecho la siguiente pregunta durante estos años: ¿Cómo y cuando reconocer el amor, el estar enamorado y quien es la persona de la cual se esta enamorado? El amor no llega en el momento ideal o sea en el mejor momento de nuestras vidas.
Todo lo contrario llega cuando menos se espera y se busca inclusive cuando uno se resigna o se olvida de poder conocerlo, tenerlo o vivirlo. Se reconoce el amor cuando nos damos cuenta en nuestro interior el cambio de los sentimientos y pasiones que se tiene por la otra persona. Momentos de éxtasis, ensimismamiento, enmudecimiento, perdida de sueño, pensar insistentemente en esa persona, ganas de llorar, soñar con esa persona, sentir la falta de esa persona, ganas de abrazarla o besarla, escribir poesías o el desbordamiento interno de los sentimientos y pasiones. La persona de la cual uno se enamora no es el ideal, imagen o modelo abstracto e ilusorio que nos creamos o tenemos. Al contrario es la persona que uno no se imagina, busca o cree encontrar. Aunque ese ideal en alguna medida se encuentra y corresponde porque no buscamos tampoco a una persona contraria. Buscamos un complemento.
Mi posición será bastante idealista para algunos o tal vez superada por la psicología o la medicina. Pero, al final de cuentas el amor es un ideal que se concreta en la medida que seamos capaces de entregarnos a ese sentimiento dejando atrás autoimpuestos obstáculos. Porque el amor no es fácil es difícil y requiere sacrificios. Yo deseo terminar mi inconclusa aproximación con una concluyente conclusión:
“Te conocí en ese mundo: jardín de flores de amistad y pasión con tu tunica blanca, brillante, transparente corriendo junto al río de aguas mansas y fuertes, te mire detenidamente con asombro y curiosidad. Me pregunte quien eres y de donde eres? Solo vasto una mirada de tus ojos cósmicos, profundos, intensos, negros para saber la respuesta que va más allá de palabras o gestos y se expresa en un abrazo que nos dimos. Fue el momento en que se fusionaron nuestras almas, espíritus y corazones en uno solo. Nos consumimos en el ardiente fuego de la pasión sin egoísmos en ese manto de lunas, estrellas, soles y galaxias que nos cubría. Nuestro único pensamiento, nuestra única idea, nuestro único razonamiento el AMOR. Ese mundo y ese jardín de flores donde soy tú y tú eres yo, donde somos UNO, donde rodeados de viejos árboles sabios que con sus venas nutren nuestras almas, donde somos libres flores y mariposas, donde somos peces y pájaros, donde somos Adán y Eva, el uno para el otro. Donde mi poesía se convierte en palomas de paz y mis versos se consumen en el ardor de tus ojos, donde el viento acaricia tus cabellos, finas fibras de oro y plata, donde tu cuerpo es el infinito y ancho mar, donde estas coronada por luces multicolores. Donde la semilla fértil germina y tus finas manos de porcelana y mármol acariciaron mi corazón como bálsamo y cura. Tu nombre esta escrito en mi corazón cual marca celestial y tu rostro grabado en mi alma en ese instante mágico en que solo vasto una mirada aquel día en que ya no reconocía a mi amada inmortal.
Rompiste las costras que me cegaban, moviste lo inmóvil, despertaste lo dormido, eres temor y temblor, luz en la oscuridad, antorcha en la cueva. Ahora sin miedos me entrego a ti amada inmortal, a tus brazos, a tus manos, a tu cuerpo bajo el dulce canto del Amor y
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