Palabras por el Movimiento Estudiantil en Acto de la Universidad de Panamá por el 50 Aniversario de la Gesta del 9 de enero de 1964.
Compañera Marlenne Sánchez Góngora
Frente Estudiantil Revolucionario 29 de Noviembre
FER-29 / Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
"No es cierto como se ha dicho que no se vive de
dignidad. Se come y se vive de dignidad, cuando a esa dignidad la acompaña el
trabajo y la honradez, y la explotación de nuestras propias riquezas.
Viviríamos así para nosotros mismos, y seriamos un pueblo con patria y con
nacionalidad propia, que quien sabe si es lo que necesitamos. Si llegase al
extremo de que los norteamericanos abandonaran el Canal —muy improbable—
viviremos dignamente explotando nuestros propios recursos: QUE SE LLEVEN SU
CANAL.” Palabras
pronunciadas por el Dr. Octavio Méndez Pereira (1887-1954) pensador y político
liberal panameño, el 15 de marzo de 1947, 9 meses antes del rechazo popular y
social al Convenio de Bases o Filós-Hines.
Fue en enero de 1964, cuando estudiantes del Instituto Nacional se
adentraron en la antigua Zona del Canal, con la finalidad de enarbolar la
bandera panameña al lado de la insignia de los Estados Unidos para reafirmar el
valor de la soberanía de la
República de Panamá sobre la totalidad de su territorio.
50 años después de la infame
embestida del imperialismo norteamericano contra la soberanía nacional, es
justo reconocer la rebeldía innata de la juventud y los estudiantes panameños,
quienes fueron los principales pero no únicos protagonistas de esta Gesta, sino
también el Pueblo en su conjunto.
El Alfa y Omega del enclave
colonial, la también denominada quinta frontera, era como un cáncer, un tumor
dentro del cuerpo de la
Matria. Desde las luchas emprendidas a partir del Incidente Pershing en
1920; el rechazo al Convenio de Bases o Filós-Hines del 22 de diciembre de
1947; la Operación
Soberanía del 2 de mayo de 1958; el movimiento estudiantil y
juvenil bajo la consigna: ¡Más Escuelas, Menos Cuarteles! de mayo de 1958; el Levantamiento
Armado de Cerro Tute y Cerro Banquillo en abril de 1959; la Marcha Patriótica
a la Zona del
Canal del 3 de noviembre de 1959, y
llegando a su mas alto estadio, la Gesta Patriótica y Nacionalista del 9, 10, 11 y 12 de enero
de 1964, fueron el combustible
que movilizó a todo el Pueblo Panameño.
Estos antecedentes históricos de
lucha, que tras varias generaciones fortalecieron la conciencia nacionalista de
nuestro pueblo, lastimado por las humillantes e indignantes cláusulas que nos
impuso el Tratado Hay-Buneau Varilla de 1903, ponía en duda nuestra condición de
nación soberana.
Fue una lucha generacional no
espontánea, heredera de una rica y variada tradición de luchas, no exentas de
reveses. Debemos aquí destacar el papel de la juventud y los estudiantes, quienes
no solo saltaron bardas, subieron postes de luz o tiraron piedras, sino que
escalaron la dignidad y los grados del amor, la entrega, la valentía, el
heroísmo y el estoicismo. Si bien es cierto que bajo otras banderas de lucha y
otras similares a las de esa época, la actual juventud se expresa a través de
las redes sociales, abordando diversos temas como salud sexual y reproductiva,
murales y grafittis, diversidad sexual, discriminación, ecología y
ambientalismo, variadas expresiones musicales, como sus trincheras de luchas.
La Federación de Estudiantes de Panamá F.E.P., conformada por la Unión de Estudiantes Universitarios
U.E.U. y la Unión
de Estudiantes de Secundaria U.E.S. cumplía con el mandato del II Congreso
Extraordinario de la F.E.P.,
celebrado el 12 de diciembre de 1957, en el aula máxima del Glorioso Nido de
Águilas, de reafirmar nuestros derechos jurisdiccionales en todo el territorio
nacional.
Los estudiantes institutores
reclamaban el cumplimiento del Convenio Chiari-Kennedy que establecía que en todos
los sitios públicos de la antigua Zona del Canal se izaran conjuntamente las banderas
de los dos países.
No solo se trataba de izar una
bandera, sino izar la dignidad de toda una Nación. El 9 de enero despierta el
pequeño gigante, el David levanta su honda de dignidad contra el Goliat
imperial. 300 espartanos institutores siembran Matria y cosechan Soberanía. Ya
no seremos colonia, ni protectorado, ni tierra para agredir/ invadir/ perseguir/
saquear a otros, seremos el Istmo de Corintio que soñó el Libertador.
A los mártires y héroes de 1964 se les debe recordar no en el luto, el
dolor o el llanto, sino en la vida de la nación soberana, libre e independiente
que nos legaron, tomando de los versos henchidos de amor patrio de la poetisa Diana Morán, en su
poesía Soberana Presencia de la
Patria deben ser recordados:
“... La sangre de los hombres es historia
viviente
savia que de la muerte se incorpora
soberana presencia de la patria.
... Del hijo acribillado retoñan muchos hijos,
del obrero en el polvo mil obreros regresan,
del semen inmolado toda cuna germina...”
Hago
un llamado a la conciencia de los aquí presentes a través de estas palabras del
dirigente estudiantil y popular Floyd Britton que resuenan ante esta
encrucijada que vivimos y de la cual la juventud y los estudiantes estamos
decididos a dejar nuestra obra redentora: “…Manifestamos
que los patriotas no permitiremos la entrega de nuestra Patria, y antes por el
contrario estamos decididos en todo momento a construirla con el martirologio
propio…”
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