Federico Engels |
Carlos Marx |
Artículo:
Breves Notas sobre las Clases Sociales en el Pensamiento y Obra de Carlos Marx
y Federico Engels.*
Por: Samuel Prado
Franco.
Licenciado en
Humanidades con Especialización en Filosofía, Ética y Valores.
Especialista en
Docencia Superior.
Magister en Ciencias
Sociales con Énfasis en Sociología y Ciencia Política.
Estudiante de la
Licenciatura en Ciencia Política.
Profesor e Investigador del Centro
de Investigación Jurídica. Facultad de Derecho y Ciencias Políticas.
Universidad de Panamá.
Contacto: samuelpradof@gmail.com
Palabras
Claves: Clases Sociales; Lucha de Clases; Socialismo; Marxismo; Leninismo.
Keyboards: Social Classes;
Class Struggle; Socialismo; Marxismo; Leninismo.
Resumen:
En
este artículo haremos una reflexión sobre el concepto de clases sociales y
lucha de clases, analizado desde la concepción política, filosófica e
ideológica del socialismo científico, mejor conocido como el marxismo. En los
200 años del natalicio del abogado, filósofo, sociólogo y economista alemán Carlos
Marx (1818-1883) y de los 150 años de su obra cumbre el Capital queremos rendir
homenaje al genio y maestro.
Abstract: In this article we will reflect on the concept of
social classes and class struggle, analyzed from the political, philosophical
and ideological conception of scientific socialism, better known as Marxism. In
the 200 years of the birth of the lawyer, philosopher, sociologist and german
economist Karl Marx (1818-1883) and the 150 years of his masterpiece Capital we
want to pay homage to the genius and teacher.
Dedicatoria.
A 200 años del
nacimiento de Carlos Marx (1818-2018).
A 150 años de El
Capital (Das Kapital en alemán) de Carlos Marx, su obra cumbre (1867-2017).
A 100 años de la Revolución
Socialista de Octubre, obra de la clase trabajadora, sujeto y artífice de la
historia (1917-2017).
Para hablar de clase o
clases sociales no puedo circunscribirme a El Capital de Marx. Su pensamiento y
obra tiene en el mencionado concepto uno de sus ejes fundamentales/vertebrales.
No se puede hablar de Socialismo Científico, de Marxismo, sin hablar de Engels
y de Vladimir Ilich Ulianov, Lenin. Este último es quien lleva la dirección
política de la primera revolución socialista triunfante en la historia de la
humanidad, la revolución de Octubre, la bolchevique. El marxismo-leninismo
tiene tres fuentes y tres partes integrantes, Marx-Engels-Lenin. Como
cientista/científico social, como académico/intelectual orgánico como Antonio
Gramsci planteara, me adscribo a que el criterio de la verdad es la praxis, la
práctica. En este no seré neutral, si existe tal cosa.
“La
doctrina de Marx suscita en todo el mundo civilizado la mayor hostilidad y el
mayor odio de toda la ciencia burguesa (tanto la oficial como la liberal), que
ve en el marxismo algo así como una “secta nefasta”. Y no puede esperarse otra
actitud, pues en una sociedad erigida sobre la lucha de clases no puede haber
una ciencia social “imparcial”. De un modo o de otro, toda la ciencia oficial y
liberal defiende la esclavitud asalariada, mientras que el marxismo ha
declarado una guerra implacable a esa esclavitud. Esperar una ciencia imparcial
en una sociedad de esclavitud asalariada, seria la misma pueril ingenuidad que
esperar de los fabricantes imparcialidad en cuanto a la conveniencia de
aumentar los salarios de los obreros, en detrimento de las ganancias del
capital.” Vladimir Ilich Ulianov, Lenin. En: Diccionario de
Sociología Marxista. Olmedo Beluche. 1993.
Podríamos hacer de esto
una mera entelequia, una mera repetición de conceptos e ideas, pero en la
realidad política e histórica que vivimos, los intelectuales orgánicos no
pueden ser ajenos o distantes a lo que sucede, pues aquí y ahora se desarrolla
la lucha de clases. Desde el 5 de mayo de 2014 me comencé a hacer una pregunta
¿Por qué la clase trabajadora, obrera, explotada no vota por los representantes
de su propia clase y vota por la clase dominante? ¿Qué elementos, factores,
intermediaciones hacen, motivan, inciden, influyen para que un votante, que en
las coyunturas de lucha, las asume en los centros de trabajo, en las calles, la
lucha de clases, pero ante la urna vota a sus verdugos y explotadores. Será un
tema de conciencia de clase para sí o en sí, de identidad, cultura o valores
obreros, de posición ideológica.
O gravita algo más
peregrino o profundo. Pese a haber dos opciones que con sus diferencias,
similitudes o matices se identificaban o surgían de la clase trabajadora, con
opciones/proyectos de izquierda, alternativos y progresistas, no fueron votadas
mayoritariamente por los/as trabajadores/as, el Movimiento Independiente de
Refundación Nacional MIREN y el Frente Amplio por la Democracia FAD. ¿A qué se
debió el fracaso? Será que ambas opciones/proyectos, pese a entrar bajo unas
reglas y normas electorales que favorecen más, muchísimo más a los partidos
políticos tradicionales-neoliberales, a un modelo y sistema contrario a nivel
nacional, regional o mundial, a no tener en igualdad de condiciones,
participación en los medios de comunicación no lograron convencer/seducir al
electorado.
Pero estas respuestas
no son suficientes para contestar la pregunta: ¿Si los/as explotados/as, le
votan a sus explotadores, es masoquismo, sadismo, oportunismo,
claudicacionismo? Ustedes se preguntaran me salí del libreto? Pues no, Marx fue
siempre un teórico-práctico, y un práctico-teórico, con los pies bien puestos
en la tierra, supo a lo largo de su monumental obra develar aquellos factores o
elementos que detrás son los motores de la historia, y uno de los cuales es la
lucha de clases. Será que la clase trabajadora, de la cual también me siento
parte, pese a que vive la explotación a diario, en lo económico y material no
la concibe como parte de un todo. O sea, no es solo en la parte del salario que
se vive y reproduce la explotación, sino que a través de unos aparatos, medios
y formas más sutiles, que pasan desapercibidas o hasta fantasmagóricas o
invisibles. Las cadenas no son grilletes pesados, son ahora las interminables
redes (in) formadoras de opinión, que en celulares, redes sociales, televisión,
radio, programas de opinión de todos o muchos, para convertirse en lo que
opinan o piensan pocos.
Para mí el problema de
fondo es que las opciones/proyectos de izquierda, alternativos y progresistas
no logran la hegemonía, la capacidad de convencer a la gran mayoría del pueblo,
de la justeza o la verdad de sus ideas y propuestas. Tener la razón sobre/de
algo, no implica tener la batalla ganada, mucho menos la guerra. Hay que
reconocerlo la batalla perdida, es la batalla ideológica. ¿Por qué? No es solo
por no tener control de grandes medios de comunicación, es que parte de nuestra
academia, nuestra intelectualidad orgánica está en un castillo de marfil.
Cumplo con dar mis clases, escribo en el diario, publico el artículo, pero el
espacio de interacción con el sindicato, el gremio, el partido, el barrio, el
movimiento social y popular se perdió.
A parte de que existe
un velado desprecio por el aporte teórico, y lamento decirlo, de nuestras
propias organizaciones, grupos y movimientos, bajo la falsa acusación de
academicismo. No hay teoría revolucionaria sin práctica revolucionaria y
viceversa. Es interesante que analicemos la definición de clases sociales que
nos ofrece El Capital de Marx, Tomo III. Editorial Pueblo y Educación. La
Habana, Cuba. Páginas 888-889:
“El
problema que inmediatamente se plantea es este: ¿qué es una clase? La
contestación a esta pregunta se desprende enseguida de la que demos a esta
otra: ¿qué es lo que convierte a los obreros asalariados, a los capitalistas y
a los terratenientes en factores de las tres grandes clases sociales? Es, a
primera vista, la identidad de sus rentas y fuentes de renta. También de tres
grandes grupos sociales cuyos componentes, los individuos que lo forman, viven
respectivamente de un salario, de la ganancia o de la renta del suelo, es
decir, de la explotación de su fuerza de trabajo, de su capital o de su
propiedad territorial.” En: Diccionario de Sociología
Marxista. Olmedo Beluche. 1993.
Si bien es cierto, Marx
plantea la existencia de dos clases sociales, con intereses opuestos,
contradictorios e irreconciliables, los dueños de los grandes medios de
producción (fabricas, industrias, grandes empresas, latifundios) o sea los
capitalistas, oligarcas, burgueses, hoy empresarios latifundistas, gamonales, terratenientes
y los que venden su fuerza de trabajo, su energía, sus músculos, su cerebro, su
ingenio, su físico por un salario, o sea los/as proletarios/as, los/as
trabajadores/as.
La definición de lucha
de clases que nos brinda Federico Engels en el Prólogo a la tercera edición
alemana de 1885 del libro El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte. Editorial
Progreso. Moscú, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas U.R.S.S. página 8:
“Fue
precisamente Marx el primero que descubrió la gran ley que rige la marcha de la
historia, la ley según la cual todas las luchas históricas, ya se desarrollen
en el terreno político, en el religioso, en el filosófico o en otro terreno
ideológico cualquiera, no son, en realidad, más que la expresión más o menos
clara de luchas entre clases sociales, y que la existencia, y por tanto también
los choques de estas clases, están condicionados a su vez, por el grado de desarrollo
de su situación económica, por el carácter y el modo de su producción y de su
cambio, condicionada por esta. Dicha ley, que tiene para la historia la misma
importancia que la ley de la transformación para las ciencias naturales.” En:
Diccionario de Sociología Marxista. Olmedo Beluche. 1993.
Esta definición pone a
la lucha de clases como una ley de la historia a la par, de la ley de la
evolución descubierta por el científico, naturalista y explorador inglés Carlos
Darwin (1809-1882). Vale la pena plantear que si bien es cierto las clases
sociales, tanto la capitalista como la obrera, les une intereses, identidades,
motivaciones o valores comunes, en sí, no son una sola homogeneidad. Dentro de
sí hay una variedad, mezcla, un mixturado dirían los brasileiros de elementos o
intereses secundarios o menores, que a simple vista son más bien accesorios.
Conclusiones.
Para algunos hablar de
clases sociales o lucha de clases, es algo desfasado o pasado de moda. Una
palabra maldita que invoca infierno, demonios y fantasmas. Pues bien la lucha
de clases y las clases sociales existen independientemente de nuestros gustos o
pareceres. En estos tiempos que se habla de sociedad civil o independientes y
que implícita o explícitamente se quiere negar las clases sociales o la lucha
de clases, el pensamiento de Carlos Marx, Federico Engels y Vladimir Ilich
Ulianov –Lenin- son armas, instrumentos, propuestas de análisis que trascienden
esquematismos, dogmatismos o meras entelequias, para ser la filosofía de la
clase obrera mundial, como la concibieron sus fundadores. Quiero terminar con
las palabras finales de Marx del Prólogo a la primera edición alemana del
primer tomo de El Capital: “Segui il tuo corso,
e lascia dir le gentil.” “Sigue tu camino y deja que la gente murmure.” Dante
Alighieri. La Divina Comedia.
Bibliografía
Consultada y Citada.
1-
Beluche, O. (1993) Diccionario de Sociología Marxista. Panamá: Impresos Tavial.
*Publicado en el Boletín de Informaciones Jurídicas Nº 60, Segunda Edición,
Julio-Diciembre de 2018, del Centro de Investigación Jurídica,
de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, de la Universidad de Panamá:
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