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"Instrúyanse, porque necesitaremos toda nuestra inteligencia. Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo. Organícense, porque necesitaremos toda nuestra fuerza." Antonio Gramsci. Político, Pensador y Escritor Italiano (1891-1937). http://www.gramsci.org.ar/

martes, 31 de enero de 2012

Ensayo: "Biografía y Escritos Fundamentales del Doctor José Daniel Crespo." 31-1-2012.


Ensayo: "Biografía y Escritos Fundamentales del Doctor José Daniel Crespo." 31-1-2012.*

Por: Samuel Prado Franco.
Lic. en Filosofía, Ética y Valores.
Mgter en Ciencias Sociales.
Profesor e Investigador en Filosofía y Ciencia Política.


Dedicatoria: A los maestros, filósofos, historiadores y escritores panameños Ricaurte Soler Batista (1932-1994), José de Jesús Martínez (1929-1991) y Herbert George Nelson Austin (1946-2007) motivadores e inspiradores de mí estudio crítico y materialista de la filosofía e historia panameña.

Agradecimiento: A mi familia, a mis padres Samuel e Iris y a mi hermana Marlen por su ayuda en estos años de estudios, al profesor Pedro Pineda González por su sabio y dedicado asesoramiento de este trabajo, al profesor Franz Poveda por sus consejos y enseñanzas, al historiador, pensador y escritor César del Vasto por su enseñanza crítica y materialista de la historia panameña y a todas las personas que de una u otra forma ayudaron para la elaboración de este trabajo.

Índice.

Introducción.

Capitulo I: Vida y Formación del Dr. José Daniel Crespo.

1.1 Vida.
1.2 Formación.

Capitulo II: Escritos Fundamentales del Dr. José Daniel Crespo.

2.1 Escritos.

Capitulo III: Filosofía Política del Dr. José Daniel Crespo.

3.1 Manifiesto Liberal


Conclusión.

Notas.

Bibliografía.

Introducción.

En este trabajo hacemos un estudio donde planteamos los aportes filosóficos, políticos y educativos de uno de los pensadores liberales más destacados de los primeros cincuenta años de época republicana, el Dr. José Daniel Crespo, esto sin negar que hubo otros pensadores y políticos liberales, pero por motivos del tema, extensión, profundidad y tiempo no vamos a considerar estudiarlos. Nuestro trabajo no es un juicio histórico al liberalismo como doctrina filosófica, política, ideológica, social, económica, educativa y cultural; es la búsqueda de la profunda convicción de este hombre que inspirado en los más nobles sentimientos patrióticos, nacionalistas y morales constituyó una especie de constructor político, ideológico, moral e intelectual de la joven república que aún se debatía en su nacimiento apresurado, sin derramamiento de sangre, pero sí lleno de motivos e intereses políticos-económicos no del todo altruistas y desprendidos. Nuestro trabajo es un intento de adentrarnos de la manera más objetiva, profunda, veraz y crítica no sólo al pensamiento y la obra, sino a la vida de este insigne maestro que constituye un referente ineludible para el estudio de la educación y la filosofía de la educación panameña. Esperamos cumplir con está humilde y delicada tarea de la mejor forma y manera posible. En el primer capitulo trataremos en una forma breve y concreta la vida y formación del Dr. José D. Crespo, donde mencionamos sus cargos en el gobierno y sus títulos académicos obtenidos; en el segundo capitulo trataremos los escritos fundamentales del Dr. José D. Crespo, encontrando que su obra no sólo se limita al tema educativo, sino a la política y la economía, demostrando una faceta intelectual polifacética y por último, en el tercer capitulo trataremos la filosofía política del Dr. José D. Crespo que se encuentra principalmente en su Manifiesto Liberal que es un ensayo de programa y plataforma política, filosófica e ideológica que escribe cuando era Presidente del Directorio del Partido Liberal. En este último capitulo desarrollamos una análisis detallado, profundo y crítico de sus aportes e ideas políticas y su enorme contribución a la renovación del pensamiento liberal.

Es el Dr. José Daniel Crespo que en su preocupación por ver a una joven república sin instituciones fuertes y asentadas en todos los ámbitos político, económico, social, administrativo y educativo, dedico sus esfuerzos a la consecución de tan magna obra y que en la actualidad se yerguen como monumentos viejos, pero con la solidez, presencia y vigencia necesaria con que fueron creados y organizados. Su obra es extensa y multifacética y no sólo se limita a lo que hemos planteado en este trabajo. La economía, la literatura, la historia y la geografía son otras áreas del pensamiento humano que tocó a través de sus obras. En estos tiempos en que el liberalismo panameño sufre la desorientación, la desideologización y la casi extinción como proyecto político-ideológico unitario y coherente y que se debate en la unión con otros partidos políticos, nuestro trabajo quiere sustentar la necesidad histórica de rescatar del olvido los aportes, filosóficos, políticos, educativos, entre otros, que hizo el Dr. Crespo desde el liberalismo panameño, y que gracias a su inteligencia, claridad y visión realista de los acontecimientos históricos y políticos que se suscitaban en su época, logró modernizar, actualizar, regenerar y socializar una doctrina que dejó su huella imborrable en el pensamiento político panameño. Es la inmensa estatura moral e intelectual del Dr. Crespo la que debería ser ejemplo moral para las actuales generaciones de ciudadanos panameños, que en medio de escandalosos actos de corrupción, robo, nepotismo, narcotráfico y violencia que afectan gravemente a la sociedad en su conjunto y que en muchos de los casos se convierten en paradigmas negativos a seguir y que lamentablemente siguen una parte considerable de nuestra niñez y juventud. Fue el firme compromiso de ver una joven república moderna, adelantada y fuerte la que inspiro al Dr. Crespo que siguiendo el camino fecundo de una serie de pensadores y políticos liberales, algunos incluso de la época que le tocó vivir, fue uno de los que, sin lugar a dudas, participó e influyó decisivamente en la vida política, social, administrativa, institucional y cultural de los primeros cincuenta años de época republicana, dejando una huella imborrable y fecunda en cada uno de sus aportes y obras materiales y morales.

Que la obra material y moral del Dr. José Daniel Crespo no sea olvidada por causa del paso del tiempo, la ignorancia, el sectarismo y el desinterés es un compromiso y deber de las autoridades primeramente, pero en especial de nosotros la juventud pensante y actuante que busca y construye una sociedad justa, igualitaria, fraterna y libre como el soñó y trató de construir. El mayor acto de justicia, reconocimiento y honor que las generaciones presentes de panameñas y (os) pudiéramos hacer a este maestro de juventudes, es practicar su ejemplo lleno de virtudes cívicas, patrióticas y morales, en una sociedad en la que faltan más referentes morales buenos a seguir, vivir y practicar.

Capitulo I : Vida y Formación del Dr. José Daniel Crespo.

1.1 Vida.

El Dr. José Daniel Crespo nació en Pesé, provincia de Herrera el 2 de agosto de 1890 y falleció el 7 de junio de 1958. Se desempeño primero en el cargo de Inspector de las Escuelas de la Capital y luego en el cargo de Sub-Inspector General de Enseñanza y de Inspector General de Enseñanza. Paso luego al Profesorado de Pedagogía en el Instituto Nacional, Sección Normal, con las asignaturas de Pedagogía Teórica y Práctica, Sicología, Historia de la Pedagogía, Inglés y Química. Dictó ocasionalmente Pedagogía en la Escuela Normal de Señoritas. En 1932 fue elegido diputado por la provincia de Herrera, pero se vio obligado a exiliarse y en los siguientes años vivió en Centroamérica y México. Desempeño el cargo de Sub-Secretario de Instrucción Pública cuando era Secretario de Instrucción Pública el Licenciado Jeptha B. Duncan. Se reinsertó en la vida educativa del país en 1941 y en 1945 el Presidente Enrique A. Jiménez lo nombró Ministro de Educación. Fue Embajador en México y Ministro de Gobierno y Justicia durante el mandato del Presidente Domingo Díaz e Inspector de Educación, además académico correspondiente de la Academia Nacional de Historia y Geografía de México. El maestro Crespo es parte de una generación que le dio a nuestra patria grandes maestros y valores en materia educativa como: Octavio Méndez Pereira, Cirilo Martínez y Alejandro Tapia Escobar. El maestro Crespo fue un hombre inclinado al debate, y su gestión como Ministro de Educación no estuvo exenta de dificultades.

Era el período en que el movimiento estudiantil hacia exigencias al gobierno nacional sobre la autonomía de la cátedra, como consecuencia de las arbitrariedades de los gobiernos anteriores, que sin respetar al profesor universitario habían provocado una serie de choques que dieron motivo a repetidos movimientos de huelga. Con gran sabiduría el Presidente Enrique A. Jiménez convocó una mesa redonda de la educación, presidida por el Ministro de Educación, José Daniel Crespo, pero con la participación de dirigentes estudiantiles, educadores y técnicos de la educación nacional. De ese comité salió el diseño de todo un programa de la educación nacional, por el cual se establecieron conquistas básicas como la autonomía de la Universidad de Panamá, el respeto a la autonomía de la cátedra, y la Ley 47 de 1946, Orgánica de la Educación Nacional tal vez su mayor contribución en ese terreno. Hombre de ideas renovadoras y progresistas, se introdujo repetidamente en el campo del periodismo con en el ánimo de pronunciarse sobre diversos temas en torno a los problemas políticos, sociales y educativos.

1.2 Formación.

Se graduó de maestro en la Escuela Normal de Varones en 1908. Después de ejercer el magisterio durante varios años, se hizo acreedor en 1910 a una beca, en el primer grupo de estudiantes que estudio pedagogía en el extranjero. Estudio en Inglaterra de donde pasó a la Universidad de Columbia en Nueva York donde obtuvo el Bachiller en Ciencias, con Diploma de Capacitación para la Enseñanza y Especialización en Pedagogía. Recibió el grado de Master of Arts con Diploma de Supervisor y Especialización en Pedagogía. Luego, obtuvo el Doctorado en Filosofía con Especialización en Pedagogía. Su tesis de doctorado versaba sobre la educación en Panamá. Fue el primer educador panameño en graduarse de Pedagogía de los Estados Unidos. Fue influenciado por las teorías pedagógicas pragmáticas de los norteamericanos John Dewey y William Kilpatrick y las teorías pedagógicas socialistas de los rusos Máximo Gorki, Anatoli Lunacharski y Antón Makarenko.

Capitulo II : Escritos Fundamentales del Dr. José Daniel Crespo.

2.1 Escritos.

El Dr. José Daniel Crespo escribió una gran cantidad de obras y artículos sobre temas políticos, filosóficos, educativos, geográficos, literarios y económicos que demuestran su interés, análisis, estudio e investigación por una variedad increíble de temas distintos unos de otros, pero que se hayan interconectados con la realidad. Entre sus obras y escritos se destacan: Políticos: “Manifiesto Liberal” (1951); “El Retorno al Ideal Bolivariano. Conferencia dictada en la Sociedad Bolivariana de Panamá” (1957); Educativos: “La Democratización de las Escuelas y Otros Discursos” (1921) junto al Lic. Jeptha B. Duncan; “Geografía de Panamá” (1928); “En el Día del Maestro. Discursos” (1929); “El Lector Panameño” (1935); “Fundamentos de la Nueva Educación” (1942); Cartas Circulares escritas cuando fungía como Ministro de Educación (1945); “¿Sobre Quién Recae la Responsabilidad de la Educación Nacional?. Conferencia dictada en la Mesa Redonda sobre los Problemas de la Educación Nacional de la Escuela de Temporada de la Universidad de Panamá” (1957); Económicos: “Los Bancos Extranjeros en Panamá (Vistazo a Vuelo de Pájaro)” s.f.; “La Moneda Panameña y el Nuevo Tratado del Canal” (1936); “Sugerencias Hacia un Plan de Reconstrucción Económica en Panamá” (1952) y “La Moneda Panameña” (1953). 

En un discurso pronunciado cuando era Sub-Secretario de Instrucción Pública en 1921 con motivo de la distribución de Diplomas a los alumnos graduados de la Escuela de Artes y Oficios preocupado por la angustiosa situación financiera por la que se atravesaba en el país y la falta de interés de producir y exportar productos de nuestra rica tierra. Señala la positiva influencia educadora del trabajo en la Rusia de los Soviets en general y en particular en el pensamiento y la obra de Anatoli Lunacharsky, Comisario de Educación. Para el educador Crespo, la importancia y la influencia de las profesiones manuales en la transformación social del país se refleja en estas palabras:

“Todos los pedagogos más avanzados de nuestra época están acordes en reconocer la influencia educadora del trabajo manual no sólo como medio de bienestar personal sino como elemento indispensable a la buena organización y a la estabilidad de nuestros organismos sociales y por consiguiente como elemento cultural de gran valor.” (1)

Señala el educador Crespo la necesidad de aprender y poner en práctica la nueva experiencia educativa que se estaba dando en la Rusia de los Soviets. El trabajo en el sistema capitalista es entendido como la forma de explotación y enajenación del trabajador, mientras en el sistema comunista es entendido como la forma de dignificación y transformación humana del trabajador. El trabajador no seria más esclavo y siervo de su trabajo, sino dueño y artífice del mismo. El trabajo no seria la forma de enriquecimiento inmoral de una minoría (burguesía y oligarquía), sino la forma de enriquecimiento moral de una mayoría (proletariado). Para entender con mayor profundidad y claridad está experiencia educativa interesante e innovadora, citamos lo siguiente:

“La educación laboral es la base, la medula de la educación comunista, porque en el trabajo se desenvuelven todas las cualidades intelectuales, morales y estéticas del hombre. Sin el trabajo creador son imposibles tanto el progreso de la producción, de la técnica y cultura, como el desarrollo del propio individuo. Lo más importante en la educación laboral es inculcar el aprecio a todo trabajo socialmente útil, sea manual o intelectual...” (2)

Su preocupación por que la educación laboral o vocacional fuera aceptada con el mismo rango que la educación literaria o libresca es patente. La educación teórica debe tener su contraparte práctica. Si esto no sucede educaremos personas inútiles y parásitas que sólo buscaran trabajos fáciles en una oficina. En nuestras sociedades no sólo se necesitan doctores, ingenieros o abogados. Se necesitan carpinteros, soldadores o electromecánicos por ejemplo. Lamentablemente, en nuestras sociedades se le da mayor privilegio, status o rango social a las profesiones liberales o teóricas y se desprecia a las profesiones manuales o técnicas. Aunque esto no es una regla o situación absoluta, pero en la gran mayoría de las ocasiones se da está lamentable discriminación laboral y profesional. Más adelante en la misma línea afirma:

“No parece sino que nuestra escuela inculcara la errónea creencia de que el fin último de la educación, tanto primaria como secundaria, es capacitar al individuo para que viva del trabajo de los demás. Esta es la dolorosa conclusión a que por fuerzas se llega al ver que, sistemáticamente, como si obedeciesen a una consigna mágica, todo joven que se educa en nuestras escuelas y colegios no aspira a otra cosa que a vivir del empleo que menos fatigas proporcione. Todo joven que recibe nuestra educación en vez de ser un elemento de prosperidad, de producción, es una fuerza viva que se resta a las verdaderas energías de la nación: es quizás un agricultor, un zapatero, un albañil, un buen artesano menos; y en cambio es un parásito más.” (3)

“LA CULTURA y no la EFICIENCIA SOCIAL es el fin ultimo de la educación; y, como si la cultura de los pueblos fuera algo estático, quieren medir las aspiraciones de la vida moderna de hoy día por ideales humanistas del renacimiento y aun de anteriores épocas”. La preocupación del educador Crespo por que nuestra educación humanista, y nosotros agregaríamos escolástica en muchos casos, no llenaba las aspiraciones ni las realidades cambiantes de su época lo conducían a este señalamiento. No podemos negar en ningún momento el papel de avance y mejoramiento que jugo la educación humanista y escolástica, pero está ya no reunía en todo caso las necesidades de nuestros jóvenes. Por consiguiente, la educación se encontraba estancada entre lo viejo y lo nuevo, y de está manera no podía haber avance alguno. La educación técnica o científica no niega la parte humanista de los fines de la educación. Es importante señalar, que el concepto de eficiencia social debe estar presente siempre en la educación, ya que no se puede invertir económica y materialmente, en materia educativa sin esperar que los estudiantes y luego los profesionales no devuelvan a la sociedad con su conocimiento, conducta, trabajo, sacrificio y dedicación este dinero y material invertido en ellos.

“Yo no aspiro a privar a nuestra juventud de ideales, sino por el contrario, aspiro a que nuestra juventud los forme mediante su mayor participación en la vida social de la comunidad. Esto les dará a estos ideales valor real, los convertirá en verdaderos reguladores de la conducta y hará de ellos algo más de lo que han sido hasta aquí, meras formulas teóricas sin trascendencia alguna en la conducta y por consiguiente desprovistos de todo valor”. Para Crespo es en el medio social que las ideas tomarían un valor real y trascendente. Es por medio del trabajo en que el hombre podrá poner en práctica los principios, ideales, valores y conocimientos enseñados y aprendidos en la escuela y trascenderán a su conducta consigo mismo y los demás, permitiéndole ser participe directo de los cambios necesitados por nuestra sociedad. Es para el maestro José Daniel Crespo, la juventud idealista la portadora y ejecutora de los cambios sociales siempre y cuando posea una educación integral y eficiente en lo físico, mental y moral como la garantía segura de su felicidad, bienestar, progreso y engrandecimiento humano. Es la apuesta permanente de la educación como forma de superación y solución de muchos de nuestros problemas políticos, económicos, sociales y morales.

Para el maestro Crespo, la Escuela de Artes y Oficios sería el modelo a seguir en lo que respecta a modernidad, eficiencia y progreso para todas las instituciones educativas ya sean públicas o privadas. La realidad de hoy nos hace reflexionar de cómo una escuela que tuvo tan alto nivel moral y material en otras épocas y que era ejemplo de cultura, patriotismo y disciplina para toda la sociedad ha pasado a ser una escuela tomada por bandas que han traído desorden, droga, violencia y anarquía a sus aulas, afectando gravemente a los que si quieren estudiar, formarse y aprender en el espíritu del maestro Melchor Lasso de la Vega quien en vida fuera uno de sus más ilustres regentes. La educación manual y técnica debe ser más apoyada a nivel gubernamental. En la actualidad, el abandono y descuido de las infraestructuras, talleres, herramientas y materiales de las escuelas técnicas es evidente y lamentable. La improvisación en materia de planeamiento, ejecución y dirección de nuestra educación nos aleja e impide salir no sólo del sub-desarrollo socio-económico, sino cultural. La necesidad de educar y formar estudiantes con un alto grado de conocimiento, calificación y profesionalismo en materia técnica-científica debe ser una prioridad del Ministerio de Educación, ya que por este medio ayudaríamos a una gran cantidad de jóvenes para que accesaran a trabajos dignos y estables y con está opción los sacaríamos de la pobreza en que viven.

Capitulo III : Filosofía Política del Dr. José Daniel Crespo.

3.1 Manifiesto Liberal.

Hay varios ensayos del Dr. José Daniel Crespo que merecen especial atención: en primera instancia está el Manifiesto Liberal (1951), donde plantea todo un programa de gobierno, dentro de la concepción del liberalismo. Se quejaba el maestro Crespo de que en nuestras campañas electorales abundaban los discursos, pero sin que ellos representaran un programa formal para atender los problemas nacionales que debían ser atendidos por quienes aspiraban a alcanzar el poder. Le preocupaban los problemas políticos, económicos, sociales y educativos, pero de igual manera, los compromisos de hacer respetar y cumplir los derechos fundamentales del sistema de la democracia liberal. Crespo no podía concebir otro gobierno que el que resulta como consecuencia de un sufragio transparente que represente las mayorías nacionales; sin embargo, expresaba el temor de que quien llegase al poder por contar con la mayoría del electorado, no resultase por ello lo suficientemente capaz para asumir tal responsabilidad. Consideraba que el éxito de toda gestión gubernamental estaba en el reclutamiento de los más capaces por medio de los meritos académicos y personales y no del amiguismo y el compadrazgo: “El hombre para el puesto, no el puesto para los amigos”.

“Cuantas veces, los compromisos políticos llevan al gobernante a depender de gente improvisada e incapaz”. Para Crespo constituía una ecuación irremplazable el respeto al sistema democrático mediante el respeto a la autonomía de los poderes públicos. Se sentía insatisfecho con el sistema establecido para la selección de los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y del Procurador General de la Nación, por su temor de que ello pudiese establecer un vínculo de compromiso con el primer magistrado de la Nación. Se refería, además, a la Contraloría General de la República y al Ministerio Público, que aún cuando no son órganos del Estado deben exhibir una plena autonomía en el ejercicio de sus funciones. Apelando a las teorías de Roberto McIver en su obra El Monstruo del Estado, Crespo señala que no se concibe la democracia política, sin una democracia social y una democracia económica. El liberalismo debía tener una concepción humanista de la sociedad, y establecer leyes que garantizasen la seguridad social y el trabajo para todos los ciudadanos. En su ensayo llamado Manifiesto Liberal expone, analiza y propone los principios políticos, filosóficos e ideológicos del liberalismo, cuando era Presidente del Directorio Nacional del Partido Liberal.

Motivó este trabajo la convicción inaplazable y urgente del ilustre ciudadano de esclarecer el significado ideológico de democracia y liberalismo dado un incidente en que el Presidente del Directorio Nacional de un Partido Político rechazó el calificativo de liberal y acepto el de demócrata, demostrando la carga ideológica que el calificativo liberal tenia en nuestra sociedad. En su primera parte, plantea la necesidad de precisar los conceptos de democracia y liberalismo producto de la falta de precisión con la cual la mayoría de la población los empleaba. Sin ser un especialista en la materia, realiza un esfuerzo por delimitar dos conceptos que durante su época eran igualmente empleados por la derecha como por la izquierda y que cada grupo, partido o corriente política-ideológica se sentía heredera y depositaria. Aunque para el Dr. Crespo no entra en su análisis los conceptos derecha o izquierda, y al contrario coloca en la misma línea al fascismo, nazismo y al comunismo oponiéndoles a estas corrientes el liberalismo. La publicación del ensayo escrito por el Dr. Crespo en el año de 1951 es muestra clara y precisa de que apenas Panamá en lo particular y el mundo en lo general salían de la nefasta y horrible segunda guerra mundial y el triunfo decisivo de los países aliados.

En su segunda parte, define el concepto democracia en su forma etimológica del griego (demos, pueblo y kratos, autoridad o gobierno) y de la forma clásica como lo definiría el presidente norteamericano Abraham Lincoln “el gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo” y las diversas clases de democracia entre las cuales anota: “Democracia Caníbal”, “Democracia Esclavista”, “Democracia Teocratica”, “Democracia Discriminatoria Racista”, “Democracia Oligárquica Aristocrática o Cesarista”, “Cesarismo Democrático”, “Liberalismo Ejemplar”, “Otras Seudo-Democracias” y “¿Democracia Revolucionaria?”. Sólo por el nombre de algunas de las distinciones sobre democracia que hace nos llama a la curiosidad intelectual por su manera extraña de ligarlas unas a otras. Nos mostramos en desacuerdo con la validez y viabilidad de algunas, ya que evidentemente la democracia no tiene que ver ni por forma ni por contenido con este tipo de corrientes político-ideológicas autoritarias, aristocráticas y fascistas que menciona. Más adelante en su tercera parte expone la evolución democrática y liberal desde los estados-ciudades del norte de Italia, pasando por los enciclopedistas, las revoluciones norte-americana, francesa, española y latino-americana y científico-industrial.

El liberalismo nace en el siglo XII en las ciudades-estados del Norte de Italia como la forma de pensamiento político e ideológico de un naciente grupo social que sustituiría a los señores feudales y que seria conocida como la burguesía. Su poder político, económico y social rivalizo abiertamente con el poder de la iglesia que era considerada el verdadero poder temporal y eterno en el mundo. Los liberales promovieron la división entre el estado y la iglesia. El estado no podía tener una inclinación, simpatía o participación dentro de una religión o iglesia, manteniendo la separación de sus instituciones y obligaciones. La educación en un estado liberal debía ser laica o libre, basada en una moral racional e individual frente a una moral dogmática y colectiva religiosa. La religión debía ser mas una manifestación o vivencia individual e interior que colectiva y externa. El estado liberal laico estaría en la obligación de respetar la libertad religiosa o de culto al igual que la libertad de no profesar ninguna religión o culto como los agnósticos, ateos y no creyentes. En México, por ejemplo, se vivió una de las revoluciones liberales más profundas, sangrientas y largas donde se dio una abierta persecución a la Iglesia Católica y sus miembros, despojándola de bienes materiales y hasta el derecho de usar en público la indumentaria propia de sacerdotes, religiosos y religiosas.

Sobre la libertad política nos comenta el Maestro Crespo una serie de situaciones históricas desde la antigüedad, pasando por el medioevo hasta llegar al siglo XIX, con respecto a la evolución del mundo y de la sociedad, gracias al liberalismo y su influencia política e ideológica. La lucha de lo nuevo y lo viejo, y en este caso de lo liberal y conservador fue un avance para la humanidad en gran medida, sin negar tampoco que lo conservador ayudo a formar toda una época. El utopismo que tiene sus raíces más profundas en la obra República del filósofo griego Platón y se despliega a lo largo de la historia con la Ciudad de Dios del filósofo argelino San Agustín, la Utopía del filósofo inglés Tomas Moro o la Ciudad del Sol del filósofo italiano Tomás Campanella, entre otras, es de suma importancia para el estudio de las ideas políticas o de la ciencia política por su influencia determinante al crear en la mente del hombre preguntas, respuestas, inquietudes o espacios de discusión y teorización al problema de constituir una sociedad y un estado que buscaran la felicidad, el bienestar material, moral y espiritual y la prosperidad general de los hombres, de acuerdo a un plan o programa trazado. Aún en nuestra época las utopías modernas se presentan como salidas u opciones a los problemas generales no resueltos de los hombres, y entre estas la utopía liberal.

En el periodo de los Enciclopedistas y la Revolución Inglesa y Francesa comenzó a constituirse el pensamiento liberal tal cual lo conocemos. La influencia de John Locke, Francois Marie Aurouet Voltaire, Jean Jacques Rousseau y Charles Louis Montesquieu fue decisiva a la hora de esta constitución. La delegación soberana del pueblo de su poder a los gobernantes, la división de los poderes en ejecutivo, legislativo y judicial, la voluntad del pueblo como fundamento único y legitimo de la acción política, entre otras ideas, es un legado de suma importancia al pensamiento liberal en lo particular y a las ideas políticas en lo general. Como afirma Crespo más adelante: “El pensamiento liberal tuvo pues, en los enciclopedistas franceses su máxima y más brillante expresión.” Para el Dr. Crespo, la revolución norte-americana es uno de los pilares más fuertes y elocuentes de la importancia y la vigencia del pensamiento liberal en el mundo, ya que producto de la imposición y la persecución a los habitantes de la colonia que no soportaron más el abuso de las autoridades inglesas y se rebelaron y lucharon contra ellas. George Washington, Thomas Jefferson, Benjamin Franklin, entre otros, tuvieron la visión, la genialidad y la claridad de que la independencia era la única vía para liberar a su pueblo de ese duro y pesado yugo colonial.

La influencia de las revoluciones norte-americana y francesa en las revoluciones latino-americanas es fundamental. Mientras se nos condenaba a ser esclavos y súbditos de reinos que nunca habían solucionado nuestros problemas y que no nos ayudaban en el avance político, social, económico y material de nuestros pueblos y al contrario su único objetivo era el robo de nuestros preciados recursos naturales, las ideas liberales vinieron a ser el soporte o fundamento teórico de nuestras reivindicaciones y luchas por la libertad, igualdad e independencia. La lucha fue sangrienta y dura, y que costo la pérdida irreparable de miles de vidas que fueron entregadas en los campos libertarios de muchas batallas, pero el espíritu indomable y valiente de nuestros pueblos se alzo con la victoria real y definitiva frente a las tropas realistas. Mientras en Europa los movimientos libertarios se alzaban contra la opresión, exigiendo a sus respectivos gobiernos algunos incluso despóticos y feudales como en el caso de Rusia, democracia, libertad y constitución. La Comuna de Paris de 1848 seria el primer intento moderno en la historia de los trabajadores, la nueva clase emergente no sólo de defender sus derechos, conquistas y libertades, sino de aspirar políticamente a la toma del poder. Más que orientados por el liberalismo, serian inspirados e influenciados por una nueva concepción política, filosófica e ideológica conocida como el socialismo.

La libertad económica fue parte integral en el discurso político del pensamiento liberal. La libertad económica que ayudo al enriquecimiento de una floreciente y pujante clase media, pero que no contemplaba el aspecto social. La evolución del sistema capitalista hizo que se introdujera el aspecto social dentro del pensamiento liberal, reconociéndose los derechos sociales del hombre. La revolución científico-industrial acompaño la evolución del pensamiento liberal. La ciencia, la sociología, la economía y la biología que bajo la influencia e impulso de Adam Smith, David Ricardo, Augusto Comte, Charles Darwin y Herbert Spencer hicieron avanzar tremendamente al pensamiento liberal. El nacimiento, fortalecimiento y proyección política, económica y social de los trabajadores como clase social determinó a los pensadores liberales a asumir la tarea de llevar las reivindicaciones de esta clase a la teoría y práctica liberal. La explotación y pauperización tenía que ser resuelto frente a los problemas de convivencia y estabilidad de muchas sociedades y gobiernos que sentían la fuerza y la presencia de los trabajadores en las calles. La falta de soluciones a los problemas de los trabajadores traería consigo una serie de revoluciones y convulsiones sociales sin precedentes.

Las malas condiciones de trabajo en las fabricas y empresas trajo consigo la puesta en práctica de una serie de medidas de reforma social tendientes a humanizar las condiciones de trabajo, pero en sus inicios eran apenas paliativos que no atacaban el fondo de la cuestión. Frente a la influencia política, económica y social de Inglaterra, la filosofía continuaba preservando un lugar de importancia a nivel nacional e internacional. La influencia que comenzaba a ejercer el socialismo como teoría y práctica revolucionaria era evidente y palpable. Karl Marx y Friedrich Engels lanzan su famoso Manifiesto Comunista en 1848 como un escrito que recogía las ideas principales del socialismo y como un programa político, filosófico e ideológico de los trabajadores del mundo para la búsqueda de su liberación y progreso material y moral. El mundo político cambiaba a pasos agigantados por la influencia del socialismo al abrir la oportunidad confiable y real de una opción para los trabajadores. En Francia, Alemania, Italia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, entre otros países, el socialismo tomaba espacios frente a los conservadores que defendían el sistema de explotación, robo, miseria y hambre para los trabajadores y buscaban las formas para mantenerlo así.

En la cuarta parte entra a definir el liberalismo, sus contenidos, normas, el objetivo, la correlación con la democracia, la dialéctica liberal, limitaciones, entre otras. Define el contenido político e ideológico del concepto liberalismo desde un punto de vista moderno y actual desde la siguiente forma:

“El liberalismo en su moderna concepción es, pues, esa actitud mental de selección progresiva, esta tendencia o modalidad espiritual en todos los aspectos de la vida, pero particularmente en materia político-social, amplia, receptiva, plástica, que utiliza en los resultados de la ciencia, apoyada en la técnica de la investigación y aplicación de tales resultados, para la solución de los problemas de la convivencia humana y promover el progreso social, con el bienestar común como única meta.” (4)

Señala la esencia anti-dogmática, anti-estática y evolutiva del liberalismo y que su contenido y normas estarán definidas por los resultados de las ciencias sociales y “puestas al servicio de los problemas de la convivencia humana.” El liberalismo no es una actitud o conducta política concebida como “estrategia oportunista”, “vacía de contenido ideológico” y carente de “normas definidas de acción”. Todo lo contrario, el liberalismo es una concepción política, filosófica, ideológica, económica y social completa y no constituye “un cuerpo estático de dogmas”, sino que siempre se está enriqueciendo con el avance de la humanidad. El liberalismo no debe ser entendido como libertinaje o una forma de escapar de las responsabilidades y deberes. Al contrario, busca que cada individuo sea responsable consigo mismo y los demás. Aquí encontramos una gran similitud con el comunismo. Afirma uno de sus creadores el filósofo alemán Karl Marx que el comunismo estaría siempre evolucionando con el avance de las ciencias y la técnica. El contenido político e ideológico del liberalismo avanzaría de un individualismo a un colectivismo, ya que la exigencia de la historia, el tiempo, la realidad y la sociedad así lo determinaría y exigiría. Para poder acceder a los avances de la tecnología y de las ciencias el mejor camino sería la educación según el liberalismo:

“Y sólo la cultura, producto de una educación adecuada del pueblo, pública, única, gratuita y obligatoria, en síntesis LIBERAL, puede proporcionar, sin violencias ni estridencias sociales, que contrarían su propia finalidad, estas normas evolutivas de feliz convivencia que la humanidad necesita.” (5)

La propuesta educativa liberal buscaba que todas las personas tuvieran acceso a la educación primaria, secundaria y universitaria, ya que está ofrecería la autonomía y personalidad académica, intelectual, cultural y artística necesaria para la emancipación del hombre y la sociedad. Situación que vive nuestro país, ya que los pensadores y políticos liberales promovieron la construcción de escuelas primarias y secundarias, al igual que la constitución de los primeros cursos de nivel universitario en el país. La preocupación de los liberales se vio reflejada en los intentos continuados desde la Secretaria de Instrucción Pública (Ministerio de Educación), la dirección de escuelas secundarias o la Rectoría de la Universidad de acrecentar, fortalecer y modernizar material, moral y pedagógicamente el sistema educativo panameño. Sin lugar a dudas a los liberales se les debe un reconocimiento importante en materia educativa. La correlación y complementariedad entre democracia y liberalismo es importante y no hay contradicción de ninguna especie. Para el maestro Crespo, la relación entre democracia y liberalismo es tan estrecha y firme que el uno no puede existir sin el otro. La relación entre democracia y liberalismo para el Dr. Crespo se da de la siguiente forma:

“El liberalismo es una ideología científica, social, en estrategia de progreso. La democracia es una forma técnica de organización social y política, sin la cual ese progreso no tendría expresión. La democracia es el campo de batalla en que se pone en juego la estrategia del liberalismo para impulsar el progreso social. En efecto, la democracia se refiere más a la forma, al sistema de vida y gobierno. El liberalismo se refiere más al fondo ideológico y doctrinario a que ese sistema da expresión. La democracia es el arte. El liberalismo es la ciencia. Y ambos se confunden en la teoría política, por que la política es la ciencia y el arte de gobernar.” (6)

En el aparte sobre el “Liberalismo, Socialismo, Comunismo” nos mostramos en desacuerdo con el liberal Crespo cuando afirma: “Pero aun aceptando las palabras del gran estratega comunista, (Vladimir Ilich Ulianov Lenín) es preciso advertir que el socialismo y aun su interpretación rusa, el comunismo, miran los problemas sociales a través tan sólo del prisma económico, como si el factor económico fuese el único elemento existente en la vida social de los pueblos”. Si bien es cierto la “estructura económica” en la teoría comunista es un factor determinante en las relaciones sociales, la historia y el avance del hombre no es el único factor que determina las mismas, ya que existe una superestructura filosófica, ideológica, jurídica, religiosa, cultural y artística que interviene en estas relaciones decisivamente. Así que afirmar lo primero es equivocado a pesar de que el pensador alemán Karl Marx afirmara que el hombre es un ser económico por excelencia, ya que la teoría comunista no niega en el hombre los sentimientos, las pasiones o los ideales como parte actuante en el mismo. El comunismo reconoce la parte idealista, moral y subjetiva en el hombre y le da un lugar de importancia a la misma para su desarrollo, crecimiento y evolución. De ninguna manera el comunismo afirma que el hombre es un ser mecánico o sólo sujeto a la estructuras económicas. Crítica al marxismo por la afirmación de que “no es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia”.

A pesar de que las condiciones de vida, afirma Crespo afectan al hombre no son estas las que determinan su conciencia finalmente. Crítica el método que utiliza el socialismo para impulsar el progreso social basado en la imposición y la violencia. No concordamos con el maestro Crespo, ya que revoluciones liberales como la francesa o norteamericana se dieron con violencia y con un saldo tremendo de muertos, heridos y desterrados. A lo largo de la historia, los liberales en Panamá, Colombia, Nicaragua, Cuba, entre otras naciones han creado, dirigido, participado y consumado revoluciones sangrientas y violentas en nombre de la libertad y la democracia. Así que afirmar que el método de la imposición y la violencia es exclusivo del socialismo es falso y anti-histórico. Sólo tenemos que abrir los libros de historia para corroborar que el liberalismo y el socialismo han utilizado la imposición, la guerra, la violencia y la fuerza para tomar, defender y perpetuar sus principios e ideales en aras de la toma del poder político y económico. Para el marxismo, la violencia y la guerra son los productos inevitables de la lucha de clases, ya que la burguesía y la oligarquía en el poder se quieren mantener por todos los medios posibles en el mismo, impidiendo el avance político, económico y social del pueblo, sin importar las muertes, los heridos o las perdidas materiales.

Es la violencia y la guerra revolucionaria y popular el último recurso del pueblo para conseguir y defender sus derechos y conquistas frente a los ricos y poderosos. Son estos los que utilizan el poder estatal y burocrático para perseguir, arrestar, condenar y matar a los que en las aulas, tribunas o las calles se muestran contrarios a su política. Sobre la propiedad privada, el liberalismo reconoce su existencia y defiende la misma constitucionalmente, reglamentando su función social, en base a la justicia. Frente a esto el socialismo busca la abolición de la propiedad privada, ya que esta busca el lucro y la ganancia desmedida e injusta perjudicando a la mayoría y sólo beneficia a una minoría. La socialización de los medios de producción y de la propiedad privada es la solución que presenta el socialismo que busca el beneficio de la mayoría basado en la justicia, la igualdad y el progreso. Para buscar la nivelación y la estabilidad política y social, el liberalismo propone que servicios como el agua, la luz, las comunicaciones, el transporte, entre otros, deben estar en manos del estado o el municipio y no en manos de la empresa privada por lo sensitivo, necesario y esencial en la vida de las personas. Para garantizar que el pueblo tenga la participación política y social en igualdad de condiciones y que sus derechos sean respetados, el liberalismo propone el sufragio universal, el voto secreto, la representación proporcional de las minorías, la libertad de palabra y de reunión, el respeto a la dignidad humana y el derecho y la subordinación de la policía y el ejercito al poder civil.

Todas estas son garantías fundamentales y necesarias para que el ciudadano pueda vivir con libertad, justicia e igualdad sin temor a persecuciones y violaciones de sus derechos y libertades. Es importante mencionar estas palabras del Presidente de Panamá, el liberal Don Domingo Díaz Arosemena en el marco de un discurso que nos habla sobre la democracia económica como complemento de la democracia política:

“Pero convencido el liberalismo de que las mismas libertades políticas son meras fórmulas vacías si no tienen contenido económico, en otras palabras, que la democracia política, carece de sentido, si no existe democracia económica, el liberalismo lucha, y continuará luchando, por la equidad en las oportunidades de educación, trabajo y empresa para todos los panameños, por igual, sin discriminación alguna; y porque el hombre que trabaja, disfrute íntegro del fruto de su trabajo, justamente apreciado, como medio de equitativa distribución de la riqueza.” (7)

Reconoce el Dr. Crespo el aporte del marxismo a las ciencias económico-sociales. La exaltación y dignificación del trabajo realizado por el marxismo que luchó contra la idea del trabajo que era considerado durante siglos como un castigo por los pecados hacen del filósofo alemán Karl Marx uno de los genios del pensamiento y de los más grandes benefactores de la humanidad. Señala más adelante el educador José Daniel Crespo que el liberalismo o democracia liberal no ha podido menos que incorporar en su ideología político-social esta dignificación del trabajo y este anhelo del trabajador por realizar su destino, dentro de las normas funcionales de la democracia. En el aparte “Liberalismo, Fascismo y Nazismo” hace una breve y concreta síntesis de cuales son los principios e ideales fundamentales del mismo y una crítica donde señala los errores y equivocaciones del fascismo. Señala el irracionalismo, el instinto y el pasionismo en que se basa la teoría y práctica fascista que se vuelve una religión que venera la fuerza, la disciplina, el orden, el estado y el líder. Su desconfianza en la ciencia y la razón es evidente al igual que su confianza absoluta en la elite gobernante y el líder visto como un hombre con poderes casi sobrenaturales, déspota y autoritario que gobierna con mano de hierro y sin piedad dominado por el odio racista.

Para el Dr. Crespo el liberalismo no puede ponerse al servicio de los instintos y las bajas pasiones humanas y debe estar al servicio de la razón y los ideales. El liberalismo no niega la parte espiritual del hombre, pero deja está parte a la religión como problema e inquietud. El liberalismo o democracia liberal es sencillamente idealista, no espiritualista. Para el liberalismo, la religión y la fe son problemas e inquietudes individuales y no colectivas y frente a esto el estado es laico o no confesional o sea que el estado protege e instituye constitucionalmente y legalmente el derecho o la libertad de religión o culto, pero no abraza, promueve, defiende y se hace parte de ninguna en particular. Es por esto que la educación pública es laica o no confesional. Más adelante crítica lo que denomina “el mito racista” y tilda como falsa la teoría política, social y biológica de una pretendida superioridad racial de los blancos nórdicos frente a los judíos, gitanos, rusos, entre otros y que constituyó la base o fundamento para la persecución, arresto, deportación y aniquilamiento sistemático en campos de concentración de millones de hombres, mujeres, niños, ancianos y civiles por su raza, religión o nacionalidad.

Para el maestro Crespo, a pesar de la vocación democrática, cívica y pacífica del liberalismo, no ha eximido ni exime de que los liberales defiendan con sacrificio y valor los derechos y las libertades hasta con la vida si es necesario con armas, piedras, palos y golpes. Con estas palabras que hace suyas, el Dr. José Daniel Crespo defiende está firme posición política:

“El precio de la libertad, sostiene el LIBERALISMO, no sólo es constante vigilancia: es además altiva y valiente defensa, en caso necesario. La libertad es derecho; y los derechos no se mendigan, se ejercen y se defienden.” (8)

El partido liberal, señala el educador Crespo, ha recogido y recogerá la rebeldía de la clase media y baja por liberarse de la opresión ejercida por la burguesía y la oligarquía. Sólo en la capacitación de las masas en la justicia de la causa liberal, radica el factor esencial del triunfo del liberalismo, que por su propia ideología rechaza toda sumisión ciega y toda violencia para esclavizar al hombre, aun para su propia felicidad y bienestar. No es la imposición o el autoritarismo, aunque basados en causas justas, renovadoras y nobles los caminos para la felicidad, bienestar y progreso del hombre, sino hacer entender y comprender al pueblo que es el debate, la educación, la cultura y la razón los caminos que nos permitirán a todos el verdadero disfrute de la felicidad, el bienestar y el progreso. Para el liberalismo en teoría y en la práctica, el progreso social y moral se conseguirá sólo por medio de la educación, la cultura y la razón. Con respecto a la educación y su importante papel social y transformador para el progreso y bienestar del pueblo de una forma esclarecedora, el maestro José Daniel Crespo nos señala lo siguiente:

“De aquí que la democracia liberal ponga tanto empeño en la educación del pueblo, pero eso sí, en su educación integral, según las capacidades físicas y mentales de cada cual; es decir, la educación que capacite al individuo para ejercer las funciones de ciudadano libre, en un pueblo libre. La diferencia entre esta educación LIBERAL y la enseñanza impartida en las oligarquías o regímenes totalitarios, estriba en que estos regímenes al ciudadano no se le educa en el verdadero concepto del vocablo: se le instruye, se le entrena, o se le adoctrina, por mejor decir, en el cumplimiento sumiso de las funciones que, como a miembro pasivo de la comunidad se le han conferido.” (9)

La educación como liberación del hombre y de la sociedad de todo tipo de cadenas y ataduras donde se eduque y forme ciudadanos libres y pensantes y no siervos ni vasallos como lo que quiere la oligarquía para seguir gobernando sin ningún tipo de problemas e inconvenientes. Para Crespo, la libertad del hombre se logra cuando lo es en el aspecto mental y espiritual. A su vez, de aquí igualmente, se desprende su confesado pavor (la burguesía y la oligarquía) por la cultura porque hace del hombre un ser libre mental y espiritualmente. Y ser libre espiritualmente es requisito indispensable para serlo política y económicamente, es decir, integralmente en el verdadero sentido del vocablo. Tomando estas palabras que recoge de una forma atinada el maestro Crespo, señalamos que la esclavitud no es sólo física sino mental. Con razón decía el doctor Llorent: “La esclavitud no consiste en arrastrar la cadena. Está en la sangre”. Aboga Crespo por el sistema pluralista de partidos políticos como forma saludable en que la democracia se regenera y se da la alternabilidad en la dirección y orientación del estado, pero lamentablemente la existencia de variedad de partidos políticos no es garantía absoluta de pluralismo ni alternabilidad, ya que los mismos son dirigidos por oligarcas emparentados unos con otros o que tienen negocios en común y que responden siempre a sus intereses familiares y de clase y que en la práctica no responden por las promesas electorales por las cuales la sociedad los eligió.

Los partidos políticos son sus feudos personales y no tienen más utilidad que la toma del poder para ellos y sus allegados. La división de poderes del estado en ejecutivo, legislativo y judicial garantiza la estabilidad y distribución equitativa del poder para que no este en manos de un líder o de un grupo minoritario de personas, según Crespo. La participación de especialistas en temas científicos y técnicos en la toma de posición y decisión de los políticos es necesaria, ya que para tomar las mismas se necesita el debido asesoramiento en temas que por la complejidad y especialidad de los mismos se requiere de conocimiento y experiencia. Nos presenta el maestro Crespo más adelante una posición interesante sobre la tendencia abierta o encubierta de algunos presidentes que bajo la figura del presidencialismo se convierten de hecho en dictadores civiles. El gobierno personalista debe ser superado por un gobierno de instituciones que garantice el retorno al poder político del único, absoluto y verdadero soberano del mismo, el pueblo. El liberalismo plantea la figura del presidente no como un mandamás que todo la sabe y ordena sin consultar, sino de un director, orientador, conductor y coordinador de las instituciones gubernamentales basado y guiado en el fiel y cuidadoso cumplimiento y respeto de las leyes, la constitución, el estado de derecho y la democracia.

Más adelante señala con visión futurista y de avanzada el Dr. José Daniel Crespo, la constitución y organización de una serie de instituciones como por ejemplo, una Junta o Comisión Nacional de Carreteras que estaría integrada por una serie de ingenieros especializados y que tuviera como objetivo principal el trazar y construir las carreteras a nivel nacional, quitando está función al Presidente de la República o de una Junta o Comisión Nacional de Salubridad que estaría integrada por una serie de médicos especializados y que tuviera como objetivo velar y orientar la higiene y la medicina a nivel nacional. Resalta el papel fundamental de los especialistas y técnicos en el fortalecimiento de la funcionalidad y eficiencia del estado. Para la democracia liberal, el pueblo es aparte del soberano, la mayor riqueza, valor y factor económico fundamental de toda la nación. El problema fundamental que nuestro país no ha querido encarar todavía científicamente, es convertir estos ciudadanos teóricos en ciudadanos activos de la nación, sumándolos a su corriente económica y cultural. Propone visionariamente el Dr. José Daniel Crespo la creación y organización de un Instituto de Rehabilitación Campesina para la construcción de viviendas higiénicas y económicas, el cultivo científico del suelo, la venta de sus productos y el establecimiento de pequeñas industrias rurales.

Propone la creación de un Instituto de Capacitación Obrera para levantar el nivel moral, cultural y técnico de la clase obrera. Comparable está institución al actual Instituto Nacional para el Desarrollo Humano que forma en cortos períodos en distintas carreras técnicas a panameños para trabajar en sus pequeñas empresas o industrias. Una preocupación latente en el pensamiento liberal de José Daniel Crespo es en relación a la calidad del material humano y la falta del mismo en el pueblo panameño debido a la pobreza, enfermedad e ignorancia. No importa que tengamos sabios, escritores o artistas importantes, riquezas naturales en abundancia o una posición geográfica envidiable, sino tenemos un horizonte como nación claro, lleno de confianza y optimismo. La falta de desarrollo material y moral de nuestro pueblo impide un avance rápido para unirnos al conjunto de naciones desarrolladas. Una solución práctica, para el Dr. José Daniel Crespo sería exportar de México la idea de un Instituto del Maíz con el fin de solucionar los problemas inherentes a su mayor producción y su abaratamiento. El problema del maíz en México en aquella época ha sido solucionado gracias a las investigaciones y experimentos realizados con semillas híbridas para el cultivo, producción y exportación del maíz.

Para el maestro Crespo, el sistema educativo panameño es uno de los mejores a nivel continental, sino mundial. La ley orgánica de educación es una de las mejores y más avanzadas que existen opina Crespo. En el aspecto reivindicativo de los educadores se dio un gran avance a sus demandas de prerrogativas profesionales y laborales. La creación del Consejo Nacional de Educación, las Juntas Distritoriales de Educación, la Comisión Nacional de Monumentos Históricos y Arqueológicos, el Fondo de Bienestar Estudiantil, entre otras medidas, que se establecieron en la ley orgánica de educación son muestras evidentes del trabajo, dedicación, preocupación e interés del liberalismo en materia educativa. Sobre la Universidad de Panamá, el Dr. Crespo nos señala que los gobiernos liberales realizaron amplios esfuerzos para su consolidación, crecimiento y modernización y al importante papel de transformación social que le asignaron frente a gobiernos oligárquicos y reaccionarios que poco o nada hicieron por nuestra educación superior:

“Dentro del mismo sistema educativo nacional el éxito feliz alcanzado por la Universidad de Panamá se debe, sin duda alguna, a que funciona como institución autónoma independiente, con fondos propios y amplitud y libertad de acción; y todo ello merced a la legislación propugnada y sancionada por el Partido Liberal en el poder cuando le da oportunidad a los especialistas y no esta dominado por el nepotismo de los jerarcas de la oligarquía.” (10)

El fortalecimiento y consolidación del trabajo de atención al niño mediante el Instituto del Niño para evitar y prevenir la delincuencia, el vicio y la miseria desde edad tan sensitiva y delicada. Propone el Dr. Crespo, la creación de un Instituto Marítimo de Explotación Industrial que estudie los problemas correlativos que nuestra condición casi insular y nuestra posición geográfica nos ofrecen y el estudio y presentación de la legislación adecuada a fin de preservar nuestros recursos marinos del contrabando. Con visión futurista cree conveniente el uso de los fondos de la marina mercante que ingresan al fisco en concepto de impuestos para hacer científica la pesca y la conservación y exportación de sus productos y la construcción de naves de cabotaje. Para el maestro Crespo, cada problema que se resuelve, tanto en la vida personal como en la vida de los pueblos, solo consigue abrir nuevas aspiraciones a su espíritu. Desestima a aquellos que creen muerto y caduco el liberalismo, ya que su esencia es renovación y evolución lo que le permite estar siempre vigente y a la par de los tiempos políticos e históricos. Lamentablemente, algunos dirigentes políticos que se consideran o hacen llamar liberales en nuestros tiempos no tienen o no entienden de una manera clara y precisa este pensamiento y mucho menos lo ponen en práctica a la hora de dirigir su partido. Termina este manifiesto el Dr. José Daniel Crespo con las siguientes palabras que muestran su amor, creencia, esperanza y optimismo en la vigencia permanente del liberalismo y del partido liberal: El liberalismo no puede morir, mientras aliente un soplo de humanidad sobre la tierra.

Conclusión.

En este trabajo hemos encontrado a través de nuestra investigación y por lo tanto, concluimos y afirmamos que en general los principales aportes en materia filosófica, política y educativa de los pensadores y políticos liberales en los primeros cincuenta años de época republicana fueron: la lucha por el establecimiento, consolidación y crecimiento de la educación laica, gratuita y universal frente al conservadurismo que luchaba por una educación religiosa; la defensa y el respeto de la libertades y derechos del individuo en materia política, económica, social, educativa, cultural y religiosa contemplada en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano; la separación de la Iglesia del Estado; la modernización, organización, renovación y creación de las instituciones estatales en materia de salud, educación, vivienda, trabajo, bienestar social, obras publicas, entre otras. En particular, el principal aporte del Dr. José Daniel Crespo en materia política, filosófica e ideológica, fue darle al liberalismo panameño un nuevo programa y plataforma de teoría y acción, basado en la tradición histórica del liberalismo, pero tomando en cuenta las particularidades de la realidad panameña. En materia educativa su principal aporte, fue darle a la educación panameña una filosofía moderna y renovadora, basada en el pragmatismo y el socialismo, pero tomando en cuenta las particularidades de la realidad panameña. Su pensamiento liberal y demócrata fue ejemplo de visión de largo alcance para buscar solución a los problemas nacionales y de renovación y mejoramiento para la vida política panameña. Sin lugar a dudas, el liberalismo panameño contribuyó enormemente en la consolidación y crecimiento de la institucionalización no sólo material, sino moral del estado y la sociedad panameña. Pero, el liberalismo panameño como doctrina e ideología filosófica, política, social, económica, educativa y cultural, gracias a la visión adelantada de estos pensadores y políticos que hemos estudiado entra en una fase de renovación, ya que en el mundo se consolidaba el socialismo como una opción política, ideológica, social, económica de una forma atrayente a los trabajadores, campesinos, artesanos, profesionales y oprimidos de la sociedad.

El liberalismo panameño tuvo que incluir en su teoría y práctica las reclamaciones, inquietudes y necesidades de los trabajadores y campesinos en lo que respecta a la igualdad política, económica y social. La preferencia del bienestar económico al bienestar político era latente. El liberalismo paso de ser eminentemente individualista a colectivista, de un liberalismo político a un liberalismo social. Pero, a pesar de los esfuerzos teóricos y prácticos de estos hombres para renovar y poner a la altura de los tiempos históricos que se estaban viviendo la división, fragmentación, la desideologización y degeneración del liberalismo se estaba dando. Pasando de ser el protagonista y actor principal de la vida política, social, educativa y cultural del país quedo siendo un factor de no avance y obstáculo para el desarrollo político de nuestro país. La corrupción, la inmoralidad, el caudillismo, el autoritarismo y el personalismo hicieron mucho daño a la imagen y credibilidad del liberalismo panameño. La gran cantidad de partidos que se auto denominaban “liberales” y que participan en las elecciones era impresionante y aberrante. La unidad y la coherencia de la teoría y práctica liberal se perdía cada vez más en las luchas sectarias, estériles y personalistas. Los aportes del Dr. José Daniel Crespo al pensamiento político, ideológico y educativo panameño son innegables y tangibles aún en nuestros tiempos. El rescate de los principios, ideales, valores e instituciones aportadas por el liberalismo es un deber para las actuales y futuras generaciones. Esperamos que con este trabajo demos nuestro humilde aporte para la consecución de tan noble tarea. Que su vida, obra y pensamiento deba constituirse en la savia ideal, espiritual y moral que debemos beber como agua esclarecedora y vital como la de los grandes patriotas, revolucionarios y pensadores políticos latinoamericanos y panameños Andrés Bello, Francisco Miranda, Simón Bolívar, José Martí, César Sandino, Justo Arosemena, Victoriano Lorenzo, Floyd Britton, entre otros, que como estrellas en el firmamento se nos presentan iluminándonos para el cumplimiento de tan sagrado, necesario, moral y patriótico deber. Que nuestras palabras y discursos pasen a los hechos y las acciones es la tarea inmediata para rescatar del olvido el legado de este gran maestro de la educación.

*Ensayo presentado por Samuel Prado Franco en el Seminario de Filosofía: La Política o Lo Político: Consideraciones desde la Filosofía Política, dirigido por el Prof. Pedro Pineda González para optar por el Título de Licenciado en Humanidades con Especialización en Filosofía, Ética y Valores. Escuela de Filosofía, Ética y Valores. Departamento de Filosofía. Facultad de Humanidades. Universidad de Panamá. 2005.

Notas.

(1) CRESPO, José y DUNCAN, Jephta. La Democratización de las Escuelas y Otros Discursos. Tipografía “Diario de Panamá”, 1921. Pág. 31.

(2) AFANASIEV, Víctor. Fundamentos del Comunismo Científico. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1982. Pág. 252. La cursiva es del autor.
 
(3) CRESPO, José y DUNCAN, Jephta. La Democratización de las Escuelas y Otros Discursos. Tipografía “Diario de Panamá”, 1921. Pág. 33 y 34.

(4)  CRESPO, José. Manifiesto Liberal. Editora La Nación, Panamá, 1951, Pág. 40. El subrayado es del autor.

(5) Ibíd. Pág. 41.

(6) Ibíd. Pág. 42. El subrayado es del autor.

(7) Ibíd. Pág. 47. El subrayado es del autor.

(8) Ibíd. Pág. 56. El subrayado es del autor.

(9) Ibíd. Pág. 58. El subrayado es del autor.

(10) Ibíd. Pág. 73 y 74. El subrayado es del autor.

Bibliografía.

1. AFANASIEV, Víctor. Fundamentos del Comunismo Científico. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1982.

2. CRESPO, José. Manifiesto Liberal. Editora La Nación, Panamá, 1951.

3. CRESPO, José. El Retorno al Ideal Bolivariano. Departamento de Bellas Artes y Publicaciones del Ministerio de Educación, Panamá, 1957.

4. CRESPO, José. Ponencia: ¿Sobre Quién Recae la Responsabilidad de la Educación Nacional? En: La Educación en Panamá. (Mesa Redonda sobre los Problemas de la Educación Nacional) Imprenta Nacional, Panamá, 1957.

5. CRESPO, José y DUNCAN, Jeptha. La Democratización de las Escuelas y Otros Discursos. Tipografía “Diario de Panamá”, Panamá, 1921.

6. MINISTERIO de Educación. Ideario Pedagógico de José Daniel Crespo. Centro de Impresión Educativa del Ministerio de Educación, Panamá, 1990.

miércoles, 25 de enero de 2012

Ensayo: "Aproximación al Aforismo en el Pensamiento Filosófico de Federico Nietzsche." 25-1-2012.

Ensayo: “Aproximación al Aforismo en el Pensamiento Filosófico de Federico Nietzsche.” 25-1-2012.*

Por: Samuel Prado Franco.
Lic. en Filosofía, Ética y Valores.
Mgter en Ciencias Sociales.
Profesor e Investigador en Filosofía y Ciencia Política.

Dedicatoria: Al maestro, filósofo, poeta, crítico y escritor alemán Federico Nietzsche motivo e inspiración de este trabajo y a Don Tomas Lara Guardia y su señora esposa por su ayuda invaluable y desinteresada durante estos años de estudio.

Agradecimiento: A mi familia, a mis padres Samuel e Iris y a mi hermana Marlen por su ayuda en estos años de estudios, al profesor Francisco Díaz Montilla por su sabio y dedicado asesoramiento de este trabajo, al profesor Roberto Arosemena Jaén por sus consejos y enseñanzas políticas y morales, al profesor Franz Poveda por conducirme en el inicio del estudio de la obra de Nietzsche y a todas las personas que de una u otra forma ayudaron para la elaboración de este trabajo.

Índice.

Introducción.

I- Sobre el Concepto de Aforismo y Metáfora.

II- Nosotros los Doctos.

III- El Hombre Loco.

IV- Sobre el Alma de los Artistas y Escritores.

V- Sobre como Terminó Convirtiéndose en Fábula el Mundo Verdadero.

VI- El Anticristo.

Conclusión.

Notas.

Bibliografía.

Introducción.

“Conozco mi suerte. Alguna vez irá unido a mi nombre el recuerdo de algo monstruoso, de una crisis como jamás la hubo antes en la tierra, de la más profunda colisión de conciencias, de una decisión tomada, mediante un conjuro, contra todo lo que hasta este momento se ha creído, exigido, santificado. Yo no soy un hombre, soy dinamita.” Por qué soy yo un destino. Ecce Homo.

Nuestro trabajo tiene como finalidad: proponer una aproximación interpretativa de algunos aforismos de la obra de Nietzsche, crear espacios interdisciplinarios (1) para el debate con relación a su obra y profundizar en la lectura crítica de su obra. Pretendemos, pues, aproximarnos al aforismo en la filosofía de Federico Nietzsche (1844-1900).

Esta tarea no es fácil. Como es sabido Nietzsche despierta en quien lo lee desde una negación completa, pasando a una indiferencia o una total afirmación de ella. Se discute si era o no filósofo, si era un poeta, si fue el autor intelectual del nacional-socialismo, un hombre loco y frustrado o un genio de su tiempo. Desde nuestro punto de vista, el problema fundamental que se desprende de su obra es el lenguaje. Nietzsche utiliza un lenguaje expresivo, profundo, existencial, crítico y provocativo. Expresivo puesto que habla del ser humano que no calla y, al contrario, grita al mundo sobre una realidad que debe contener valores afirmadores de la vida, como: el arte, la música, la danza, la fuerza y la belleza. Profundo, puesto que no admite la superficialidad propuesta por la moral cristiana y socrática, las cuales crean y desvirtúan la realidad humana, al comprometerla con valores decadentes como la caridad, la compasión, la paz y la hermandad. Existencial por cuanto propone un sentido de querer vivir ligado a la tierra, alejado de la imposición de la familia, la sociedad, la iglesia y el estado, creando sus propios valores. Crítico en cuanto rechaza lo que vaya en contra del superhombre y sus valores.

El lenguaje nietzscheano es dinamita pura. Abandona en su totalidad el lenguaje formal de muchos filósofos y adopta un lenguaje rico, alegórico y metafórico que hacen que el lector de su obra participe directamente en ella. Nuestro trabajo consiste en un análisis y exposición de cinco aforismos de algunos de sus principales escritos para tratar de entender la obra de este filósofo que vislumbró un mundo lleno de incertidumbre y frustración, y que asume la tarea de dar una explicación a la crisis de su tiempo, crisis que –por cierto- aún perdura. La tarea que hemos asumido es importante ya que no siempre la lectura que se tiene de Nietzsche es la mejor. En ese sentido, el presente trabajo puede concebirse también como una propuesta cuya finalidad es indicar algunas pautas para una interpretación libre de prejuicios; así como contribuir a la divulgación de su obra. El problema interpretativo en la obra de Nietzsche no es un escollo imposible de salvar, aunque en un medio como el nuestro el esfuerzo implicado en una tarea como ésta es tal vez dos veces mayor que se haría en otras latitudes.

La carencia de fuentes bibliográficas en las bibliotecas, las limitaciones en la formación de la licenciatura, así como el desconocimiento de una tradición o corriente filosófica (justamente como causa de las limitaciones aludidas) fueron serios escollos que debimos superar.

Aproximación al Aforismo en el Pensamiento Filosófico de Federico Nietzsche.

No es concebible la actividad filosófica al margen del lenguaje. De hecho, las características de los planteamientos filosóficos suelen estar relacionados con el lenguaje. Y expresan, los planteamientos en cuestión, lo que las formas del lenguaje utilizado permite expresar. Nietzsche es un caso paradigmático al respecto. Su lenguaje no es precisamente un modelo de precisión; su estilo aforístico y metafórico ha dado lugar a múltiples aproximaciones, razón por la cual, la interrogante ¿qué quiso exactamente decir Nietzsche en sus obras? es permanentemente y actual. Pero ya que hemos usado los adjetivos ‘aforístico’ y ‘metafórico’, es pertinente hacer una breve caracterización de sus correspondientes sustantivos a fin de tener una idea más precisa del rol que juegan en el pensamiento nietzscheano.

I- Sobre el Concepto de Aforismo y Metáfora.

El DRAE define la palabra aforismo como sigue: (Del lat. aphorismus, y este del gr. άφορισμός). m. Sentencia breve y doctrinal que se propone como regla en alguna ciencia o arte.

Mientras que en el Diccionario de Filosofía Ilustrado la define como:  Aforismo: “(Del griego aphorismos = definición) Sentencia breve y doctrinal. Es una forma de expresión que presenta pensamientos filosóficos de manera breve y autónoma, y que se distingue de los pensamientos porque el <>. Su uso se constituye en uno de los estilos filosóficos de más difícil aprehensión por su constante recurrencia a la metáfora. Al parecer, Heráclito fue el primero en escribir de esta manera. También Nietzsche encontró en el aforismo su forma de expresión”. (2) 

Obviamente, si nos atenemos a estas definiciones, entonces surgen algunas interrogantes. Para empezar, ya que de acuerdo con las definiciones, las metáforas son “sentencias breves y doctrinales”, la pregunta que surge es ¿cuán breve? Además ¿qué significa exactamente ‘doctrinal’? La primera definición al menos tiene la virtud de que extiende los aforismos a cualquier ciencia o arte, mientras que la segunda la restringe a la filosofía y en ese sentido señala que “es una forma de expresión que presenta pensamientos filosóficos de manera breve y autónoma”. Si consideramos la propiedad “ser una sentencia breve” para el aforismo, entonces algunos de los textos que comentaremos no lo serían, aunque presentan pensamientos filosóficos de manera breve y son, ciertamente, de difícil aprehensión. Estamos, pues, ante una situación algo contradictoria. Pero una definición con consecuencias como la anterior difícilmente puede proponerse como una buena definición. Aunque la caracterización del aforismo como una expresión que constituye un todo en sí mismo, al menos nos remite a otras características como la fuerza expresiva y radicalidad de las mismas. Desde este punto de vista, los textos que analizaremos se pueden considerar aforísticos.

El aforismo se relaciona con la metáfora, aunque esa relación no es necesaria, es contingente. Es lógicamente posible una clase de enunciados aforísticos no metafóricos. Al igual que ‘aforismo’, definir ‘metáfora’ no es fácil y en ocasiones se define incorrectamente. (3) Para nuestros efectos, será suficiente caracterizarla como sigue: Metáfora: “Figura lingüística en la que, por analogía o comparación, un término reemplaza a otro de diferente significado. Por ejemplo, cuando decimos que alguien tiene ojo de águila para expresar que ve tan bien como un águila; o cuando en un lenguaje poético se dice, por ejemplo, los eucaliptos, con sus hojas de plata, brillan como el cielo. En filosofía, la metáfora o lenguaje figurado ha sido utilizada desde la antigüedad...” (4)

En lo que al pensamiento de Nietzsche respecta, la presencia de ambas nociones es casi obvia. Basta con considerar un pasaje como: "Todos somos sus asesinos, pero ¿cómo hemos hecho esto? ¿Cómo hemos podido vaciar el mar? ¿Quién nos ha dado una esponja capaz de borrar el horizonte? ¿Qué hemos hecho para desprender esta tierra del sol?"

II- Nosotros los Doctos.

El primer aforismo que ha sido escogido para nuestro trabajo aparece en la obra “Más Allá del Bien y del Mal”. Ha sido escogido porque, según nuestro parecer, Nietzsche plantea su concepción del filósofo y el papel fundamental que debe jugar dentro de la sociedad. El filósofo, nos parece, debe ser actor en las discusiones y debates de los problemas políticos, económicos, sociales, culturales, entre otros, del hombre; presentando posibles soluciones y salidas. No debe mantenerse en una actitud silenciosa o de neutralidad axiológica. Teniendo presente el ‘debe’ anterior, citamos:

"Insisto en que se deje por fin a los obreros filosóficos y, en general, a los hombres científicos con los filósofos, -en que justo aquí se dé rigurosamente <>, a los primeros no demasiado, y a los segundos no demasiado poco. Acaso para la educación del verdadero filósofo se necesite que él mismo haya estado alguna vez también en todos esos niveles en los que permanecen, en los que tienen que permanecer sus servidores, los obreros científicos de la filosofía; él mismo tiene que haber sido tal vez crítico y escéptico y dogmático e historiador y, además, poeta y coleccionista y viajero y adivinador de enigmas y moralista y vidente y <> y casi todas las cosas, a fin de recorrer el círculo entero de los valores y de los sentimientos de valor del hombre y a fin de poder mirar con muchos ojos y conciencias, desde la altura hacia toda la lejanía, desde la profundidad hacia toda la altura, desde el rincón hacia toda amplitud. Pero todas estas cosas son únicamente condiciones previas de su tarea: esta misma quiere algo distinto, -exige que él cree valores. Aquellos obreros filosóficos modelados según el noble patrón de Kant y de Hegel tienen que establecer y que reducir a fórmulas cualquier gran hecho efectivo de valoraciones –es decir, de anteriores posiciones de valor, creaciones de valor que llegaron a ser dominantes y que durante algún tiempo fueron llamadas <>- bien en el reino de lo lógico, bien en el de lo político (moral), bien en el de lo artístico. A estos investigadores les incumbe el volver aprensible, manejable, dominable con la mirada, dominable con el pensamiento todo lo que hasta ahora ha ocurrido y ha sido objeto de aprecio, el acortar todo lo largo, más aún, <> mismo, y el sojuzgar el pasado entero: inmensa y maravillosa tarea en servir a la cual pueden sentirse satisfechos con seguridad todo orgullo sutil, toda voluntad tenaz. Pero los auténticos filósofos son hombres que dan ordenes y legislan: dicen <<¡así debe ser!>>, son ellos los que determinan el <> y el <> del ser humano, disponiendo aquí del trabajo previo de todos los obreros filosóficos, de todos los sojuzgadores del pasado, -ellos extienden su mano creadora hacia el futuro, y todo lo que es y ha sido conviértese para ellos en medio, en instrumento, en martillo. Su <> es crear, su crear es legislar, su voluntad de verdad es –voluntad de poder-. ¿Existen hoy tales filósofos? ¿Han existido ya tales filósofos? ¿No tienen que existir tales filósofos?..." (5) 

Se expresa indudablemente la concepción del filósofo que tenía Nietzsche; hace una amplia y profunda descripción de su perfil, valores, deberes y opciones. Presenta al filósofo como pensador multifacético, legislador, creador e impulsor de nuevos valores. Se establece además el deber ser del filósofo con un alto reconocimiento de la fuerza y la certeza que deben llevar sus planteamientos y actuaciones. En este aforismo expresa dos grandes temas de su obra: la voluntad de poder y el superhombre. Decimos que este aforismo es sentencial en el sentido de que afirma, sin vacilación, la tarea del filósofo que es la determinación del hacia dónde y el para qué del ser humano. Al final del aforismo deja abierta tres preguntas a los lectores. Son preguntas que no han perdido vigencia, ya que la demanda de filósofos que aporten a la solución racional, moral y científica de nuestros problemas es de suma importancia en los tiempos actuales. Demandan estas preguntas una o muchas respuestas de acuerdo a la necesidad y la circunstancias de nuestros tiempos actuales. Es como dice Andrés Sánchez Pascual:

"El examen del “intelectual europeo”, se diría hoy, llena la sección sexta. En ella Nietzsche señala los peligros que al surgimiento del verdadero filósofo opone el modo moderno de trabajar la ciencia. En general, el hombre docto aparece nada más que como un animal de tiro (véase Así habló Zaratustra, “De los sabios famosos” edición citada, págs. 155-158), nada más que como un espejo que se reduce a reflejar lo que a su lado pasa, para poder eludir el enfrentarse a sí mismo." (6)

No hay que negar que Nietzsche era alemán y europeo, un tanto distante de nuestro continente americano, pero este aforismo tiene un espíritu universalista, y es válido para nuestro tiempo y nuestra realidad. A pesar del paso del tiempo, y a pesar de que las circunstancias de la época en la cual Nietzsche escribió este aforismo pudieran haber variado de una u otra forma, existen problemas políticos, económicos, sociales y otros que nos siguen agobiando. Se trata de problemas que los filósofos tienen que conocer, estudiar y analizar de alguna manera. Agregaría lo anterior a la afirmación del autor de la introducción de la obra: “Mas Allá del Bien y del Mal”. Nietzsche nos presenta un sólido argumento a favor de la creación y de la figura del filósofo obrero. Parte del ser filósofo es crear nuevas ideas, mejorarlas o descartarlas. Siempre debe estar a la búsqueda de respuestas, argumentos y de replantearse otras con el fin de transformar su sociedad y el mundo, tomando este planteamiento de la undécima Tesis sobre Feuerbach del filósofo alemán Carlos Marx y que hacemos nuestra.

El filósofo como “obrero” es una actitud, disponibilidad y esfuerzo de que su tarea es difícil y pesada, que toma largas horas de esfuerzo intelectual y requiere dedicación y sacrificio. No es un camino fácil, pero no es imposible asumirlo. Considerando lo anterior, la filosofía se convierte en una forma de vida y conducta moral. La única diferencia entre ser obrero y ser filósofo es el lugar de trabajo de cada cual y las condiciones culturales en que ambos se dan. El aforismo que nos ocupa tiene una estructura sólida, clara y directa en el sentido de lo que nos expresa y enseña. Nietzsche nos deja un completo perfil de lo que debe ser un filósofo y la actitud y comportamiento que debe asumir en la vida y en la sociedad. El filósofo será como un león que ruge fuertemente y que se impone como un rey frente a los animales de la selva. El que no tiene miedo, vergüenza o problema alguno para decir y afirmar lo que quiere. El que no se deja gobernar por otros, sino que se gobierna a sí mismo con plena autoridad moral. Nietzsche escribe este aforismo con un lenguaje sólido, claro y directo, plasmando sus inquietudes e interrogantes de lo que debe ser un filósofo en su conducta.

La concepción del filósofo en Nietzsche es una parte fundamental de su propuesta valorativa aristocrática junto a su propuesta de un hombre nuevo o superhombre. Es una propuesta integral en el aspecto ideológico, social, antropológico, ético y moral. Es según nuestra opinión uno de los aforismos más importantes, fundamentales e interesantes de su obra en general y en particular de: “Mas Allá del Bien y del Mal”.

III- El Hombre Loco.

Este aforismo ha sido escogido por nuestro interés en el tema religioso y espiritual y las implicaciones actuales que tiene la religión en un mundo en que muchas personas debaten y discuten sobre el tema; se van naciones y pueblos enteros a la guerra por causas religiosas e igualmente se persiguen a muchos otros por la religión que profesan y practican. Por su importancia citamos parte del contenido de la contraportada:

"Nietzsche plantea en el Gay Saber (1882-1887) todos los grandes temas de su filosofía. Partiendo de la necesidad de un conocimiento que supere las limitaciones de la metodología científica y surja de la intuición y la vida, argumenta a favor del saber ser presocrático, del pensamiento trágico y del dolor como base del conocimiento, de la importancia de lo inconsciente y la aspiración máxima del hombre al arte y a la poesía... Proclamada la muerte de Dios, símbolo de una moral que ha desembocado en el nihilismo, Nietzsche reclama una nueva generación de hombres y filósofos que abran caminos al saber y exploren en contacto con la naturaleza, de espíritus libres que propugnen la voluntad de vida, la acción y el conocimiento. Para ello demanda una nueva ética y una nueva estética, basadas en el vitalismo." (7) 

El aforismo es el siguiente: "¿No habéis oído hablar de aquel hombre loco que, con una linterna encendida, en la claridad del mediodía, iba corriendo por la plaza y gritaba: <>? Y ¿qué precisamente arrancó una gran carcajada de los que allí estaban reunidos y no creían en Dios? ¿Es que se ha perdido?, decía uno. ¿Se ha extraviado como un niño?, decía otro, o ¿es que se ha escondido? ¿Tiene miedo de nosotros? ¿Ha emigrado?, así gritaban riendo unos con otros. El hombre loco saltó en medio de ellos y los taladró con sus miradas. <<¿Adónde se ha ido? –exclamo-, voy a decíroslo. Lo hemos matado nosotros. Vosotros y yo. Todos somos sus asesinos, pero ¿cómo hemos hecho esto? ¿Cómo hemos podido vaciar el mar? ¿Quién nos ha dado una esponja capaz de borrar el horizonte? ¿Qué hemos hecho para desprender esta tierra del sol? ¿Hacia dónde se mueve ahora? ¿Hacia dónde nos movemos nosotros, apartándonos de todos los soles? ¿No nos precipitamos continuamente?, ¿hacia atrás, adelante, a un lado y a todas partes? ¿Existen todavía para nosotros un arriba y un abajo?, ¿no vamos errantes como a través de una nada infinita? ¿no nos absorbe el espacio vacío?, ¿no hace más frío? ¿No viene la noche para siempre, más y más noche? ¿No se han de encender linternas a mediodía? ¿No oímos todavía nada del rumor de los enterradores que han enterrado a Dios? ¿No olemos todavía nada de la corrupción divina? También los dioses se corrompen. ¡Dios ha muerto! ¡Dios está muerto!, y ¡nosotros lo hemos matado! ¿Cómo podemos consolarnos los asesinos de todos los asesinos? Lo más santo y lo más poderoso que el mundo poseía hasta ahora, se ha desangrado bajo nuestros cuchillos – ¿quién puede limpiarnos esta sangre?, ¿qué fiestas expiatorias o que juegos sagrados deberíamos inventar?--. ¿No es demasiado grande para nosotros la grandeza de este hecho?, ¿no deberemos convertirnos en dioses nosotros mismos, sólo para aparecer dignos de ello? No hubo nunca hecho más grande –y cuantos nazcan después de nosotros pertenecerán a una historia superior a toda la historia precedente a causa de este hecho.>> En este punto calló el hombre loco, y miró de nuevo a los que le escuchaban. También ellos se habían callado y le miraban extrañados. Finalmente, arrojó su linterna al suelo, que se hizo pedazos, y se apagó. <> Se cuenta además que el hombre loco aquel mismo día entro en varias iglesias y entono en ellas su Réquiem, aeternam Deo. Y que habiéndolo sacado y haciéndolo hablar, siempre había replicado solamente: <<¿Qué son, pues, estas iglesias ya, sino las sepulturas y los monumentos funerarios de Dios?>>." (8)

En este aforismo podemos encontrar, con un lenguaje sencillo, aunque no del todo comprensible por algunas frases que utiliza, un tema principal de su filosofía: “la muerte de Dios”. Sin utilizar términos filosóficos complicados, hace una corta historia de “la muerte de Dios” a través de un personaje común que hace inmensos esfuerzos por encontrar a Dios y no lo encuentra y quien recibe las burlas y los comentarios hirientes y burlescos de otros haciéndole ver que su búsqueda es inútil y sin sentido. Pero cómo hacerle entender a un hombre creyente que su búsqueda de Dios es inútil. Nietzsche hace de esta búsqueda algo ridículo, tonto, absurdo e insensato; algo propio de un hombre loco que nada tiene que hacer y que está lleno de inseguridad. Algo muy importante que encontramos es que Nietzsche no es el único autor de “la muerte de Dios”, sino que responsabiliza a toda una época y a las instituciones religiosas. Por supuesto “la muerte de Dios” sin más para el creyente produce una sacudida o un estremecimiento a su conciencia y sus principios morales y religiosos; la aversión, el rechazo y la huida para no confrontar este planteamiento se da inevitablemente, ya que Dios es eterno e inmortal y sería una total contradicción si tal muerte sucediera.

Pero muchas veces los creyentes con sus acciones contrarias a la palabra y a la voluntad de Dios, ya sean cristianos, musulmanes o judíos, hacen de “la muerte de Dios” una acción diaria, continua y permanente. “La muerte de Dios” la producen aquellos hombres consagrados a su servicio ya sean como sacerdotes, pastores, guías o monjes quienes con sus acciones denigran y ofenden a Dios; conocen su palabra y su voluntad pero la desobedecen. Aunque no se puede negar que otros ejemplarmente dan testimonio de vida. Aquellos lugares consagrados a Dios y a su adoración y que se utilizan como mercados y sitios de pecado; en lugar de lugares para elevar oración y sacrificio a Dios son más bien sus tumbas y sepulturas. Es “la muerte de Dios” el paso necesario para que todos seamos dioses. Será entonces que nos haremos responsables de nuestro destino sin un consolador, árbitro, juez o ente metafísico que nos pueda salvar de nuestro destino incierto. Sin cielo o infierno, sin inmortalidad, sin alma o espíritu, sin el juicio final o castigo divino es este el camino que se nos presenta. Ahora reinará el superhombre sin problemas y limitaciones.

El hombre se sentirá solo por primera vez frente a la naturaleza que no puede controlar o dirigir. Estas son algunas de las tantas interrogantes que se desprenden de este planteamiento. Pareciera el fin del mundo y de la historia para los creyentes. Las iglesias serán lugares oscuros y olvidados a partir de “la muerte de Dios”, donde alguna vez hubo luz y mucha gente, los sacerdotes serán desempleados a tiempo completo y los libros sagrados como “La Biblia” o “El Corán” referencias de historias pasadas y olvidadas. “La muerte de Dios” implica una crisis de conciencia y en gran medida “la muerte del Hombre”, de su historia, su sociedad, su existencia y de sus ideas como las conocemos actualmente. Dios sería una triste historia de paraísos olvidados y lejanos. Sin lugar a dudas, para Nietzsche no habría ninguna crisis ya que “la muerte de Dios” es el paso necesario para el superhombre y el mundo donde este reinaría. Así, el hombre no estará sometido a ningún designio divino y será creador de sus propios valores, sus leyes, forma de vida y gobierno. La frase Dios ha muerto es una de las más conocidas y destacadas de Nietzsche y de mayor importancia en su pensamiento.

Pero no podemos olvidar que Dios se expresa por medio de los hombres y de instituciones terrenales que conocemos como iglesias y que están sujetas a cambios, ya que están formadas por hombres y mujeres llenos de imperfecciones y errores. Nietzsche tiene una profunda visión psicológica del homini religiosi como un ser detestable del cual hay que tener cuidado y al que hay que combatir permanentemente como antítesis del superhombre y su propuesta valorativa aristocrática. Consideramos que la muerte de Dios de la cual se habla en este aforismo y a lo largo de la obra El Anticristo es el de la institucionalidad religiosa en general a la cual Nietzsche tenía una aversión y desconfianza profunda y no de Dios como ente metafísico y espiritual.

IV- Sobre el Alma de los Artistas y Escritores.

No es posible olvidar el gesto y el lenguaje en el desarrollo, crecimiento y evolución de nuestra civilización. En efecto, a partir de ambos, junto a la escritura, el ser humano pudo trasmitir y enseñar a las generaciones pasadas, presentes y futuras sus sueños, sentimientos, conocimientos, descubrimientos e historias. Veamos:

"Gesto y Lenguaje. Más antigua que el lenguaje es la imitación de los gestos; imitación que es involuntaria y que todavía hoy, que se ha generalizado la contención del lenguaje de los gestos y el dominio culto de los músculos, continua siendo un hábito tan potente, que no podemos ver un semblante movido sin que se enerve nuestro rostro (se puede observar que el bostezo fingido provoca el bostezo natural de quien lo ve). La imitación del gesto llevaba al que lo imitaba a la sensación de que, a través del mismo, se exteriorizaba con el cuerpo de la persona imitada. De esta forma se aprendía a entender al prójimo: así aprende todavía el niño a entender a su madre. En general, las sensaciones dolorosas se exteriorizarían con gestos de ésos que, a su vez, causan dolor (mesarse los cabellos, golpearse el pecho, desfigurar y contraer violentamente los músculos faciales). A la inversa, los gestos de placer generaban por su parte placer y, así, se prestaban particularmente bien para comunicar el significado (la risa como exteriorización del cosquilleo generador de placer servía para exteriorizar también otras sensaciones y sentimientos generadores de placer). En cuanto los hombres se entendían por los gestos, pudo desarrollarse un simbolismo de los gestos; es decir, podían ponerse de acuerdo sobre un lenguaje de signos a base de sonidos, de forma que primero se producía sonido y gesto al que aquel se asociaba simbólicamente y más tarde tan sólo el sonido. Parece que en este terreno ocurrió en tiempos pasados, con frecuencia, lo que ahora está ocurriendo ante nuestros ojos y oídos en la evolución de la música, de la música dramática: mientras que de entrada la música, sin el concurso interpretativo de la danza ni de la mímica (lenguaje de gestos), es un mero ruido, en virtud de una larga habituación a la asociación de música y movimiento llega el oído a ejercitarse en la interpretación inmediata de las figuras musicales y termina alcanzando un grado de comprensión que ya no necesita del movimiento visible y entiende al compositor sin el concurso de aquél. Háblese entonces de música absoluta, es decir, una música en la que todo se entiende simbólicamente, sin recurso alguno." (9)

Nietzsche realiza una comparación histórica del nacimiento del lenguaje y del gesto. Es interesante la presentación del tema ya que el gesto, para Nietzsche, es anterior al lenguaje. Presenta ejemplos ilustrativos de la importancia que tienen los gestos en la vida y acción diaria del hombre. La naturaleza del gesto es intrínseca a la acción humana como forma de comunicación y expresión de nuestros sentimientos, dolores, alegrías o angustias. En muchas ocasiones nuestros gestos delatan situaciones y hechos que con nuestras palabras y discursos negamos. La importancia de este aforismo es: comprender que los gestos forman parte de nuestra manera de actuar y vivir. No solo somos seres hablantes, sino gestuales. En muchas ocasiones utilizamos solamente un gesto para comunicar a otros un sentimiento, una inquietud o una satisfacción. La importancia de la relación entre la música y la danza y la mímica es evidente en este aforismo. La música se enriquece y complementa con la danza y la mímica le agrega un sentido de expresividad, acompañamiento, movimiento y profundidad.

No hay que olvidar que Nietzsche compuso piezas musicales y fue un seguidor ferviente de la obra musical del compositor alemán Richard Wagner con el cual compartió una amistad y admiración mutua; aunque por diferencias personales no duraría toda la vida. La música puede expresarse e interpretarse como un lenguaje de los sonidos que trasmite el compositor, pasando por el ejecutor hasta el oyente. Toda una serie de sentimientos, vivencias e ideales, produciendo en la interioridad de las personas que intervienen y participan en ella sentimientos de desagrado, agrado o ambas; de frustraciones, angustias, alegrías y tristezas. La música para Nietzsche era un vehículo fundamental para regresar, exaltar y vivir el ideal de lo alemán, por eso en Wagner encuentra esta oportunidad, pero se frustra y rompe su amistad al ver que éste en una de sus últimas obras musicales se acerca al cristianismo. El gesto seria la infancia del lenguaje, el inicio del camino para que el hombre pudiera llegar a crear y hacer uso de éste. Nietzsche utiliza el análisis psicológico para pensar que los gestos son parte de la naturaleza humana.

A la luz de este aforismo, el hombre moderno estaría perdiendo la facultad de hablar y volver a utilizar el gesto como forma única de comunicación. A nuestra consideración si se pierde la facultad del gesto o el lenguaje, una o ambas a la vez es negativo. Sólo salgamos a la calle y observemos el comportamiento de las personas para darnos cuenta del hecho de la pérdida de estas facultades. Lo importante es que el hombre sepa utilizar ambas de acuerdo a la necesidad, el tiempo, el lugar y la conveniencia y no utilice una en detrimento de la otra.

V- Sobre como Terminó Convirtiéndose en Fábula el Mundo Verdadero.

Este aforismo ha sido escogido por el planteamiento sistemático, corto y concreto, a modo de historia, sobre el mundo verdadero, tema que produce un intenso y profundo debate y discusión dentro y fuera de la comunidad filosófica. El mundo verdadero, lo entendemos como la idea de la existencia de algo que es irrebatible, eterno y permanece a través de la historia sin mayor cambio, por ejemplo, el cielo o el infierno para los creyentes. Veamos:

"Historia de un Error.

1. El mundo verdadero es asequible al sabio, al virtuoso; él es quien vive en ese mundo, quien es ese mundo. (Ésta es la forma más antigua de la Idea, relativamente, simple y convincente. Se trata de una transcripción de la tesis: <>.)

2. El mundo verdadero no es asequible por ahora, pero ha sido prometido al sabio, al piadoso, al virtuoso (<>.) (La idea ha progresado, se ha hecho más sutil, más capciosa, más difícil de entender, y se ha afeminado, se ha hecho cristiana...)

3. El mundo verdadero no es asequible ni demostrable ni puede ser prometido, pero, por el hecho de que se pueda pensar, constituye un consuelo, una obligación, un imperativo. (El antiguo sol sigue alumbrando al fondo, aunque se le ve a través de la neblina y del escepticismo; la Idea ha sido sublimada, se ha vuelto pálida, nórdica, koenigsburguense.)

4. ¿Es inasequible el mundo verdadero? En cualquier caso, no lo hemos alcanzado, y por ello nos es también desconocido. En consecuencia no puede servirnos de consuelo, ni de redención, ni de obligación. ¿A que nos podría obligar algo desconocido? (Mañana gris. Primer bostezo de la razón. Canto del gallo del positivismo.)

5. El <> es una Idea que ya no sirve para nada, que ya ni siquiera obliga, una Idea que se ha vuelto inútil, superflua; en consecuencia es una Idea que ha sido refutada: eliminémosla. (Día claro; desayuno, vuelta del sentido común y de la serenidad alegre; Platón se pone rojo de vergüenza y todos los espíritus libre arman un ruido de mil demonios.)

6. Hemos eliminado el mundo verdadero: ¿qué mundo ha quedado? ¿el aparente...? ¡no!, al eliminar el mundo verdadero hemos eliminado también el aparente. (Mediodía; instante de la más breve sombra; fin del más largo error; punto culminante de la humanidad; comienza Zaratustra.)" (10)

Nietzsche inicia este aforismo planteando que el mundo verdadero es asequible al sabio y al virtuoso. (11) Nietzsche no señala de qué manera se llega a ser sabio o virtuoso, ni el principio o los principios que se han de satisfacer para serlo o en qué momento de la vida puede llegar a serlo. Si esta sabiduría es divina o humana, o ambas a la vez, si es popular o elitista; si es intelectual o académica o vital. Si la sabiduría es exclusiva de los filósofos quienes por definición son los amantes de la sabiduría; otros como los historiadores, médicos, científicos, técnicos no tendrán acceso a ella. Lo que continua nos sugiere que este mundo verdadero es solo una idea que existen en su mente y que no existe como materia al afirmar que los sabios y virtuosos son ese mundo y viven en ese mundo. Si sólo el sabio y el virtuoso viven en ese mundo verdadero, los que no son sabios y virtuosos viven en un mundo falso o paralelo a éste. Nos referimos a un mundo falso al lugar que se crean aquellos que no viven en el mundo verdadero. Nietzsche destruye el planteamiento de exclusividad a la accesibilidad a este mundo verdadero, porque su existencia es sólo mental y no material.

Es sólo una alucinación de los creyentes. Al terminar este primer punto demuestra su anti-platonismo como cristianismo primitivo o antecedente antiguo del cristianismo al decir: “Yo, Platón, soy la verdad”. Hago la comparación con las palabras de Jesús en el evangelio: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Ahora el mundo verdadero tiene nombre y apellido y es una persona. No hay otros caminos, sólo uno. La “verdad” se nos devela en la persona de Platón o Jesús. Perderá entonces el sentido de objetividad y adquiere un sentido de subjetividad. No podemos olvidar que nuestro planteamiento se ha hecho en un sentido ontológico y no epistemológico. Nuestro planteamiento no está a la búsqueda de la posibilidad, el origen o la esencia del conocimiento en el cristianismo. En este sentido espiritual y divino, Dios no puede ser aprehendido por el hombre por medio de la razón, sino a través de la fe, aunque sin negar la incidencia de la razón y viceversa. Ahora el mundo verdadero no es asequible, pero ha sido prometido al sabio, al piadoso y al virtuoso.

Pasamos, según Nietzsche, de una idea antigua del mundo verdadero a una idea medieval de ésta. No menciona a Dios, pero su mención en todo esto se encuentra implícita. Él es quien nos promete el mundo verdadero y nos da la accesibilidad al mismo. Agrega al pecador que hace penitencia en este grupo de los que pueden acceder a ella. Se destacan cuatro nuevos elementos en la idea del mundo verdadero: sutilidad, capciosidad, dificultad para entender y feminidad, pero sin lugar a dudas lo más importante es que se hizo cristiano. Ahora la idea del mundo verdadero se adscribe a una religión como la cristiana y femenina, de la cual Nietzsche se muestra como enemigo a lo largo de toda su filosofía y que desprecia como moral de esclavos, frente a la moral de señores. Nietzsche señala en el punto tercero de este aforismo que el mundo verdadero no es asequible ni demostrable ni puede ser prometido. La confusión se presenta en todos los aspectos en que puede ser conocida de alguna manera el mundo verdadero. Ahora el hecho de que se pueda pensar, constituye un consuelo, una obligación, un imperativo categórico al modo kantiano.

Esto nos lleva al idealismo puro, ya que sólo nos quedamos en el hecho del pensar y el abstraer, algo alejados en el proceso del hacer o la práctica. El sabio, el piadoso, el virtuoso y el penitente quedan sin el privilegio o el derecho que tenían antes de conocer el mundo verdadero. Utilizando un lenguaje poético nos habla del sol alumbrando al fondo, aunque se le ve a través de la neblina y del escepticismo. La Verdad o Dios ya no es el faro de luz como antes lo fue y por primera vez el escepticismo toma una posición fuerte y decidida frente al optimismo según el cual podíamos conocer y comprender el mundo verdadero completamente. Nietzsche hace una clara mención de Konigsberg ciudad donde nació el filósofo alemán Manuel Kant (1724-1804), considerado el iniciador del idealismo alemán. Nietzsche se hace una pregunta ¿Es inasequible el mundo verdadero? Ya el hombre en este punto ni alcanza este mundo y por tanto le es desconocido, alejado e inaccesible. Lo que podía servir de consuelo, de redención u obligación no está al alcance del hombre de ninguna forma.

Del escepticismo pasamos a un pesimismo claro. ¿Qué puede hacer el hombre frente a un mundo verdadero que existe supuestamente, pero lejano e inaccesible?. Mejor sería olvidar esta aventura intelectual y dedicarse a otra cosa que sea alcanzable, cotidiana o más fácil. ¿Acaso nos hemos engañado a nosotros mismos o somos víctimas de un reducido grupo de personas que nos ha engañado a lo largo de la historia? No deberíamos escribir sobre la existencia de un mundo verdadero, sino de la historia de un engaño y falsificación. Nietzsche comienza con una pregunta y termina con otra. Utilizando un lenguaje poético hace mención de una mañana gris a la cual llamaríamos la mañana más pesimista, oscura, terrible y desastrosa de toda la historia, ya que todo aquello a lo que habíamos profesado respeto, admiración, creencia y estabilidad se ha derrumbado y destruido; la razón bosteza después de su largo sueño y canta el gallo del positivismo (12) anunciando su existencia y que puede ser la salida a la crisis profunda que vive el idealismo filosófico. Nietzsche nos plantea la no obligatoriedad y la inutilidad de la idea del mundo verdadero.

Por fin comienza la destrucción de todo este mundo que se nos había vendido, enseñado e impuesto como verdadero y se nos abre un nuevo camino y una nueva forma de vida, donde el hombre creará sus propios valores, legislará para sí mismo y se gobernará a sí mismo. Se vuelve al sentido común y nos invade una alegría profunda por este hecho. Se respira el viento fresco de la alta montaña donde Nietzsche buscaba descanso y tranquilidad. Platón como máximo representante del Idealismo es derrotado y sepultado al igual que todos los intelectuales, los sacerdotes y los hombres y mujeres que a lo largo de la historia fueron los falsificadores y traficantes de la verdad cristiana. Llegó el mediodía y el instante de la más breve sombra y por fin termina el más largo error que durante toda la historia nos había atado. Para Nietzsche llegamos a un punto culminante: Zaratustra. (13) Zaratustra es la figura que toma Nietzsche para poner en boca todo lo que tenía que decir en esta obra. Llegamos al momento cumbre de nuestro caminar, pasamos de ser aquellos asustados y sometidos hombres a ser dueños y constructores de nuestra historia y de un nuevo mundo.

Al fin se oye un grito tan fuerte que se escucha en toda la tierra anunciando la muerte de todo aquello que nos sometía. La historia se divide en dos periodos y se escribe una nueva con sangre llena del espíritu del superhombre. La transmutación de todos los valores termina: pasamos de los valores del pueblo, de los cristianos, de los pobres a los valores de la aristocracia y la élite. El eterno retorno de lo mismo nos parece sólo un instante en la eternidad del tiempo, como un viento rápido y fresco que viene de la alta montaña. Al fin estalló la dinamita que partió la historia en dos y llegó el ocaso de todos los ídolos conocidos.

VI- El Anticristo.

Finalmente nos referimos al quinto y último aforismo. Según veremos, Nietzsche realiza un análisis corto, original y preciso de la figura de Pablo (14) y su aporte al nacimiento, consolidación y posterior crecimiento del cristianismo que con el Emperador Constantino sería la ideología y la religión oficial del imperio romano.

El aforismo es el siguiente: "Ya se ve qué llegó a su fin con la muerte en la cruz: un nuevo, un perfectamente auténtico comienzo para un movimiento budista de paz, para una efectiva y no puramente prometida felicidad en la tierra. Porque esto sigue siendo –yo ya lo destaqué—la diferencia de fondo entre las dos religiones de décadence: el budismo no promete, sino cumple, el cristianismo promete todo, pero no cumple nada. --A la <> le sigue la peor de todas: la de Pablo. En Pablo se materializa el tipo antitético del <>, el genio en el odio, en la visión del odio, en la implacable lógica del odio. ¡Cuántas cosas ha sacrificado este dis-angelista al odio! Sobre todo al redentor; lo clavó a su cruz. La vida, el ejemplo, la doctrina, la muerte, el sentido y el derecho de todo el evangelio—nada existía ya cuando este falsario por odio comprendió que era lo único que podía usar. ¡No la realidad, no la verdad histórica!... Y otra vez cometió el instinto sacerdotal del judío, el mismo crimen contra la historia, -- él simplemente borró el ayer, el anteayer del cristianismo, el se inventó una historia del cristianismo primitivo. Aún más: el falseó nuevamente la historia de Israel para hacerla parecer como la historia de su acción: todos los profetas hablaron de su <>... La Iglesia falsificó posteriormente hasta la misma historia de la humanidad, volviéndola la prehistoria del cristianismo... El tipo del redentor, la doctrina, la practica, la muerte, el sentido de la muerte, hasta después de la muerte misma ---nada quedó sin manosear, nada siguió siendo siquiera parecido a la realidad. Pablo simplemente desplazó el punto de gravedad de aquella existencia entera, detrás de esa existencia, -- [lo desplazo] hacia la mentira del Jesús <>. En el fondo, él no podía necesitar en absoluto la vida del redentor, --necesitaba la muerte en la cruz, y algo más aún... Sostener como honesto a un Pablo, quien tenía su patria en la sede principal de la ilustración del estoicismo, cuando bajo una alucinación el arregla la prueba de que el redentor esta aún con vida, o hacerle creer su relato de que él si tuvo esta alucinación, sería una verdadera niaiserie (tontería) por parte de los psicólogos: Pablo quería el fin, por consiguiente quería también los medios... Lo que él mismo no creía lo creyeron los idiotas a los cuales arrojo su doctrina. –Su necesidad era el poder; a través de Pablo, el sacerdote quería nuevamente llegar al poder, --él solo podía utilizar conceptos, doctrinas, símbolos con los que se tiraniza a las masas, se forman rebaños. --¿Qué fue lo único que Mahoma tomó más tarde prestado al cristianismo? El invento de Pablo, sus medios para la tiranía sacerdotal, para la formación de rebaños: la creencia en la inmortalidad –es decir, la doctrina del <>..." (15)

Para Nietzsche, con la muerte de Jesús en la cruz y su resurrección comienza lo que el denomina “movimiento budista por la paz”. Al referirse a un “movimiento budista por la paz” nos plantea que Jesús inaugura para occidente un sistema de principios y valores opuestos a lo que se vivía en el imperio romano politeísta y pagano, lleno de vicios y corrupción. Al igual que en el judaísmo, el cristianismo o el Islam encontramos en el budismo, valores y principios iguales o similares como el amor, el respeto, la justicia, la tolerancia o la paz. El ataque y la crítica se centra en la figura de Pablo al que llama el “disangelista”. Como judío, educado como griego, quien vivió en la cuna del estoicismo, sería el llamado por Jesús para enseñar y propagar su doctrina de vida y salvación. Para Nietzsche, Pablo a pesar de su conversión tenia el instinto, el genio, la visión y la lógica del odio y del tipo antitético del buen mensajero. No seria una contradicción y grave error escoger a una persona con esta forma de pensar y actuar, ya que prácticamente destruiría la vida y obra de Jesús. Para un creyente Dios no se puede equivocar, ya que uno de sus atributos es la perfección. Sólo pensar este hecho sería cometer un grave pecado.

Si lo tratamos de entender por medio de la creencia, la fe y el dogma, fácilmente podemos acusar a Nietzsche de mentiroso, irrespetuoso y desconocedor de los fundamentos del cristianismo. Pero, podemos hacer en medio de esto, un breve análisis histórico y crítico del nacimiento, crecimiento y evolución del cristianismo y encontrar los errores, limitaciones y deficiencias de los papas, cardenales, obispos, sacerdotes, diáconos, comunidad de fieles y de toda la institución en general para darnos cuenta si efectivamente se sigue el evangelio. Hay que hacer una relación directa de la figura de Pablo y sus cartas a los Corintios, los Efesios, los Gálatas entre otros, para encontrar el pensamiento, la interpretación y la iluminación en términos religiosos y el mensaje de Jesús, y compararlo con lo que ha escrito Nietzsche como su interpretación del cristianismo para darnos cuenta que existe una gran influencia de Pablo en lo que conocemos del evangelio. Pero la crítica de Nietzsche no sólo queda en el fundador del cristianismo o de su mayor propagador, sino la institución llamada “iglesia”, que por medio de ella y en ella se viven y realizan los sacramentos.

La iglesia empleó un arma poderosa para engañar y falsificar la historia, para así poder perpetuar su poder a lo largo y ancho del mundo, y fue hacer de la historia de la humanidad, la prehistoria del cristianismo. No quedó nada a salvo para Pablo, y falsificó toda la historia contada por los profetas para hacer ver que Jesús era el Hijo de Dios y Dios hecho Hombre, quien salvará al hombre de sus pecados. Para Nietzsche, Pablo necesitaba más que la doctrina y la práctica de Jesús para poder engañar y creó la alucinación de la resurrección. Un Dios vivo que vino a estar entre nosotros y ser un amigo fiel de carne y hueso del hombre. Los símbolos, las historias y los principios y valores serían suficientes para crear una moral para esclavos, ya que estaba cautivo el rebaño que seguiría tal doctrina y dejaría a otros el conocimiento y los medios que más adelante utilizaron para crear sus propios rebaños en otras regiones y en otros tiempos.

Conclusión.

<<¿Habéis dicho sí alguna vez a un solo placer? Oh, amigos míos, entonces dijisteis sí también a todo dolor. Todas las cosas están encadenadas, trabadas, enamoradas,
--- ¿habéis querido en alguna ocasión dos veces una sola vez, habéis dicho en alguna ocasión “¡tú me agradas, felicidad! ¡Sus! ¡Instante!”? ¡Entonces quisisteis que todo vuelva!
--- todo de nuevo, todo eterno, todo encadenado, trabado, enamorado, oh, entonces amasteis el mundo,
--- vosotros eternos, amadlo eternamente y para siempre; y también al dolor decidle: ¡pasa, pero vuelve! ¡Pues todo placer quiere –eternidad!>> Así Habló Zaratustra.

Nietzsche es un filósofo difícil de abordar por su forma de pensar y escribir asistemática. Escribe con una libertad y soltura que impide cualquier tipo de encajonamiento o delimitación cerrada en una tradición o corriente filosófica específica. Por esta razón, nos queda romper esta barrera y encontrar al solitario y desnudo escritor que nos dejó una obra siempre abierta a múltiples interpretaciones y aproximaciones. El papel fundamental de la obra de Nietzsche en nuestra época, ya anunciada por él mismo, es de ser uno de los sustentos de las formas de pensar de nuestra época caracterizada por el relativismo moral, la globalización, el neoliberalismo, el terrorismo y las guerras, lo cual nos invita a seguir investigando y analizando sus aportes. Son sus pensamientos, sus ideas y sus planteamientos los que de una manera u otra le dan inmortalidad y vigencia. Inclusive su carácter, su personalidad o su genial locura lo mantienen vivo como precursor de Sartre, Camus o de Jaspers. Queda abierto a ser enriquecido y profundizado.

* Ensayo presentado por Samuel Prado Franco en el Seminario de Filosofía: Fundamentos para la Modelización del Significado en los Lenguajes Naturales, dirigido por el Prof. Dr. Francisco Díaz Montilla para optar por el Título de Licenciado en Humanidades con Especialización en Filosofía, Ética y Valores. Escuela de Filosofía, Ética y Valores. Departamento de Filosofía. Facultad de Humanidades. Universidad de Panamá. 2005.

Notas.

(1) Lo de interdisciplinario obedece a que la obra de Nietzsche aborda temas de interés no sólo para el filósofo, sino también para el psicólogo, el teólogo, el sociólogo, etc.

(2)  Echeverri Leonor y Hugo. Diccionario de Filosofía Ilustrado. Panamericana Editorial. Bogota. 2002. Pág. 6. La cursiva es del autor.

(3) Ver por ejemplo los comentarios de Umberto Eco en su Semiótica y Filosofía del Lenguaje. Editorial Lumen. Barcelona. 1995. Págs. 172-175.

(4) Ibíd., Pág. 375. La cursiva es del autor.

(5) Nietzsche Federico. Más Allá del Bien y del Mal. Alianza Editorial. Madrid. 1995. Págs. 154 y 155. La cursiva es del autor.

(6) Sánchez Andrés. Introducción a Más Allá del Bien y del Mal. Alianza Editorial. Madrid. 1995. Pág. 12.

(7) Ver contraportada en Nietzsche Federico. El Gay Saber. Editorial Espasa Calpe. Madrid. 2000. s/f. La cursiva es nuestra.

(8)  Ibíd., Págs. 184, 185 y 186. La cursiva es del autor.

(9) Nietzsche Federico. Humano Demasiado Humano. Ediciones Escolares. Madrid. 2002. Págs.167 y 168. La cursiva es del autor. 

(10) Nietzsche Federico. El Ocaso de los Ídolos. Edimat Libros. Madrid. s/f. Págs. 63 y 64. La cursiva es del autor.

(11) El término griego (sophia) designó en su uso original cualquier arte u oficio. Posteriormente, con Hesíodo se extiende la significación del término tomando un sentido más teórico; así pues, se denominó sabia a aquella persona que además de saber tenía más experiencia que el común de los hombres; por ello el sabio es llamado también hombre prudente. El ideal antiguo de sabiduría se halla, en consecuencia, basado en la fusión de lo teórico y lo práctico... Echeverri, Leonor y Hugo. Diccionario de Filosofía Ilustrado. Panamericana Editorial. Bogota. 2002. Pág. 499.

(12) Es una de las corrientes filosóficas más características e importantes del siglo XIX, iniciada por Augusto Comte, filósofo francés (1798-1857) quien propugnaba la exaltación de los hechos contra las ideas, resaltar las ciencias experimentales frente a las teóricas, y las leyes físicas y biológicas contra las construcciones metafísicas.

(13) Zoroastro, para los griegos, vivió entre los años 700 a. de c. y 630 a. de c. Cuando tenia treinta años recibió su primera revelación religiosa. Su doctrina fue recogida en diecisiete cantos que forman la parte más antigua del Avesta. La parte más importante del mensaje de Zaratustra es su monoteísmo, que contiene un dualismo: la lucha entre los espíritus del bien y del mal. El zoroastrismo sobrevive hoy en dos pequeñas comunidades: los gabaríes de Irán y los parsis de la India. Diccionario de Filosofía Ilustrado. Panamericana Editorial. Bogota. 2002. Pág. 585. La cursiva es del autor.

(14) Apóstol de los gentiles, quien nació en Tarso, Cicilia (h.10 d. de J.C.—67 d. de J. C.) Su antiguo nombre era Saulo y antes de convertirse persiguió cruelmente a los cristianos. Hallándose camino a Damasco, tuvo una visión de Jesucristo, quien le encargó la predicación del Evangelio (año 34 d. C.). Desde entonces, y después de recibir el bautismo, realizó una intensa labor apostólica por tierras de Asia Menor, Grecia y Roma. Finalmente fue detenido en esta última ciudad durante la persecución de Nerón y decapitado. Su fiesta se celebra el 29 de junio. Varios Autores. Diccionario Enciclopédico Universal Aula. Cultural, Madrid. 1991. s/f.

(15) Nietzsche Federico. El Anticristo. Panamericana Editorial. Bogota. 2001. Págs. 85, 86 y 87. La cursiva es del autor.

Bibliografía.

1- ECO, Umberto. Semiótica y Filosofía del Lenguaje. Editorial Lumen. Barcelona. 1995.

2- ECHEVERRI, Leonor y Hugo. Diccionario de Filosofía Ilustrado. Panamericana Editorial. Bogota. 2002.

3- NIETZSCHE, Federico. Más Allá del Bien y del Mal. Alianza Editorial. Madrid. 1995.

4- NIETZSCHE, Federico. El Gay Saber. Editorial Espasa Calpe. Madrid. 2000.

5- NIETZSCHE, Federico. Humano Demasiado Humano. Ediciones Escolares. Madrid. 2002.

6- NIETZSCHE, Federico. El Ocaso de los Ídolos. Edimat Libros. Madrid. s/f.

7- NIETZSCHE, Federico. El Anticristo. Panamericana Editorial. Bogotá. 2001.

8- VARIOS, Autores. Diccionario Enciclopédico Universal Aula. Cultural. Madrid. 1991.